En la madrugada del 17 de junio de 1975 fue secuestrada en su domicilio del sur del Gran Buenos Aires, y posteriormente asesinada, la camarada Patricia Inés Tosi.
“Truca”, como la llamábamos sus compañeros, era estudiante de historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y trabajaba en la Junta Nacional de Granos.
En la madrugada del 17 de junio de 1975 fue secuestrada en su domicilio del sur del Gran Buenos Aires, y posteriormente asesinada, la camarada Patricia Inés Tosi.
“Truca”, como la llamábamos sus compañeros, era estudiante de historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y trabajaba en la Junta Nacional de Granos.
Tenía 22 años. Afiliada al PCR desde 1971, había estado a la cabeza de la lucha estudiantil contra la dictadura de Lanusse y, desde noviembre de 1974, cuando el PCR definió claramente su posición antigolpista, estuvo también a la cabeza de la lucha contra el golpe de Estado, denunciando sus preparativos, en defensa de los estudiantes, del pueblo y de la Patria.
Bandas golpistas –antecesoras de los “grupos de tareas” que después caracterizarían la dictadura violovidelista– asolaban la provincia, apañadas entonces por el gobernador Calabró. El secuestro y asesinato de Patricia Tosi –como antes los de Daniel Winer, Enrique Rusconi, Ana María Cameira, David Láser, Carlos Polari, Herminia Ruiz y Guillermo Gerini–, intentaban silenciar la voz del PCR y la JCR, golpeando en particular al movimiento estudiantil para confundirlo y desviar su lucha. En esto coincidían tanto los golpistas proyanquis como los prorrusos, que disputaban entre sí por hegemonizar el frente golpista que instauraría la más feroz dictadura militar del siglo pasado, el 24 de marzo de 1976.