Noticias

02 de diciembre de 2017

El gobierno nacional responde al reclamo de tierras de los mapuches con dos asesinatos, al reclamo de los trabajadores estatales de Neuquén con una violenta represión el jueves 30. 

Pararle la mano a Macri

Escalada represiva

Para el gobierno la represión es porque “grupos minoritarios quieren llevarnos a la violencia”, declaró el Presidente en su viaje al Chaco, refiriéndose al sur de la Argentina; “ante la amenaza potencial de grupos violentos” las cuatro fuerzas federales se reunieron en Bariloche con el secretario de Seguridad Eugenio Burzaco, acordando trabajar de manera conjunta.  Y un sinnúmero de declaraciones de funcionarios para legitimar una represión que tiene como trasfondo el tema de la tierra y los derechos de los trabajadores.

 

A esta escalada represiva Macri la quiere justificar transformando al RAM en el nuevo enemigo interno, organización desconocida por la comunidad mapuche, por el obispo de Bariloche, monseñor Juan José Chaparro, y por la inmensa mayoría del pueblo patagónico. Y en nombre de esa supuesta amenaza terrorista, planea incluir a las Fuerzas Armadas en la represión a los trabajadores y el pueblo.

 

Macri, envalentonado por el triunfo electoral, para profundizar el ajuste contra los trabajadores, jubilados y las provincias -encubierto en las reformas previsional, laboral y fiscal-, necesita de esta escalada represiva y de legitimar el libre accionar de las fuerzas de seguridad como lo ha repetido insistentemente Patricia Bullrich.

 

La unidad en la lucha como la expresada en el Acto del 29 de noviembre en el Congreso Nacional y en la Jornada Nacional de Lucha del próximo 6 de diciembre es el camino para pararle la mano a Macri.