Convocados por todos los sindicatos, en defensa del empleo, alrededor de dos millones de franceses participaron el jueves 29 en el gran paro nacional y en casi 200 manifestaciones en todo el país, durante una jornada de protesta contra la política económica del presidente Sarkozy frente a la crisis.
Además de estatales y docentes, participaron masivamente estudiantes, colectiveros, ferroviarios, telefónicos, aeronavegantes, etc. Numerosas pancartas exigían que el gobierno dé a los trabajadores la ayuda que destinó a los bancos.
En algunas ciudades hubo verdaderas batallas campales contra las fuerzas represivas. En los últimos meses creció un sindicalismo combativo por fuera de los gremios tradicionales.
Sarkozy afirmó que seguirá adelante con las reformas ultraliberales que “ayudan” a banqueros y empresas monopolistas, y descargan la crisis sobre el pueblo; reformas que pretende acordar con las patronales y las direcciones sindicales reformistas. Pero la crisis ya trae desocupación –especialmente juvenil– y déficit de las cuentas públicas. La combativa jornada de movilización es parte de la gran oleada de luchas que las consecuencias que la crisis ya trae aparejadas en toda Europa, como se vio en las últimas semanas en Rusia, Letonia, Lituania, Bulgaria y España.
02 de octubre de 2010