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12 de febrero de 2025

Entrevista a la werken (vocera) de la Lof Las Huaytekas, en Río Negro

“Peleamos contra los incendios y los desalojos”

Conversamos el viernes 8/2 con la werken (vocera) Mirta Ñancunao, de la Lof Las Huaytekas, ubicada en El Foyel, a 30 km de El Bolsón, en el sur de Río Negro, para conocer la situación de las comunidades mapuches y de los pobladores ante los incendios en la región, y su lucha contra los intentos de desalojos.

Lo primero que nos dice Mirta es que “el fuego no diferencia, la situación de nuestras familias y comunidades es la misma de muchas familias que no son mapuches. Hay más de 100 chacras arrasadas”. Al momento de la entrevista, el fuego estaba un poco más controlado, pero la compañera advertía que “esto puede cambiar, dependiendo del viento y de otras cuestiones”.

“Estamos todos en alerta y trabajando continuamente, con muchos vecinos y vecinas al frente, muchas mujeres al frente, peleando para que el fuego no se siga expandiendo. Es un trabajo arduo y de gente muy valiente, y también están los organismos oficiales de la provincia y bomberos voluntarios.  Los pobladores hacen un trabajo muy valioso en esta situación tan dolorosa, que no se sabe el final”.

Ñancunao dice que va a costar mucho tiempo recuperar esas tierras arrasadas por el fuego, donde “no hay formas de vida en el corto plazo”, y que los focos de incendio activos en la región son dos, uno en la parte de la comarca andina que pertenece a Río Negro, y otro en Chubut. “Estamos rodeados de fuego”.

Cuenta la werken que “La situación es muy dolorosa. Hay gente que ha perdido todo, y acá se nos viene el invierno pronto, ya en abril, que es muy crudo, con frío, agua y nieve. Y hay familias enteras sin techo, y sin sus unidades productivas”.

Sobre los ataques del gobierno de Milei, y de los gobiernos de Río Negro y Chubut, responsabilizando a los originarios de los incendios, Mirta nos dice: “Esto el gobierno lo viene haciendo desde hace varios años. Nos usa para lavar sus culpas y responsabilidades. Al contrario, en nosotros está presente siempre la defensa de nuestros territorios y de la vida. Dejaríamos de ser mapuches si no hiciéramos esto”.

Y agrega que además de los incendios, las familias y las comunidades vienen en una lucha desde hace muchos años contra los desalojos, por parte de empresas inmobiliarias, y extranjeros millonarios que se quieren apropiar de estas tierras. “Nosotros tenemos un doble peligro. O perdemos las tierras en los incendios, o en los desalojos.

“Estos millonarios vienen por todo, como Lewis, inversores cataríes y árabes, que quieren el agua, el territorio, se están quedando con todos nuestros recursos hídricos”, dice Mirta, y da ejemplos concretos de cómo sacan las tierras de las comunidades “no para un argentino que quiere un pedacito de tierra, sino para estos millonarios”.

Al contrario de lo que dicen los medios, aclara nuestra entrevistada, “las tierras mejor cuidadas son en las que se asientan nuestras familias y comunidades, y enfrentamos todo el tiempo amenazas de desalojo y denuncias por ‘usurpación’. Son comunidades que están desde fines del siglo 19 en esos territorios”.

Describiendo la situación en El Bolsón, cuenta Mirta que, además de las detenciones de dos brigadistas acusándolos de ser los que provocaron los incendios, “detienen a gente de las comunidades por averiguación de antecedentes. En un pueblo en el que nos conocemos todos, y así nos hostigan permanentemente”.

 

La vida en las comunidades

Sobre la comunidad Las Huaytekas, cuenta la werken que está “a 30 km de El Bolsón. En general las familias y las comunidades, que estamos más organizadas, para defendernos del gobierno y los extranjeros que nos viven sacando las tierras. Tenemos una forma de vida basada en la siembra y en los animales, que nos da autonomía. No son campos grandes, son chacras. Lo que se trabaja te da comida para todo el año, y algunos miembros de las comunidades trabajan como empleados municipales, o de porteros en las escuelas. Estamos en una zona de bosques, una de las pocas zonas de bosques de la provincia”, y cuenta que la pelea por permanecer viene prácticamente desde el fin del genocidio de Roca a fines del siglo 19. Mirta hace la historia de las empresas que vinieron a hacer plantaciones de pino, que luego abandonaron, “con un despojo a mansalva. Estos mismos pinos se expanden, alientan los incendios, e invaden los campos de pastura.

“La pelea contra los desalojos, en esta zona, es con las empresas forestales que hoy quieren hacer loteos inmobiliarios, en esos mismos lugares donde habían hecho plantaciones de pino. Y también con empresarios cataríes que se vienen quedando con las fuentes de agua en las altas cumbres, que la gente usaba para la veranada.

“La lucha nuestra es por el territorio, lo que implica un montón de cosas, no es solamente la tierra donde estamos viviendo. Implica nuestra continuidad como pueblo. Hoy nos están quitando legislación que se había ganado en la provincia con la lucha de muchas comunidades. Desde el Consejo de Desarrollo De Comunidades Indígenas, damos la pelea por la devolución de las tierras ancestrales. Hoy esto se hace más difícil porque modificaron para peor una ley de tierras provincial, que habilita los loteos inmobiliarios. En la provincia tenemos la ley 2287, del año 88, en la que el organismo de aplicación es el Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas, es una ley de avanzada. Y si tenemos en cuenta que no se aplica la ley 26.160, nacional, que algo protegía a las comunidades, si bien los desalojos seguían, ahora es más difícil esta pelea por la defensa de nuestros territorios y comunidades”.

Finalmente, la werken Ñancunao, dice que “Estamos en esta pelea, contra los incendios por un lado, y contra el gobierno, que avanza con avalar estos proyectos inmobiliarios y los mineros”, y aclara que los pobladores conocen que otras veces ha habido incendios por descuidos, o por el mal estado de las líneas eléctricas, pero que ahora “muchos dicen que son intencionales, y que detrás están las empresas que tienen intereses inmobiliarios, porque esa tierra arrasada no sirve para producir, y las familias la terminan vendiendo. Nos acusan de incendiarios y terroristas a los mapuches, y los terroristas son ellos, que mandan a quemar nuestras tierras”.

Foto: En El Bolsón hay más de 100 casas destruidas por el fuego

Hoy N° 2046 12/02/2025