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01 de noviembre de 2018

Para una salida popular a la crisis

Este es un presupuesto elaborado por el gobierno de Macri, pero a partir de una imposición del Fondo Monetario Internacional. Ya con ese solo dato sabemos que no podemos esperar nada bueno del mismo. En concreto, implica un ajuste brutal, son más de 300 mil millones de pesos menos que iban a ir destinados a obras públicas, a educación, salud, ciencia y técnica, cultura. Todas estas partidas tienen entre un 40 a un 15 % menos que este año, en términos reales, lo que quiere decir que se va agravar la situación social que ya es desesperante.

La inflación posiblemente llegue este año a un 50% y además con la política que tiene el gobierno de bajar el salario real y tasas de más del 70% para con la timba financiera, controlar el dólar, este año y el próximo va caer la producción y seguirá cayendo el consumo. Si cae así la producción quiere decir que va haber más despidos y va a seguir creciendo la pobreza y la indigencia. No hay cosa más desesperante para un hogar que tener que administrar el hambre de los chicos, quién come, cuándo come. Esto pasa en los comedores que nuestra CCC tiene en todo el país, pero también en todas las organizaciones sociales, donde se ha duplicado, triplicado la cantidad de chicos y de madres y padres que van a comer, porque no pueden hacerlo en su casa. También esta política golpea a los sectores medios, a las pymes y a los pequeños y medianos productores con los tarifazos, las subas de alquileres, la falta de créditos. Entonces, estamos ante un presupuesto que profundiza una política de ajuste hacia el pueblo y de sometimiento a las potencias imperialistas que han caracterizado estos casi tres años del gobierno de Macri y que han agravado todos los problemas dejados por el gobierno anterior. Además no podemos dejar de mencionar que lo único que aumenta en el presupuesto del 2019 es lo que va para Seguridad, es decir, para represión, y  para pagar los intereses de la deuda externa.

La foto de lo que pasó en el momento que se aprobaba el Presupuesto en el Congreso muestra gráficamente, que no puede pasar sin represión. No es casual que en esa verdadera cacería que se desató hayan detenido a compañeros del Astillero Río Santiago, que es uno de los sectores del movimiento obrero que más están luchando, junto a docentes y a compañeros de la Garganta Poderosa, o sea que ha sido una detención selectiva.

No puedo dejar de mencionar las declaraciones verdaderamente alarmantes de la ministra de Seguridad Bullrich y del ministro del Interior Frigerio, a la que se sumó Pichetto, diciendo que hay que echar inmediatamente a los extranjeros detenidos. Esto es reactualizar en la Argentina la espantosa Ley de Residencia, que la han sufrido nuestros abuelos, que cuando alguien protestaba contra el gobierno se lo sacaba del país. Es una vergüenza lo que está pasando; son declaraciones fascistas, absolutamente fuera de la propia legislación argentina.

Macri logró aprobar este presupuesto negociando con gobernadores de la oposición que han tenido muchas veces actitudes conciliadoras o francamente colaboracionistas con el oficialismo; esto también revela cuál es la realidad de las provincias argentinas, totalmente sometidas económicamente al gobierno central. Con Macri, que sacó el Fondo Federal Solidario, el llamado “fondo sojero”, que iba directamente a las provincias, se agravó la situación económica de éstas; y sin justificar el voto, porque me parece que es cavarse la propia fosa lo que han hecho, hay que explicarlo en el hecho de que para mantener una obra pública o lo que fuera tienen que venir acá a mendigar al gobierno nacional porque no hay un verdadero federalismo en la Argentina.

 

¿La única salida a esta situación de crisis es ir al FMI?

Por supuesto que no; esto es parte del relato, no solo del gobierno sino de otros sectores que consideran que la Argentina no tiene otro camino que atarse al FMI, o profundizar nuestra dependencia a una u otra potencia imperialista, sea esta China, Rusia o alguna potencia europea.

La experiencia nuestra muestra que no se ha podido conseguir nada, si no es con el esfuerzo y la lucha de nuestro pueblo. Lo que se ha logrado arrancar al gobierno de Macri ha sido con la lucha, en nuestro país no ha dejado de haber luchas desde el primer día que comenzó esta política. Recuerdo la de los obreros de Cresta Roja al asumir Macri y al poco tiempo fue un hecho muy importante la unidad en la lucha de los movimientos sociales que se conocen como los Cayetanos, que permitió sacar la Ley de Emergencia Social, esa unidad hay que defenderla mucho porque hay muchas fuerzas que conspiran contra esa unidad, sobre todo desde el propio gobierno, y también tratar de ampliar esa unidad.

O sea que, en primer lugar, para pensar en otra salida es necesario pararle la mano y derrotar la política de Macri. Para eso es necesario unir todo lo que se pueda unir en la lucha, que es muy grande, porque son amplísimos los sectores afectados por esta política. No sólo los obreros, los desocupados y jubilados sino también los docentes que hace meses siguen en lucha en la provincia de Buenos Aires, los científicos del Conicet, del INTI, del INTA, los campesinos pobres y los originarios, los estudiantes, el extraordinario movimiento de mujeres que se desplegó en la ola verde y en el último Encuentro Nacional realizado en Trelew..Todo esto se puede unir, además se puede unir a las pymes, a los productores pequeños, a todos los sectores de las capas medias y, en definitiva, a todos los que quieren para la Argentina un futuro mejor.

