El martes 26 una masiva y combativa asamblea resolvió el llamado a paro de 24 hs. para el jueves 28. La Seccional Haedo desbordaba de bronca e indignación ante una nueva tragedia evitable en el Sarmiento: Sergio Garay, un trabajador de vía y obra, fue arrollado por una formación el sábado 16 a la noche mientras trabajaba sobre las vías. Una vez más los trabajadores víctimas de la falta de seguridad en el ferrocarril, con un señalamiento obsoleto y sin sistema de frenado automático. Garay perdió una pierna y desde ese día está en coma peleando por su vida. La respuesta de la Empresa como otras veces fue echarle la culpa al motorman. Y esto se sumaba al hecho de las suspensiones a 67 trabajadores del sector limpieza que realizaron medidas de protesta por la condiciones de trabajo y seguridad incumplidas por la Empresa. El Cuerpo de Delegados propuso el inicio de un plan de lucha por estos reclamos, que fue aprobado por unanimidad.
El jueves 28 a las 00 hs. se concentraron cientos de ferroviarios en los talleres de Castelar para pasar allí toda la noche, garantizando que no saliera ningún tren. El paro fue total. El Gobierno de Macri salió a embarrar la cancha diciendo que el paro era por una interna gremial. Cuenta para eso con la complicidad de la dirección nacional traidora de la Unión Ferroviaria del pedracista Sassia, que dijo que la medida no había sido avalada por el Sindicato. Basado en eso ahora denuncian al paro como ilegal, como paso previo a pedir el desafuero gremial del “Pollo” Sobrero y demás dirigentes del Sarmiento. El cuerpo de delegados y la comisión directiva de la Seccional han lanzado un petitorio pidiendo la solidaridad de todas las organizaciones y marchan el martes 2/8 a una asamblea general para decidir cómo continuar la lucha por seguridad y la vida de trabajadores y usuarios.
Hace tres meses el conflicto de los tercerizados ferroviarios de la Empresa Ci5 mostró que Trenes Argentinos y la SOFSE de Macri buscan ajustar reduciendo salarios y despidiendo trabajadores, incluyendo el levantamiento de puestos de banderilleros en el ramal Moreno-Mercedes, lo que fue seguido por varios accidentes en esos paso a nivel donde antes había un trabajador cuidando el paso de las barreras. Luego suspendieron el funcionamiento del tren provincial “Ferrobaires” y vino el levantamiento de ramales como el de Chascomús-A. Korn por razones de “seguridad”, dejando a los pasajeros que utilizaban esos servicios sin medio de transporte.
Lo que queda claro es la política de ajuste que aplica Macri, para la cual la seguridad de trabajadores y pasajeros es “un costo” y como tal hay que reducir, al mismo tiempo que se mantiene la dependencia con los trenes chinos y se avanza en nuevos negociados con los socios locales y extranjeros de Macri, como el nuevo plan del SoterraMiento y las grandes inversiones anunciadas en obras, pero que serían realizadas por contratistas tercerizadas y no por personal ferroviario. Hay que agregar que la “nueva” dirección de la Empresa Trenes Argentinos mantiene en su gerencia operativa a varios de los ex directivos de TBA-Cirigliano, responsables de la Masacre de Once junto a De Vido y Jaime.
Es necesaria la más amplia solidaridad con los ferroviarios del Sarmiento y su Cuerpo de Delegados para frenar este nuevo ataque, y la unidad de trabajadores, familiares de Once, asociaciones de usuarios y todas las organizaciones populares para recuperar el ferrocarril y poder tener un tren seguro, eficiente y económico.