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13 de mayo de 2015

Paro de 36 horas ya

Paritarias en Metalúrgicos

Uno de los sindicalistas más identificados con la política de CFK es Antonio Caló, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica y de la CGT kirchnerista. Muchas han sido las declaraciones del “inefable” Caló este último período con respecto a las negociaciones paritarias del gremio y vale la pena recordar algunas para describir la situación por la que atravesamos los metalúrgicos.

Uno de los sindicalistas más identificados con la política de CFK es Antonio Caló, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica y de la CGT kirchnerista. Muchas han sido las declaraciones del “inefable” Caló este último período con respecto a las negociaciones paritarias del gremio y vale la pena recordar algunas para describir la situación por la que atravesamos los metalúrgicos.
“Un metalúrgico que ingresa a trabajar gana por mes $5.150”, dijo Caló, esto es así siempre y cuando el compañero trabaje en una empresa que no tenga ningún adicional salarial y cumpla con el pago del Ingreso Mínimo Global de Referencia que es actualmente de $6.400.
De no ser así un operario con $29,95 la hora, trabajando 189 horas por mes (promedio mensual de horas trabajadas para los metalúrgicos) cobraría de bolsillo $4.585 y un operario calificado con $32,42 por hora tendría un salario de $4.967.
¿Cuántos operarios y operarios calificados hay en el gremio? El propio Caló en declaraciones a una revista de la Seccional San Martín de la UOM, afirmó que el 50% de los trabajadores metalúrgicos.
Hay que alcanzar la categoría de medio oficial de la UOM, la tercera del convenio, para superar los $5.000 de bolsillo. El compañero con una familia tipo a los $ 5.150 de salario le debe sumar la asignación familiar por dos hijos que es de $384 por hijo, lo que daría un total de $5.918.
¿Que está reclamando Caló en esta paritaria? Un Ingreso Mínimo Global de Referencia de $8.500. Dijo: “Parece mucho pero de bolsillo va a cobrar $7.700”. Hay dos mentiras en sus dichos: la primera que “parece mucho” y la segunda, que en realidad va a cobrar de bolsillo $6.885 por los descuentos.
Salvo algunos sectores de nuestro gremio, como los siderúrgicos o la rama Automotriz, vale recordar la afirmación de Urbano, Sec. Gral. de la Seccional Córdoba llamando a carnerear el paro del 31/3 sobre el impuesto a las ganancias argumentando “a nosotros no nos toca”.
Quien escribe este texto, ex delegado metalúrgico, estando en un Congreso de Delegados pidiendo con otros compañeros que en las paritarias se reclamara un salario igual al valor de la Canasta Familiar -que actualmente los trabajadores del Astillero Río Santiago fijaron en $16.500 y los aceiteros en $14.931-, recibió la siguiente contestación del secretario de la Seccional: “estamos todos de acuerdo, pero ustedes quieren ir a la lucha y nosotros estamos seguros que con el gobierno de los Kirchner y las paritarias libres lo vamos a alcanzar sin necesidad de luchar”.
 
Década ganada o ajuste kirchnerista
Los compañeros del Astillero lograron acercarse al valor de la canasta familiar que exigían, los trabajadores aceiteros -de paro-, ya en otras ocasiones conquistaron un salario igual al valor de la canasta familiar. 
La situación de los metalúrgicos ya la describimos más arriba. Este es uno de los  balances que podemos hacer de la década kirchnerista. Pero además debemos agregar los 20 meses de recesión que lleva la industria, que golpea centralmente a la siderurgia, a la industria automotriz y a la metalmecánica. Una de cuyas consecuencias han sido los más de 1.000 despidos en PSA (Peugeot – Citroën) y los despidos hormigas que se están produciendo en varias ramas de la industria y que Caló y el Gobierno K tratan de ocultar.
En esta situación el ministro Kicilof les recomendó a los empresarios “no dar aumentos elevados” y le puso techo a las paritarias 25%.
Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner le contestó a Tomada, ministro de Trabajo, cuando propuso como fórmula de arreglo para la paritaria metalúrgica un 28% de aumento, si era “representante de la UOM”.
 
A los salarios de hambre y despidos se suma la entrega
Emfer y Tatsa, la fábrica metalúrgica más grande de San Martín, capaz de construir material ferroviario fue cerrada por la compra de trenes a China, el nuevo socio estratégico integral del gobierno.
El ministro Kicillof y el canciller Timerman han viajado a Brasil tratando de modificar los acuerdos sobre la industria automotriz para que se le permita a la Argentina “importar más autopartes de China y de Corea para abaratar los costos de los automóviles fabricados en el país”. 
Este es el progresismo kirchnerista que cada día se parece más al menemismo.
Es patético, frente a los salarios de hambre, a los despidos y a la entrega, el empeño de Antonio Caló, que dice y se desdice, tratando de no responsabilizar al gobierno “K” y de evitar el paro de 36 horas resuelto por el último Congreso de Delegados realizado en Mar del Plata. Da pena. Por eso vamos a recordar una de las pocas verdades que le escuchamos: “me quieren colgar del Obelisco”.
Hay mucha bronca, por eso necesitamos concretar el paro de 36 horas resuelto en Mar del Plata  empujando desde abajo, para golpear el ajuste y la entrega de la política “K”, a las patronales que la “juntaron con pala” los últimos años y para ponerle los puntos a los traidores del Secretariado Nacional, pero esto no va a resultar posible sin abordar los debates políticos sobre la situación general y la de nuestro gremio en particular.
Avergüenza a la historia de lucha de los metalúrgicos, la situación salarial que estamos atravesando y preocupa más todavía cómo va a resolverse la actual paritaria y la situación de recesión industrial que pone en peligro miles de puestos de trabajo, sobre todo cuando el gobierno K, del que Caló es uno de sus más obedientes soldados, lleva adelante un ajuste del más neto corte neoliberal.