Continuamos desarrollando los debates que se dieron dentro del Partido Comunista de la Argentina entre 1926 y 1928, que llevaron a la ruptura de este partido, y a la fundación del Partido Comunista de la Región Argentina en enero de 1928 encabezado por José Penelón, hasta ese entonces uno de los principales dirigentes obreros del PC.
Una de las cuestiones centrales del debate del sector de Penelón con el encabezado por Rodolfo Ghioldi, a quien luego se sumó Victorio Codovilla, fue la táctica hacia el alineamiento sindical. Recuerda Otto Vargas en el tomo 2 de El marxismo y la revolución argentina que en la segunda mitad de la década de 1920 “El movimiento obrero estaba dividido entre la Unión Sindical Argentina (USA), que contaba con unos 10 mil miembros (había tenido una pérdida catastrófica de adherentes si se considera que cuatro o cinco años antes tuvo 30 mil); la FORA, a esa altura muy desprestigiada, que tenía unos 3 mil (los obreros se habían cansado de la gimnasia revolucionaria anarquista con sus permanentes llamados a las huelgas generales y los boicots, y, además, los anarquistas estaban divididos en cuatro grupos); los gremios autónomos, con unos 7 mil miembros y la COA, que agrupaba a 90 mil, de los cuales 80 mil eran ferroviarios”.
El PC venía con un trabajo histórico dentro de la USA, que estaba hegemonizada por la corriente sindicalista, y entre los autónomos, pero al surgir la COA, por impulso entre otros de los socialistas, se abrió el debate sobre qué hacer.
En el curso de la “crisis Penelón” esta discusión se hizo compleja porque se cruzaron, además de las opiniones de los distintos dirigentes comunistas locales, las de los “delegados” de la Internacional Comunista como Boris Heifetz, quien aquí fue conocido con los seudónimos de Guralski, Williams, Rústico y Raymond y de Anselmi, de la Internacional Sindical Roja. El otro factor que enredó aún más las cuestiones en debate fueron las reuniones en Moscú de comisiones especiales de la Internacional, que debatieron largamente el “caso argentino”.
Sobre la base de una débil incidencia del PC en el movimiento obrero, el italiano Anselmi propuso formar una nueva central sindical. Codovilla se opuso, y Ghioldi acusó a Florindo Moretti, responsable sindical del Partido y aliado de Penelón, de ser coautor del proyecto divisionista. El otro debate fue alrededor de cómo entrar a la COA. Los penelonistas decían entrar directamente, y el otro sector proponía crear un Comité Provisorio de Unidad Nacional, y desde ahí negociar la incorporación.
Hoy N° 1786 09/10/2019