La lucha docente en la provincia de Buenos Aires viene desde el mes de febrero, cuando nuestro sindicato aprobó una paritaria con la que nosotros estuvimos en desacuerdo porque no llegaba a cubrir las necesidades mínimas que teníamos los docentes ya al mes de marzo.
Se cobró en abril el primer aumento, la inflación se lo devoró, y seguimos peleando desde las seccionales opositoras, con los instrumentos que teníamos.
La lucha docente en la provincia de Buenos Aires viene desde el mes de febrero, cuando nuestro sindicato aprobó una paritaria con la que nosotros estuvimos en desacuerdo porque no llegaba a cubrir las necesidades mínimas que teníamos los docentes ya al mes de marzo.
Se cobró en abril el primer aumento, la inflación se lo devoró, y seguimos peleando desde las seccionales opositoras, con los instrumentos que teníamos.
Cuando se decidió en el Confederal de la CTA el paro del 8 de junio, implementamos un método absolutamente democrático –teníamos en contra la dirección del gremio, agrupaciones kirchneristas que decían que ese era un paro ilegal, etc.-, por lo tanto fuimos bien abajo con consultas y asambleas por escuela, y el paro del 8 de junio tuvo un acatamiento del 80%.
Después vino el paro del 27, donde hicimos exactamente lo mismo. Hicimos asambleas en las escuelas, y no sólo adherimos al paro también en un 80%, sino que además movilizamos una gran cantidad de compañeros a Plaza de Mayo. Fuimos con el ATE a la Casa de la Provincia y al Congreso Nacional, y después a Plaza de Mayo. Con una gran alegría de todas las compañeras y compañeros que participaron, porque después de muchos años volvimos a encontrar al movimiento obrero en la Plaza de Mayo. Paralelamente, nos enteramos que el gobierno de Scioli había decidido desdoblar el aguinaldo en cuatro cuotas. Inmediatamente planteamos la necesidad de un paro provincial porque no es la fuerza de un distrito o de dos lo que puede cambiar la situación.
Evidentemente la conducción del gremio no tuvo más remedio: una porque están en contra de Scioli y juegan con Mariotto y el gobierno nacional, y porque desde abajo venía la indignación desde las escuelas, porque esta medida de desdoblamiento es inédita, es la primera vez que la sufrimos.
Quién va a pagar la crisis
Como cosa central, está el tema de quién va a pagar la crisis. Nosotros, desde nuestra seccional hemos planteado este tema desde hace más de dos años, de la profundidad, de que era una crisis inédita, que el gobierno nacional y los gobiernos provinciales iban a querer que la paguemos los trabajadores, y que no lo íbamos a permitir. Por lo tanto, hubo un paro el 6 de julio que fue de un acatamiento del 95%, era el día que debíamos haber cobrado el aguinaldo. Nosotros consideramos que era tarde ya, porque en realidad había que haberlo hecho antes. El paro se acató.
Después de eso hicimos el 10 de julio, asambleas por escuela, con auxiliares.
En el distrito tenemos un frente de gremios estatales que está formado por Suteba, FEB, ATE y Udocba -que es otro gremio docente de la provincia-, donde definimos llevar esas asambleas por escuela, convocando a los padres, porque el otro tema es que se pararon todas las obras que estaban programadas para las escuelas, las licitaciones. Tenemos escuelas sin vidrios, sin estufas con estos fríos; hace ocho meses que no se paga a los proveedores de los comedores, donde empezaron con un menú de emergencia que consiste en sacarle la leche y la factura a los chicos para darles pan y mate cocido, 17 gramos de carne por día, un arroz que es una vergüenza, un fideo de cuarta. La comida del comedor, para muchos niños la única del día, es una vergüenza, por la mala calidad nutricional y la cantidad que comen.
Para el 10 de julio hablamos con los padres de que el ajuste no era solamente con nuestros salarios, que era también con el presupuesto educativo y que iba a afectar a todos los chicos. Los secundarios no cobran las becas.
Esto fue muy grande, también en el distrito hubo mucho debate, mucha bronca de parte de los padres que desconocían toda esta situación. Y el 11 y 12 de julio hubo un paro de 48 horas con muy alto acatamiento también. Nosotros nos movilizamos con ATE; el miércoles cortamos los accesos a la ciudad de La Plata, el jueves nos movilizamos a la Legislatura. Nos enteramos que se acababa de caer la sesión para la aprobación de la Ley de Emergencia, y entramos en receso de vacaciones con una asamblea el martes 10 a la noche, donde se decidió el no inicio de clases los días 30 y 31 de julio.
Nosotros entendemos que esto recién empieza, que el tema del aguinaldo es la punta de un iceberg en relación al plan de ajuste que tiene preparado el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que hay una gran responsabilidad del gobierno nacional que por su enfrentamiento político con Scioli, que toma de rehenes a los estatales de la provincia de Buenos Aires, dentro de los cuales estamos los docentes. Y que ni el gobierno nacional ni el provincial recaudan la plata de donde la tienen que recaudar: de las grandes empresas, de los grandes monopolios, de los terratenientes, del juego; mientras hacen pasar el ajuste por los salarios de los trabajadores estatales, porque los que menos ganan, ganan sueldos de hambre y los que tienen un salario un poco mejor por su antigüedad o porque están en dos o tres cargos, los agarra la AFIP con la cuarta categoría y le descuentan el salario familiar. Entonces es un drenaje terrible de parte del gobierno con una población a la que tiene de rehén.
Entonces, decidimos paro con no inicio de clases para el 30 y 31, y seguir en estado de asamblea permanente, en estado de alerta y movilización para definir las medidas de lucha, porque no está asegurado el sueldo de acá a fin de año.
El sector de Baradel ha definido el paro de 48 horas la semana pasada y para el 30 y 31 de julio, pero en los hechos ha jugado a desmovilizar. Han hecho una sola movilización a la Casa de la Provincia, el mismo día que los estatales hacían una masiva marcha en La Plata, y después de eso no convocaron a ninguna otra movilización. Por lo tanto a lo que le tienen miedo, tanto el gobierno de la provincia como el gobierno nacional, es a la gente en la calle movilizada. Por eso nosotros entendemos que la única forma de dar vuelta esta situación es movilizando cada vez más compañeros.