La semana anterior dimos cuenta del empantamiento de las paritarias de la Federación Aceitera de la ciudad de Rosario, como parte de la Federación Nacional. Al día de hoy se han endurecido aún más las posiciones de las patronales (que ofrecen un 16-17% de aumento) y el Ministerio de Trabajo. Está por vencer la primera etapa de la conciliación obligatoria y se espera que el Ministerio la extienda por siete días hábiles más, el máximo que le permite la legislación.
La semana anterior dimos cuenta del empantamiento de las paritarias de la Federación Aceitera de la ciudad de Rosario, como parte de la Federación Nacional. Al día de hoy se han endurecido aún más las posiciones de las patronales (que ofrecen un 16-17% de aumento) y el Ministerio de Trabajo. Está por vencer la primera etapa de la conciliación obligatoria y se espera que el Ministerio la extienda por siete días hábiles más, el máximo que le permite la legislación.
En el complejo oleaginoso, con centro en San Lorenzo, el panorama es más complejo. La Federación de Aceiteros de San Lorenzo, que no pertenece ni a la Federación Nacional, ni a la CGT de San Lorenzo, firmó sin lucha y a la baja la paritaria 2013 mientras se mantenían medidas de lucha nacionales. El acuerdo incluye un 19,5% de aumento real de convenio. Los dirigentes utilizan algunos artificios, como el aumento del presentismo o el otorgamiento de una gratificación que se otorga todos los años y que en esta ocasión va entre los $5.400 y $8.400 para propagandizar un supuesto 23% de aumento.
Lo concreto es que los salarios quedan entre los $7.000 a $9.000 según las categorías, lo que contrasta con las inmensas ganancias de esta actividad, solo comparable a los negocios financieros. Este convenio es utilizado a fondo por patrones y gobierno para legalizar el pretendido tope del 20% para este año.
Las “explicaciones” de los dirigentes son casi calcadas de las manifestaciones de Cristina: “hay una situación difícil, está la crisis en el mundo, cuidemos los puestos de trabajo”.
El impuesto a las ganancias y la inflación galopante, demuestran que el aumento conseguido, ya se evaporó. Más que aumento es rebaja salarial. Y la bronca va a aparecer muy pronto.
Este aumento se aplica los obreros aceiteros encuadrados en el convenio, pero existe una gran cantidad de obreros que realizan sus actividades en las aceiteras y los puertos a los que las patronales empujan a otras afiliaciones como construcción, empleados de comercio, Urgara, etc. para pagar salarios muy inferiores.
El Convenio Oleaginoso Agro Exportador (COPA)
En el 2012, después de grandes luchas y con el apoyo decidido de la CGT de San Lorenzo, el Ministerio de Trabajo tuvo que reconocer un convenio para todos esos trabajadores que se conoce por su sigla: COPA, con un salario mínimo común.
Ya se presentó la demanda para que el COPA 2013 reconozca un aumento del 30%, llevando el mínimo a $8.000 y se dio un plazo a las cámaras patronales que vence en el mes de febrero. Lo que augura un conflicto que fue muy serio en el 2012, si se mantiene la intransigencia patronal. Lucha que empalmaría con la pelea de la Federación Nacional de Aceiteros por el 26%.
El complejo aceitero-portuario que va de Timbúes a Gral. Lagos, pasando por Puerto San Martín, San Lorenzo y Rosario, es una unidad inmensamente productiva, que provee de ganancias infinitas a los monopolios, la mayoría extranjeros. Y por lo tanto un conflicto duro y prolongado trae consecuencias muy graves a las empresas, pero particularmente al gobierno nacional y tiene repercusiones internacionales. Lo que fue evidente en las duras luchas de mediados del año pasado.
Por eso, el apoyo total del gobierno de Cristina al complejo oleaginoso, incluye ahora la presión sobre los trabajadores para limitar sus legítimas demandas.
A la vez, se ha ido avanzando en la unidad de todos los sectores implicados en el complejo sojero, por encima de los encuadramientos sindicales, sobre todo a partir del 2012.
Frente a esa perspectiva es muy importante avanzar en la lucha, la unidad y la recuperación clasista de los cuerpos de delegados y sindicatos por abajo. Y además aprovechar la gran unidad lograda en nuestra zona con el contundente paro del 20 de noviembre, de los sectores de la CGT de Moyano, la CTA de Micheli, la CGT de San Lorenzo, la CCC y una gran cantidad de organizaciones. Ahora hay que coordinar la lucha de paritarias que une a toda la clase obrera y que va a tener un pico a partir de que se sigan sumando sectores en pelea en los próximos días.