Los compañeros del PPP, en el lanzamiento de la actividad, denunciaban: “Ante tantas amenazas: privatización, el recrudecimiento de las persecuciones, el fortalecimiento del narcotráfico y la narcopolítica, la complicidad de la cúpula de la mayoría de los partidos con representación parlamentaria, ante la muerte por hambre y enfermedades de compatriotas resultado de la política del Gobierno de Horacio Cartes ‘todo para los ricos y nada para los pobres’, y ante la represión y la militarización como respuestas a tantas sentidas necesidades de la mayoría, el Partido Paraguay Pyahura emprenderá ‘La larga marcha’ por las principales rutas que recorren los pueblos y ciudades hasta llegar a Asunción.
“Con la consigna ‘Paraguay se pone de pie por una patria nueva’, el objetivo de ‘La larga marcha’ es expresar el descontento contra la política entreguista, antinacional y antipopular del presidente Cartes, y dejar al pueblo un mensaje para organizarse y seguir luchando por la transformación de las actuales condiciones de miseria y pobreza que vivimos la mayoría de los paraguayos y paraguayas”.
La “Larga marcha” arrancó el 5 de febrero desde las comunidades de los departamentos de Concepción, San Pedro, Canindeyú, Caaguazú, Guairá y Caazapá. Tras varios días de marcha, con actos y volanteadas en fábricas, universidades y barrios en distintas localidades, el 10 llegaban a Asunción, donde los esperaba un acampe con compañeros y compañeras de Paraguarí, Central, Capital, Itapúa y Misiones.
¿Quién elige a la Junta Patriótica?
El PPP ha planteado la renuncia del presidente Cartes, y la constitución de una Junta Patriótica. Como explican los compañeros: “La Junta Patriótica significa para nosotros un modelo de Gobierno, en donde principalmente el pueblo de manera directa elige a hombres y mujeres que realmente tengan convicción de un modelo de desarrollo de país absolutamente diferente del que se tiene ahora. Las asambleas de participación directa son instrumentos que pudieran posibilitar que el pueblo vaya eligiendo quiénes compondrían esa Junta Patriótica. Existen varias organizaciones en nuestro país que no están contaminadas con los vicios que atentan contra la soberanía y la independencia, que pueden ser parte. La Junta Patriótica podría ser una transición en donde se debate mientras el modelo de país que se quiere”.
Larga marcha en zapatillas
Los pobres marchan por las rutas hacia Asunción, por una patria nueva -informa el PPP en su página de Internet-. La mayoría marcha en zapatillas (N de R: ojotas), porque es el calzado más económico y más utilizado por el campesinado pobre. En zapatillas el campesinado vive, trabaja y deja atrás la pobreza para venir a luchar, una vez más, por un Paraguay independiente y soberano. Las zapatillas del campesinado militante en el Partido Paraguay Pyahura, herramienta política de lucha del pueblo pobre, marchan por el ardiente asfalto, sin importar las ampollas, para evitar que el presidente Horacio Cartes, con su proyecto antinacional y antipopular, remate la patria. El campesinado marcha en defensa de un modelo de desarrollo nacional e independiente, una vez más, pasando por las ciudades llamando al conjunto del pueblo a la lucha.
No es porque quieran marchar en zapatillas. No es que no quieran championes. Es porque marchan los pobres, los excluidos de este modelo de Estado basado sobre el latifundio y la agroexportación, que concentra toda la tierra, traba la industrialización que genera empleo y el desarrollo nacional. Marchan contra un modelo agroexportador que utiliza la mayor parte de la tierra del Paraguay para producir para el desarrollo de otros países, envenenando la patria con agrotóxicos, hundiendo a la mayoría de la población paraguaya en la miseria y forzándola a emigrar al extranjero para sobrevivir.
Los pobres marchan para evitar que Cartes use y abuse del Paraguay. Los pobres cuya única riqueza es la dignidad de la lucha. Siguiendo el ejemplo de sus antepasados, los campesinos y campesinas de la Guerra del 70. “Ypochýne umi tuja “Lope kue”opytareíro” (estarán enojados los viejos soldados de López), como dice la polca de Emiliano R. Fernández. En dos organizadas columnas, dirigidas por mujeres, el campesinado marcha del campo a la ciudad para defender el Paraguay, siguiendo la enseñanza que nos deja nuestra historia.
El campesinado militante del Partido Paraguay Pyahura, con un proyecto político de desarrollo nacional, marcha hacia Asunción para seguir luchando, con el conjunto del pueblo, por una patria nueva. Sin narcopolítica, sin secuestros, sin militarización, sin violencia del Estado. En contra del terror, provenga de donde provenga. Para luchar por una patria donde se respeten los derechos humanos individuales y colectivos. Para luchar por la felicidad de nuestras hijas e hijos, por la patria nueva. Por la Segunda Independencia.
¡Seguimos acumulando fuerza popular organizada contra la privatización y construyendo el Congreso Democrático del Pueblo, al calor de las luchas! ¡Venceremos!
La narcopolítica en el Paraguay
Desde el Partido Paraguay Pyahura (PPP) manifestamos nuestra preocupación por este flagelo que penetra, inunda, ahoga y corroe todas las esferas del Estado, a sus instituciones y autoridades, bajo la mirada cómplice de algunos partidos tradicionales, latifundistas, ganaderos y otros sectores del poder.
La narco-política hace que ésta se alimente, sobreviva, se ampare y se extienda gracias al propio Estado, en donde ya no priman los intereses del pueblo y la nación, sino que se gobierna en torno a los planes y objetivos de un pequeño grupo dirigente de la mafia y el tráfico.
Nuestros hijos e hijas están al acecho de los narcos; nuestros campesinos pequeños productores abandonados a su suerte sin política de Estado, fácilmente pueden convertirse en fuerza de trabajo para éstos. Se ve apeligrada la frágil democracia del país porque arremeten para incursionar a hombres y mujeres leales a los narcotraficantes. Además genera violencia, terror, amedrentamiento, con tal de imponer y mantener sus oscuros intereses.
Las personas y especialmente los jóvenes cooptados por este flagelo son los olvidados y marginados de este sistema que no le ha posibilitado estudios ni trabajo, por lo tanto en la violencia y el narcotráfico encuentran una posibilidad de realizar sus anhelos y ser protagonistas en una sociedad que le ha cerrado las puertas.
Venimos ante los locales de la ANR y el PLRA para alertar sobre esta preocupante situación, para denunciar a los autores, cómplices y encubridores y gritar a los que no están implicados a que obliguen a tomar posición con la solidez necesaria para reorientar su política.
Y así como hemos recorrido otras instituciones, seguiremos haciendo en lo que restan, con la misma firmeza y con la misma fuerza, porque no queremos que episodios como el de México sucedan en Paraguay.
Hoy, estamos a tiempo, mañana podría ser tarde. Es por eso que hacemos un llamamiento urgente a todos los sectores honestos y no contaminados por este flagelo a levantar la voz de manera enérgica para corregir esta realidad torcida.