—¿Cuál es la situación de los trabajadores del teatro?
—Luego de años de inestabilidad se logró que en noviembre del año pasado comience a tramitarse el pase a planta con la promesa de que estaríamos mensualizados en pocos meses. Al día de la fecha seguimos en la misma situación de inestabilidad.
—¿Cuál es la situación de los trabajadores del teatro?
—Luego de años de inestabilidad se logró que en noviembre del año pasado comience a tramitarse el pase a planta con la promesa de que estaríamos mensualizados en pocos meses. Al día de la fecha seguimos en la misma situación de inestabilidad.
En el teatro trabajamos casi 300 personas, de las cuales alrededor de 40 estamos en negro, sin aportes, ni ART, sin poder proyectar un futuro para nosotros ya que el sueldo varía de mes a mes según lo que trabajemos.
—¿Cómo se organizaron para encarar esta lucha?
—Un grupo de trabajadores en negro, nucleados en ATE, decidimos hacer una asamblea en la que concurrieron compañeros de los tres gremios (UMTT, UPCN y ATE) y los no afiliados. Esto nos permitió unificar posiciones y que, más allá de las diferencias, lo principal era que nos unía la misma realidad. Poner el acento en las cosas que nos unían y discutirlo democráticamente en asamblea fue fundamental para comenzar y mantener la lucha. Ahí es donde los compañeros dieron su voto de confianza y eligieron delegados de la asamblea. Los cuales articulan lo que se decide en asamblea con los representantes estatales.
—¿Cómo jugaron los compañeros en blanco?
—Lo primero que se hizo fue ganar la adhesión de nuestros compañeros efectivizados, con los cuales juntamos firmas y les íbamos comunicando de las decisiones que discutíamos en las asambleas. El conjunto de los compañeros se solidarizaron lo que nos fortaleció y rompió con el escepticismo.
—¿Qué iniciativas tuvieron?
-Al ser un lugar relacionado con la cultura y centro de actividades de gran importancia política, nacional e internacional, comenzamos con una volanteada dentro del teatro. También volanteamos en el municipio cuando se encontraban altos funcionarios del FpV en un congreso sobre el trabajo registrado. Estas actividades sirvieron para tener varias reuniones con el director quien se tuvo que comprometer públicamente con nuestra lucha.
Con el respaldo de los tres gremios y el director pudimos entregarle una carta en persona al ministro de Cultura de la provincia, Jorge Telerman, uno de los máximos responsables de nuestra situación.
Durante los diferentes espectáculos logramos desplegar la bandera “basta de trabajo en negro” en el escenario con el caluroso y encendido aplauso de la gente y el aval de los artistas, cosa que nos causó gran emoción, ya que amamos trabajar con la cultura con todo lo que esto implica.
También artistas como Peteco Carabajal, Jorge Drexler, Luis Reales, Orquesta Juan de Dios Filiberto y la periodista de canal 7 Gabriela Radice nos mostraron su apoyo e indignación con lo que estaba sucediendo. También nos encontramos con la nueva ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, y aunque los funcionarios obsecuentes de siempre quisieron impedir este encuentro, conseguimos que se saque una foto con nosotros exhibiendo el cartelito de “basta de trabajo en negro” y forzamos una reunión con funcionarios nacionales que prometieron destrabar el conflicto.
—¿Cómo sigue el conflicto?
—Más allá de las promesas, se decidió en asamblea no cesar con ninguna de las actividades que venimos impulsando hasta que se regularice la situación de todos. Si a la brevedad no hay respuesta, viajaremos a la ciudad de La Plata a exigirle al gobernador Scioli que destrabe nuestros legajos. Nuestra lucha continúa con la paradoja de que nuestro empleador es el propio Estado, cosa que nos llama la atención, luego de la cadena nacional de Cristina diciendo que iba a terminar con el trabajo en negro, siendo que en el teatro hay compañeros desde el 2004 en esta situación. Entre todos nos dimos cuenta que no es una cuestión económica, ya que la partida presupuestaria de nuestros sueldos está desde noviembre del año pasado, es meramente una decisión política. Por eso el único camino que hay es el de la unidad y la lucha.