Tanto a nivel nacional (Ctera) como a nivel provincial (Suteba) se fue a negociar sin consulta previa a los docentes acerca de cuánto hacía falta pelear para poder satisfacer las necesidades de la familia docente, ni tampoco por alcanzar el costo real de la canasta familiar.
Por lo tanto, hasta los dirigentes gremiales intermedios nos enteramos por TV del monto que pedían: $2.500 de salario inicial para el maestro de grado.
Tanto a nivel nacional (Ctera) como a nivel provincial (Suteba) se fue a negociar sin consulta previa a los docentes acerca de cuánto hacía falta pelear para poder satisfacer las necesidades de la familia docente, ni tampoco por alcanzar el costo real de la canasta familiar.
Por lo tanto, hasta los dirigentes gremiales intermedios nos enteramos por TV del monto que pedían: $2.500 de salario inicial para el maestro de grado.
En primer lugar ésta es una cifra que abona la lógica que repiten hasta el cansancio los funcionarios (desgraciadamente ministros de Educación) “que ese salario es por cuatro horas de trabajo”. La realidad es muy distinta, ya que el trabajo que realiza un docente: leer, planificar, organizar las clases, corregir, evaluar, preparar las reuniones con los padres, ocupa muchas horas más que las cuatro que está frente a los alumnos.
Por otro lado, legitima la necesidad de trabajar en dos cargos para aproximarse a la canasta familiar. En algunas provincias, como en Córdoba, el doble cargo no existe, por lo tanto, ese salario es la única entrada.
Esto contradice el discurso oficial de mejoramiento de la calidad educativa. Ningún docente, ocupe el lugar que ocupe dentro de la escuela, puede rendir de la misma manera con un trabajo que con dos.
La enseñanza y el aprendizaje
Porque lo que no se entiende (o se pretende desconocer) es que el hecho educativo se da en la relación maestro–alumno. Sobre la base del conocimiento de la problemática individual, familiar y social de cada chico o adolescente.
Un profesor que por semana tiene 250 alumnos, es imposible que conozca la situación de cada uno y además que le interese conocerla, ya que su vida es correr de escuela en escuela, para tratar de llegar a fin de mes.
Una maestra que termina al mediodía agotada con la atención de un grado no está en condiciones de tomar otro grado a la tarde con el mismo interés y dedicación como si tuviera uno solo.
¿En qué tiempo y con qué plata van a comprar libros, ir al cine, al teatro, a ver una exposición? ¿O esas actividades culturales no ayudarían a elevar la calidad educativa de la educación pública?
¿Al gobierno de CK le interesa mejorar la educación?
Al gobierno de Cristina Kirchner le vino muy bien el acuerdo salarial de los gremios docentes.
Este acuerdo garantiza el salario de docentes y estatales en el límite de la pobreza, lo que ha sido una constante en la política del kirchnerismo desde que asumió en el 2003 y para mostrarle al conjunto del pueblo, en un año electoral, que las clases empiezan sin conflicto.
Pero también el conflicto existe dentro de cada una de las escuelas. Hay graves problemas de infraestructura, faltan mesas y sillas, no nombran los cargos necesarios (bibliotecarios, preceptores, gabinetes, profesores de artística y educación física).
El acuerdo salarial va a crujir con el aumento de los precios, los impuestos, los alquileres, etc.
Lo que debería explicar el gobierno nacional es por qué prioriza el pago de la deuda externa por sobre lo que destina a educación y salud. O en qué va a gastar el aumento de recaudación del mes de enero, que fue un 40% mayor que el de enero del 2010. Es evidente que la educación no es una prioridad. Las pruebas de calidad educativa muestran que la Argentina está posicionada entre los últimos países del mundo. Inexplicable, a nuestro entender. Claro que parte del doble discurso es responsabilizar del fracaso escolar a los docentes.
La política salarial de Ctera ¿es de cara a los docentes?
También deberían explicar los dirigentes de Ctera de dónde sacaron el parámetro de los $2.500. Si era lo que el gobierno podía dar, o lo pensaron ellos solos. Porque si es lo que el gobierno podía dar, ni siquiera lo dieron, ya que recién se alcanzarán $2.400 en julio. Y si lo pensaron ellos es porque no viven con el sueldo de un maestro.
En esas condiciones empezaron las clases en las escuelas del país.
Va a haber suspensión de clases durante todo el año por deficiencias edilicias, por falta de agua, chicos de pie, o sentados en el piso. En la provincia de Buenos Aires durante todo el 2010 no hubo un peso destinado a infraestructura, no se pa- garon las becas, no se repartieron útiles, guardapolvos y zapatillas, con el argumento que la Asignación por hijo estaba para resolver estos temas, el cupo de comedor se paga $3.
El aumento no llega a paliar lo perdido en el 2010 por la inflación. Eso quiere decir que empezamos las clases sin aumento real.
La mujer docente
No existen políticas estatales destinadas a la problemática de la mujer trabajadora. No tenemos jardines maternales y las docentes no cobran plus por guardería.
Desde el Suteba de Quilmes y la Comisión de Mujeres estamos trabajando en las escuelas el petitorio.
El 10 de marzo se tratará, gestionada por la Comisión Femenina, en el Concejo Deliberante de Quilmes, una ordenanza que crea jardines maternales zonales para todas las mujeres que deben dejar a sus hijos para trabajar.
Este será, sin duda, un año difícil y complejo, cruzado por lo electoral y por la política económica que hace a los pobres cada vez más pobres y que cosas esenciales como salud, educación, trabajo, salarios dignos y vivienda y tierra sigan relegados.
Pero también será un año de grandes luchas, donde los docentes estaremos dispuestos, como siempre, a enfrentar la decisión encubierta de vaciar y hacer desaparecer paulatinamente la escuela pública.