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02 de octubre de 2010

Luego de la movilización de STIA del 6/10 a las oficinas centrales de Arcor –con una importante participación de las plantas de Córdoba–, y de una semana sin respuestas, la lucha siguió con nuevos bloqueos en las puertas de fábrica.

Paros en Arcor/Bagley de Córdoba

Hoy 1240 / Quieren hacer pagar la crisis a los trabajadores

Mientras, se discutía entre los compañeros cómo profundizar las medidas para arrancarle el aumento a la empresa. La discusión era si quite de colaboración, nuevos bloqueos, nuevas movilizaciones o ir al paro de la producción. La gran preocupación era cómo realizar una medida donde la empresa pierda más y se vea obligada a soltar la mano; y a la vez que no aproveche la cuestión de la crisis para suspender, rebajar horas de trabajo y rebajar salarios o directamente despedir.
Es una semana en que la empresa está muy dura, y cayeron todas las bolsas del mundo, comienza a recorrer el fantasma de “rebaja en la producción”, donde en la industria automotriz ya se anunciaron despidos, y encima, el traidor de Moyano se baja del pedido de los $ 500 para diciembre. Todo esto se va discutiendo, pero el problema de la falta de plata es el principal: hay una enorme cantidad de compañeros que están muy endeudados, y los ajustes mensuales son cada vez más grandes.
Finalmente, el gremio impulsó un paro de 15 minutos por hora para el lunes 20. Esto sin haber garantizado un debate profundo en asambleas por turnos y por planta, que permita unificar lo más posible cuando hay tanto debate y se propone una medida tan contundente.
El lunes 20 a las 8 hs se inició el primer paro de 15 minutos. En cada planta tuvo sus características, pero lo principal es que los compañeros y las compañeras realizaron la medida; que los efectivos animaban a los contratados para que paren; y que las líneas se llenaban de galletas que no se envasaban. A las 10 la empresa cortó la producción, y a la tarde les llegaron a todos los delegados telegramas de apercibimiento con amenazas de ‘medidas’. El gremio decidió entonces dar marcha atrás con la medida de lucha, y el martes llegó la conciliación obligatoria por 15 días.
En los compañeros hay bronca. Esto se vio en el paro del lunes,  donde la empresa tuvo que cortar la producción porque fue mucho el desperdicio en dos horas de paro. Ha comenzado el temor y el debate sobre la crisis y cómo hacer para que la paguen los de arriba y no los trabajadores, como viene planteando la CCC.
En el medio saltó el debate del traspaso de las AFJP al Estado, se escuchó: “ésta se quiere quedar con la plata nuestra”, “antes era la soja, ahora es la plata nuestra”, “para qué quieren esa plata”. No le creen a Cristina Kirchner…