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02 de octubre de 2010

Los días 2 y 3 de abril se llevó a cabo en Asunción una nueva marcha campesina. Para hoy lo relató Juan Carlos Alderete, dirigente de la CCC de Argentina, quien participó invitado por la FNC, al frente de una delegación de 13 compañeros.

Paraguay: del campo a la ciudad

Hoy 1212 / Nueva gran marcha campesina sobre asunción

Para nosotros es un honor que los compañeros de la FNC nos hayan invitado a participar de esta marcha, que se hace todos los años.
Esta fue la número 15, y fue en un momento político muy especial del Paraguay, ya que el 20 de abril se realizarán las elecciones presidenciales. Con relación a eso, los compañeros tienen tres reclamos muy claros dirigidos a todos los candidatos del sistema: reforma agraria, defensa de la producción nacional, y contra el electoralismo.

Ilusiones no
Lo del antielectoralismo se refiere a no creer en el sistema, ni en las ilusiones que siembran en la gente. La expectativa está puesta sólo en la lucha, y en las recuperaciones de tierras y los asentamientos que van haciendo desde hace años.
De hecho ya van por las 250 mil hectáreas recuperadas; incluso le ha costado la vida a 30 compañeros, porque las fuerzas de choque de los terratenientes han tratado de desalojarlos a tiros.
Además de los tres reclamos políticos, llevaban reivindicaciones específicamente campesinas, ya que ellos siguen planteando el tema del precio del algodón, el de la sojización que también crece en el Paraguay. Y el reclamo principal, que es el de la reforma agraria; y esto, gane quien gane en las elecciones.

Democracia, claridad política y disciplina
La marcha constituyó un esfuerzo extraordinario. Comenzaron a salir de sus lugares el lunes 31/3. Algunos tuvieron que caminar hasta 20 kilómetros para llegar al centro de sus colonias o asentamientos, desde donde partían en los camiones hacia Asunción, viajando a veces hasta 600 km.
Todo ese esfuerzo es autofinanciado por ellos mismos, para alquilar los camiones donde viajaban, en cada uno, 150 compañeros y compañeras.
La marcha se hizo en tres columnas: a mí, que no había participado en ninguna de esas marchas, me puso la piel de gallina. También es impresionante la disciplina política, en una marcha larga, que se extendió por 60 cuadras (a diferencia de la Argentina, las cuadras allá miden más de 100 metros), y con 45 grados de calor. Cuando llegan a Asunción todos se instalan en un campamento del obispado, donde más de 15 mil campesinos pasan la noche. Esa organización sólo se consigue con discusión política. Cada asentamiento traía una cantidad de gallinas (una cada 5 participantes) y de mandioca para cocinar en forma comunitaria. A nadie le faltó comida.
Otro gran ejemplo de los compañeros de la FNC es haber convocado a todos los candidatos de la izquierda que se presentan a las elecciones a participar en un debate. Asistieron todos los compañeros que estaban en el acampe; con mucho respeto, en algunas cosas asentían, en otras aplaudían o rechazaban. Cuando fijó su posición el Movimiento Popular Revolucionario Paraguay Pyahurá hubo una ovación. Ellos llaman a votar en blanco o anular el voto. No llaman a no votar porque una característica de Paraguay es que la abstención es ya muy alta, más del 50% directamente no vota. Por eso, como forma de dar la lucha en el terreno electoral, ellos convocan con estas dos posiciones: voto en blanco o nulo.
A pesar de que la ley paraguaya prohíbe marchar por las avenidas cercanas al palacio de gobierno y obliga a hacer las manifestaciones en el "marchódromo", es el segundo año consecutivo que la FNC quiebra eso, con el gobierno y con la prensa en contra. El ejército se acuarteló.

Convergencia con obreros clasistas
Pero esta vez el gobierno no pudo contraponerles, como otras veces, a los sin tierra que tiene organizados, y la marcha de la FNC fue multitudinaria, en una confluencia importante con la Corriente Sindical Clasista y con el partido Pyahurá. Nos impresionó la democracia directa que practican, la discusión política, que al igual que la organización de los aspectos prácticos -la comida, la seguridad- es coordinada por los delegados de los distintos lugares.
Y todo esto con una disciplina impresionante, que nosotros recién hemos conocido participando, ya desde el mismo campamento. Cada región hacía asambleas permanentes. No se vio ni una botella de alcohol, ningún compañero alcoholizado. Todos llevan el "símbolo", que es un machete de madera dura. Ellos mismos garantizan su propia seguridad y autodefensa.
La marcha tuvo una enorme repercusión en la prensa, fue tapa de todos los diarios y estuvo en todas las radios y TV.
A nosotros nos ayudó a entender que el carácter de la revolución en Paraguay es muy distinto del argentino, que allá la revolución va del campo a la ciudad, y no como acá que va de la ciudad al campo.