Esta es la primera cuestión: defender y mantener esa unidad en la lucha, y al mismo tiempo avanzar en que esta unidad se exprese políticamente con un Programa que  plantee una salida verdaderamente popular, nacional y democrática para  la crisis actual. Y somos optimistas de poder lograrlo si persistimos en este objetivo.

 

Programa para una salida verdaderamente nacional y popular

Nosotros hemos dado un paso importante con la conformación del Frente En marcha como expresión política, fundamentalmente, de los movimientos sociales y otros sectores que venimos confluyendo en las calles. Es un frente que no tiene aún una expresión electoral; creemos que es necesario avanzar pronto en esta dirección y en el fortalecimiento del Partido del Trabajo y del Pueblo que es nuestro instrumento político electoral. Pero antes de pensar en la salida electoral y en los candidatos nos parece que tenemos que discutir a fondo cuál es el programa que nos va permitir unificarnos para avanzar en una salida que no sea más de lo mismo, ni volver para atrás.

Ese programa no puede dejar de tener algunas cuestiones claras, en primer lugar Argentina no puede salir adelante pagando la pavorosa deuda externa contraída por este gobierno. Sólo en intereses significan miles de millones de dólares por año… se festejan los 57 mil millones de dólares del FMI, pero es para garantizar el pago a los usureros internacionales, estamos endeudados hasta más de 100 años. Entonces, lo primero que tenemos que acordar es que hay que suspender el pago de esa deuda externa e investigarla, investigar qué hay de legítimo y qué hay de ilegítimo en esa deuda, y no pagar lo usurario. Ese es un punto fundamental sin lo cual no va a haber desarrollo posible en la Argentina.

Al mismo tiempo, hay que terminar con la timba financiera nacionalizando la Banca; no puede ser que con este nuevo bono que han hecho, los Leliq, estemos pagando más de  800 millones de pesos por día a los bancos. Esa timba ha hecho que se vayan del país 15 mil millones de dólares en menos de una semana, ¿quién se los lleva? En primer lugar, se los llevan los monopolios y financistas amigos del presidente. Tenemos que obligar que ese dinero que está en la especulación vaya a la producción. Hay una idea mentirosa que no podemos gastar más porque no tenemos más que gastar, en vez de ver en qué se está gastando lo que produce el pueblo argentino, que es mucho, son alrededor de 500 mil millones por año en el PBI, lo que producimos los argentinos… somos un país rico y con grandes recursos. La cuestión es en qué se invierte el presupuesto y quiénes se apropian de nuestras riquezas.

Ese programa tiene que contemplar el control del comercio exterior. Como dicen los compañeros de Santa Fe, la riqueza de la Argentina se desangra por los ríos que se llevan la riqueza nuestra y no vuelven; se habla de miles de millones de dólares producto de esas exportaciones, pero es solo en beneficio de los grandes terratenientes, los pooles y los monopolios exportadores;  eso no se invierte en la Argentina en la producción, no permite un desarrollo industrial autosostenido, ni ampliar el mercado interno, ni crear trabajo de calidad,  ni elevar el nivel de vida de la mayoría resolviendo tierra para trabajar y para vivir, salud, educación. Esto es posible: muchas de estas medidas las pudo hacer un gobierno que no era revolucionario,  como el de Perón en su primera presidencia, que permitió desarrollar una industria pesada en la Argentina, hacíamos aviones, autos, teníamos una industria atómica que ahora la quieren terminar de liquidar, que era un orgullo para todos los pueblos de América Latina, y eso se hizo con un gobierno que por supuesto tampoco fue a fondo y por eso fue derrocado, porque lo voltearon los propios enemigos que los dejó a medio golpear, los terratenientes y los imperialistas.

Necesitamos conquistar un gobierno que pueda tomar medidas en defensa del peso argentino, que ataque la especulación y la corrupción. Porque acá se dice que pensamos en dólares, pero piensan en dólares los que gobiernan y los que especulan. Porque en realidad es toda una política en beneficio de los de afuera y de un grupo de grandes monopolios imperialistas, exportadores, terratenientes, burguesía intermediaria, financistas, de los cuales el gobierno de Macri los representa cabalmente.

Nos parece que sobre la base de un programa de este tipo, verdaderamente, nacional, popular, democrático, antiimperialista, tenemos que ampliar el Frente En marcha, convocando a todas las fuerzas políticas opositoras que estén dispuestas a avanzar en este camino. Teniendo siempre como meta, lo que nuestro secretario general Otto Vargas ha expresado muchas veces en este propio programa radial, terminar revolucionariamente con este sistema basado en la corrupción, en la explotación y en la opresión de la mayoría del pueblo y en la dependencia al imperialismo.