El voraz incendio que se desató el 25 de diciembre en la zona de Los Manzanos, en el Parque nacional Nahuel Huapi (sur de Bariloche) arrasa con todo a su paso. La semana pasada se aceleró el avance de las columnas de fuego y los brigadistas trabajan sin descanso para extinguir las llamas en los bosques nativos y proteger a la población.
Según un reporte de Parques Nacionales, el siniestro ya afectó una superficie estimada de 5.108 hectáreas en el Parque Nahuel Huapi (Río Negro), en menos de un mes. A nivel Patagonia -Chubut, Río Negro y Neuquén- este verano ya se quemaron más de 10.000 hectáreas de bosques, pastizales y plantaciones: una superficie que equivale a media Ciudad de Buenos Aires. Además, expertos plantean que la crisis climática, la sequía, el viento y los pinos exóticos terminan favoreciendo la expansión del incendio.
Alejo Fardjoume, coordinador nacional de ATE Parques Nacionales, paritario nacional Brigadista, reveló que a nivel país estamos muy por debajo de las necesidades y recursos humanos para atender este tipo de catástrofes.
Según la Administración de Parques Nacionales, a diciembre del 2023, la planta mínima de brigadistas de incendios forestales a nivel del país debía ser de 700 combatientes, y hoy hay 400 trabajadores que le ponen el cuerpo al combate a incendios y atención de emergencias en todo el territorio.
“Despidieron a diez, hasta diciembre eran 410”, contó Fardjoume, y también dijo que les negaron el pedido de incorporación de 100 brigadistas. “Es fácil notar que el sistema está muy debilitado, desde el punto de vista del número de brigadistas para la posibilidad de la atención”, apuntó.
Es por esto que, ante un incendio de magnitud, el organismo no puede contener y debe pedir asistencia y apoyo a otras regiones del país, como sucede ahora en la Patagonia, a donde llegaron refuerzos de Salta, Jujuy y de otras provincias.
Se suma a la escasez de personal, la precariedad e inestabilidad de los contratos firmados -el 17 y 18 de enero- y los bajos salarios. “Hasta el año pasado los contratos eran por un año, ahora son por tres meses”, comentó. Asimismo, explicó que los 80 brigadistas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego al día de hoy no tienen los contratos firmados.
Sobre los sueldos dijo que ya empezaron a estar “debajo de la línea de la pobreza”, aclaró Fardjoume, quien también es trabajador de la Dirección Nacional de Operaciones de Parques Nacionales en la casa central en Capital Federal. “Esto implica o que trae aparejado la necesidad de muchos, de gran porcentaje de los combatientes de incendios forestales, a la necesidad de la búsqueda de un ingreso que complemente el de su trabajo principal”, explicó.
“Los brigadistas necesitan descansar, tienen un salario muy bajo, pero necesitan buscar ingresos complementarios, es un problema”, aseguró el referente nacional. Con respecto a los medios aéreos, dijo que se redujo la cantidad de horas contratadas este año respecto del año anterior.
En otro nivel, quedó muy lejos la promesa del pase a planta de la gestión anterior y se aleja la posibilidad de debatir la profesionalización, proyectar una carrera profesional y una capacitación permanente.
El sistema nacional se está debilitando, los brigadistas son cada vez menos, hubo además de despidos renuncias de brigadistas por el bajo nivel salarial y por la inestabilidad laboral y eso se nota en el combate a incendios en Río Negro por el pedido de ayuda a otras jurisdicciones y a otros parques nacionales, que quedan muy alejados del epicentro del incendio”, sintetizó.
Despidos y más achique de la planta
En un reporte detallado para este periódico, desde Bariloche, Marcelo Rojas; geógrafo, trabajador de la Dirección Regional Patagonia Norte de Parques Nacionales y delegado de ATE de Parques Nacionales en esa ciudad, dejó al descubierto la política de achique y recorte del gobierno de Javier Milei respecto del organismo, que de fondo esconde una clara maniobra de “mercantilización” de los recursos naturales.
“Tenemos la mitad del organismo precarizado, de 2.000 trabajadores, 1.000 precarizados con contratos anuales en un principio; en este momento y con el cambio de gestión, contratos trimestrales, mediante los cuales ejercen una enorme presión sobre el trabajador y la potencial pérdida de puestos de trabajo”, planteó.
