“El conflicto en SIAT lo termina de desatar el despido del trabajador Adrián Martínez, aunque tenemos otros reclamos” cuenta uno de los operarios de la empresa.
En esta fábrica de Valentín Alsina, Lanús, donde trabajan 400 personas, se fabricaron los caños del Gasoducto Néstor Kirchner, una de las obras de infraestructura energética más importante de los últimos 20 años.
Adrián recibió el telegrama de despidos el 21 de mayo y algunos días después, ante la falta de respuesta de la empresa, la Comisión Interna realizó una asamblea el 27 de mayo a la mañana en la que los trabajadores votaron ir a la huelga por la reincorporación del compañero despedido y para frenar los cambios en las condiciones de trabajo que la patronal venía buscando imponer. “Desde que asumió Milei, la empresa siempre quiere cambiar las condiciones laborales” dice un operario refiriéndose a las pretensiones de SIAT de cambiar sin consenso los turnos, los puestos de trabajo y el descanso diferenciado. Además, denuncia que existe un apriete a los trabajadores por parte de la patronal que “puso cámaras en las líneas de producción, no paga cuando se hace asamblea y amenaza con sanciones a los que participan”.
Desde la Comisión Interna comunican que el despido es injustificado y que van a pelear por la reincorporación del trabajador despedido. Al día siguiente de que se inició la huelga, el Ministerio de Trabajo de la Provincia dictó conciliación obligatoria. Todos volvieron a sus puestos de trabajo, incluido Adrián que volvió a la empresa, pero no a su sector. Ahora no está en Automatización, donde se encargaba de revisar y controlar el sistema automático y operativo de las líneas, sino que lo pasaron a Servicios, donde realizan tareas de mantenimiento eléctrico, cañería de agua y gas, cerrajería y otras tareas de mantenimiento en los comedor y vestuarios.
El contexto nacional
SIAT – Tenaris es parte del grupo Techint, del que es dueño Paolo Rocca, una de las cinco personas más ricas del país según la revista Forbes.
Esta empresa metalúrgica envió el telegrama de despido que desató este conflicto en Lanús en medio de una conciliación obligatoria entre la UOM y las empresas metalúrgicas que fue dictada por la Secretaria de Trabajo de Nación por múltiples conflictos que están abiertos a nivel nacional.
“Hay críticas al gremio porque no unifica la lucha a nivel nacional” cuenta un trabajador de SIAT y es que el gremio de los metalúrgicos, hasta el dictado de la conciliación obligatoria a nivel nacional, venía con semanas calientes. La UOM había iniciado un plan de lucha con paros en medio de la negociación paritaria y, aunque por el momento está en pausa, aún tiene abierto un enorme conflicto con el gobierno nacional en Tierra del Fuego.
Corresponsal
hoy N° 2063 11/06/2025
