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03 de octubre de 2010

Luego de la suspensión de las elecciones de Juntas de Clasificación y Disciplina, el 21 y 22/11 se realizó un paro masivo.

Paro contundente de los docentes porteños

Por elecciones de juntas y aumento salarial

Si bien esta es la quinta vez en el año que hacemos paro, la cosa fue distinta: ya no se trató de un paro pasivo con fines sólo “juntavotos”…
Contamos brevemente el recorrido: el 14 de noviembre, el Ministerio de Educación de la Ciudad, con complicidad con los capos de la UTE, suspendieron la elección de Juntas. Este hecho nos dejaba a los docentes bajo la amenaza de perder nuestro Estatuto, ya que sin Juntas, es la “dedocracia” del poder de turno quien otorga los cargos.
Pese a los volantes confusos y mentirosos que sacó la UTE, y de la circulación de cientos de mails en los que aparecían distintas versiones de los hechos, en las escuelas se empezó a producir un revulsivo que disparó el odio acumulado en todo el año. Todos le sentimos “olor a podrido” a esta suspensión, muchos decían que se levantaron las elecciones porque la UTE perdía. Junto a esto aparece la bronca por nuestros salarios ridículos de $ 1.040, y la necesidad de romper con la fragmentación que nos imponen los 15 sindicatos docentes de la Ciudad.
Ademys (Asociación de docentes de enseñanza media y superior, que nuclea también a primaria) había empezado a convocar a asambleas de afiliados y no afiliados. Ante esta nueva situación, dos días después de la suspensión se realiza una Asamblea a la que van alrededor de 200 compañeros, con mandatos discutidos en más de 70 escuelas.
Cada participante contó la experiencia de elaborar el mandato ya que es una práctica poco usada en los últimos años. Los mandatos pedían claramente: “Paro de 48 horas”; “Plan de lucha sostenido por todos los sindicatos”; “No iniciemos el ciclo lectivo 2008”; y también “paramos sólo si los sindicatos se unen”.
Ademys entonces quedó condicionado y, con evidente incomodidad, aceptó el llamamiento a un paro, presionando de hecho a los demás sindicatos para que también se pronuncien. Al día siguiente la UTE convocó a un plenario de delegados, y se “coloca” ante la situación llamando al paro. Luego del plenario, en muchas escuelas los maestros festejaban el hecho de haberle arrancado el paro a UTE; por eso muchos opinan que este fue un paro “distinto”, “desde abajo”. Muchos delegados de ese sindicato fueron casi obligados por sus compañeros para que participen del plenario, exigiendo un plan de lucha por todas las reivindicaciones, y que los representen de verdad.
En todos lados se empieza a discutir la manera de “romper con la fragmentación sindical para no seguir divididos”; y cómo enfrentar al nuevo gobierno nacional y municipal. Son muchos los que opinan que hay que luchar como en el resto del país. También se fortalecen nuevamente las asambleas por distrito y se empieza a discutir cómo acercarse a la comunidad para preparar el “No inicio en el 2008”.
En la última asamblea abierta de Ademys se resolvió, entre otras medidas, movilizarse el día de la asunción de Macri para no darle tiempo al nuevo gobierno ya que, junto a la Coalición Cívica, está proyectando una Ley de Educación de la Ciudad que ataca de lleno nuestro Estatuto.
Después de tanta agitación, la semana pasada el Gobierno municipal “nos dio permiso” para realizar las elecciones de Juntas.