En todo 2024 hubo 130 despidos y las autoridades adelantan más puestos de trabajo vacíos. “Quieren llegar a un número de 600 despidos en total con un planteo de dotación óptima del organismo. Desconocemos los criterios”, cuestionó Rojas, quien también es integrante de la Coordinación Nacional también de ATE en el sector.
“Para ser parte del planteo de la motosierra de la gestión, empezaron a realizar despidos injustificados, arbitrarios, debilitando áreas operativas, debilitando muchas labores que se venían realizando, recuerdo puntualmente los 5 despidos que se dieron en el Parque Nacional Lanín, de trabajadores que tuvieron que ser reincorporados porque eran fundamentales para sus tareas”, ejemplificó.
Por eso, durante todo el año llevaron adelante manifestaciones, movilizaciones, ruidazos, volantes y medidas de sensibilización social. La semana pasada realizaron un abrazo al lago Nahuel Huapi.
Ante la amenaza de una nueva vuelta de achique de planta en los sectores técnicos, áreas protegidas, hay un “ataque” específico al desarrollo de la ciencia en Parques Nacionales, con el anuncio de cierre del agrupamiento científico técnico que se fundó en 2022 y con más de 60 trabajadores.
Enfrentar esta política: reclamos históricos y actuales
Hace años, los reclamos son innumerables. Las organizaciones civiles reclaman más prevención, brigadistas e infraestructura para prevención y abordaje, pero también se pide la urgente investigación y penalización de las causas cuando se devela que el origen fue intencional.
Desde el sector, los trabajadores plantean la necesidad de sostener las políticas de conservación, el uso sostenible, el aprovechamiento y disfrute sostenible, que solo se logra de la mano de los técnicos, investigadores, brigadistas y científicos.
“Venimos planteando no sólo la lucha por nuestras reivindicaciones de derechos laborales, continuidad laboral, pase a planta permanente, que es algo que venimos realizando hace muchísimos años, si no que peleamos por el trabajo que se realiza desde hace décadas en
el organismo y que han realizado aquellos que nos antecedieron. Nuestra disputa es por la política ambiental y por la política de conservación de las áreas”, enfatizó Rojas y analizó cuál es la política de fondo y los lineamientos del nuevo gobierno.
Con 16 años de trayectoria laboral en el Estado, el geógrafo, dijo que las distintas políticas de esta gestión están inclinadas a la “mercantilización de las áreas protegidas”, orientada a una mayor cantidad de explotaciones y de emprendimientos turísticos por sobre los criterios de conservación.
“Nuestra lucha, es por nuestros derechos, pero es también por el organismo y por el respeto, de su historia y de sus misiones fundamentales de conservación”, aseguró.
El referente explicó que hay una enorme cantidad de prestadores de servicios turísticos que generan servicios fundamentales para las áreas protegidas y su postura no es en contra de ellos sino a favor del uso sostenible, el aprovechamiento y disfrute sostenible de las áreas. “Todo bajo criterios de conservación estrictos, porque nosotros protegemos el patrimonio natural y cultural dentro de cada una de las áreas protegidas”, lanzó.
“Hay líneas claras que orientan hacia la ponderación nada más del uso público de las áreas y que dejan a la conservación en un segundo lugar”, dijo Rojas y aclaró: “Necesitamos evitar esos impactos, garantizar la sostenibilidad de las actividades mediante distintas medidas de mitigación, las evaluaciones ambientales necesarias”.
El uso público tiene que ir de la mano de la conservación y tiene que estar en base a la conservación de las áreas protegidas. Los impactos son irreversibles.
Otras zonas afectadas
En Chubut ya superaron las 3.075 hectáreas arrasadas en Epuyen, 2.000 hectáreas en Atilio Viglione y en Neuquén, son 450 hectáreas cerca de Caviahue. Según Greenpeace, la superficie afectada por incendios en los Bosques Andino Patagónicos de Argentina en solo cinco meses (octubre 2023 y marzo 2024) fue de 7.747 hectáreas, el 90% en la provincia de Chubut.
Corresponsal
hoy N° 2044 29/01/2025