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21 de julio de 2021

Camino a la ceremonia de la pachamama

“Para nosotros la tierra es todo”

Conversamos con Jorge Ángulo, miembro del Consejo de Pueblos Originarios Llankaj Maki de Jujuy, quien nos comenta sobre los preparativos previos a la celebración de la pachamama a realizarse en agosto.

Al iniciar la conversación Jorge comenta sobre los inicios del Consejo, una de cuyas dirigentes fuera la querida  «Negrita» Estela Silos, fallecida en 2015: “Nuestro Consejo tiene un proceso de alrededor de veinte años, fue un proceso que se hizo de diferentes formas para poder hacer una reconstrucción, en los lugares que nos tocó estar, que tiene como objetivo principal la restitución de la tierra y el territorio como pueblos y naciones preexistentes al Estado argentino. Sumado a eso, tenemos el objetivo de trabajar, construir y luchar por la liberación como pueblos y naciones. Sobre esos dos objetivos hicimos todo un proceso dentro de nuestro Consejo para trabajar diferentes cosas de nuestra vida cotidiana, nuestra realidad y nuestra cuestión espiritual, para poder hacer una estructura que sostenga las posiciones políticas que vamos asumiendo.

“Hemos armado nuestro Consejo con diversas áreas, con una estructura de coordinación circular con asambleas. Tratamos de saltar esa barrera, que es muy fuerte acá en Jujuy, que es la de la división de las comunidades indígenas, principalmente de diferentes pueblos y naciones.  A su vez, el Estado trabaja fuertemente para dividir la cuestión urbana y rural, hacer sentir a los hermanos que no hay indios en la cuestión urbana”.

Jorge hace hincapié en que es necesario unir el análisis político a la espiritualidad para comprender la importancia de la ceremonia de agradecimiento a la pachamama (madre tierra) “Tuvimos que hacer el proceso de aceptar nuestro desarraigo para desde ahí fortalecer nuestro arraigo y desarrollar nuestra propia política desde este sentido de tristeza, para poder discutir con el Estado, y plantearnos en política qué estrategias utilizamos para poder llegar a la restitución de la tierra y los territorios por derecho ancestral milenario. Ahí la necesidad de hacer la unidad de los pueblos kolla, guaraní, churumata, la diversidad de pueblos que tenemos en Jujuy.

“En la unidad comenzamos a discutir la cuestión espiritual, porque la espiritualidad hace tambalear la unidad, porque tenemos la cuestión impuesta por la iglesia que se ha mezclado con nuestras prácticas, otros hermanos tratan de sostener lo que traen de sus propias comunidades; está la cuestión del sectarismo y no abrir la práctica ante la folklorización del ritual que se impulsa, que lo acerca al misticismo de la occidentalidad, lo que los indios llamamos “pachamamización”, que es llevarlo a un contexto sin el sentido político de seguir existiendo. Desde todas esas realidades se enmarca nuestro Consejo, que tiene e impulsa una forma para que no se pierda la esencia de unidad, de compartir y plantearnos porque somos parte de esta tierra, este territorio, es un contexto de agradecimiento, de poder conectarte con tu cosmovisión y conocimiento, para prepararnos para poder continuar los ciclos que nos toca caminar a nosotros en la lucha, en la restitución. La tierra y el territorio son todo para nosotros, ahí está nuestra educación, salud y cultura, agradecemos que la tierra siga siendo una cuestión de los pueblos.

“Muchos hermanos han ido recuperando este conocimiento para ver la conexión con la tierra, sahumamos en el primer momento cuando comenzamos el ciclo de agosto el primero de agosto, sahumamos todo el Consejo, los lugares productivos, agrícolas, ganaderos, instituciones.  Sahumar es preparar las brasas, el abuelo fuego, para agradecer su presencia, su energía, la conexión de estos elementos que necesitamos para seguir la vida, mayormente sahumamos con coca, hierbas medicinales.

Al cerrar nos comenta sobre las características del ritual “La ceremonia central la realizamos en Palpalá a fines de agosto, en donde participan todos los miembros del Consejo, en donde realizamos la bienvenida y un homenaje a los hermanos caídos. Como nuestro Consejo tiene diferentes pueblos, nuestra ceremonia es desde la cuestión andina o kolla, churamatas que están en la puna, la quebrada o los valles, durante una semana trabajamos en la preparación desde la educación, de cómo esta ceremonia nos hace bien a nosotros y es parte de la resistencia, ahí trabajamos con las personas que son parte de la comunidad y con quienes no lo son, pero vienen a nuestras instituciones o espacios. Ahí se prepara la comida, se busca el momento en que se va a realizar la ceremonia, designamos a hermanos y hermanas responsables, siempre en dualidad, vamos viendo lo que siente cada uno para ofrendar, si se va a ofrendar comida o bebida. Siempre pedimos que la ofrenda se haga en dualidad, para que se destine a la pachamama desde la apertura de la boca donde se va a realizar la ofrenda. Nos juntamos temprano para pedir permiso a la madre tierra para poder abrir la boca. Tras la apertura, algunos hermanos tienen la capacidad  de poder leer los mensajes que nos da la madre tierra, porque al levantar la piedra que tapa la boca de ofrenda se pueden ver algunos mensajes a partir de cómo queda la coca, y eso se comunica o no en la asamblea.

“Cantamos y utilizamos nuestros instrumentos, las coplas siempre están presentes para agradecerle a la tierra”.

 

Hoy N° 1873 21/07/2021