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08 de octubre de 2024

Luchas del campesinado pobre contra la política expulsiva del gobierno de Milei

“Peleamos para no abandonar las quintas”

Conversamos con la compañera Albina Videz, dirigente de la Asociación Medieros y Afines (Asoma-FNC) y miembro del Comité Central del PCR, sobre la situación de las y los campesinos pobres.

Conversamos con la compañera Albina a las 7.30 de la mañana, cuando ya pasaron varias horas del comienzo de su jornada de trabajo. “En estos meses comenzamos 4, 4.30 de la mañana, porque ya a media mañana es mucho el calor, tanto para el trabajo al aire libre como en el invernadero. Yo además tengo que combinar el trabajo con el rol de dirigente campesina. Pero no me imagino viviendo en otro lado que no sea la quinta”.

Sobre la situación de los campesinos pobres, nos dice la compañera que “Es bastante dramática. Si bien veníamos de estar mal, con las políticas de este gobierno se agudizó muchísimo esa situación”, y dio ejemplos de un compañero que en una reciente reunión de comisión directiva de Asoma contó que pasó de pagar 60 mil pesos la boleta de luz en noviembre, y ahora le llegó 700 mil. Además, dice Albina “el alquiler más barato ronda los 100 o 150 mil pesos, pero en lugares con calles intransitables si llueve, que tiene que mantener el productor para que los camiones entren a cargarle la verdura. Y ni que hablar si hay una emergencia y tiene que entrar una ambulancia. Y encima, cuando arreglamos el camino nos suben el contrato de alquiler”.

Sobre lo que se está pagando la producción en la zona de las quintas del Gran la Plata, cuenta Videz que “Una jaula de espinaca o de acelga, de 12 paquetes la tenemos a $1000. Lo mismo una jaula de lechuga de siete kilos, o un cajón de apio. El plantín de apio sale $1000 la bandejita de 200 plantas. Una jaula de brócoli se paga $3000, y la bandejita de 200 plantas sale $10 mil.

“La mayor parte la vendemos, como decimos nosotros ‘a culata de camión’. El que tiene el puesto en el mercado viene a la quinta, deja la jaula y me dice ‘tanto de acelga, tanto de lechuga’, de las cosas que tenga. Se lleva la verdura y a la semana recién trae la boleta de todo lo que cargó, y los precios los ponen ellos.  La mayoría no tenemos vehículos”.

 

Reclamos en la provincia de Buenos Aires

“Como Federación Nacional Campesina y como UTEP tuvimos diálogo con el ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, y nos plantean la complicación de que provincia no recibió el dinero de la coparticipación.  Venimos reclamando subsidios desde el año pasado, cuando este año ya tuvimos inundaciones y caída de granizo, donde un gran sector perdió prácticamente toda la producción. También quedaron afectadas viviendas”.

Cuenta Albina que después de muchos trámites, en los que el productor tenía que elegir entre un rollo de nylon o un kit de semilla que no pasa los 2 kg, y pedir un subsidio de $400 mil, pero con requisitos que la mayoría de los productores no tiene, “el 95% de los productores de La Plata no recibieron ni una cosa ni otra, porque terminaron diciendo que no eran zonas prioritarias. Ahora nos dicen que no hay plata. Nosotros les hemos dicho que dialogamos, pero necesitamos respuestas concretas, y no le vamos a cuidar el asiento a los funcionarios”.

 

La gente va volviendo a la organización

Albina relata que en la última reunión de la Mesa Nacional de la FNC se contaron las grandes dificultades que tienen las y los compañeros de todo el país para la producción.

“Venimos en un recorrido. Al comienzo del gobierno de Milei apareció el miedo, porque se hizo una gran campaña de meter miedo a la gente para que no luche. Eso dificultó mucho el funcionamiento de la organización, pero lo que va apareciendo ahora, que nosotros lo dijimos, es que, si no hay respuestas concretas, crece el hambre y la desocupación, el miedo va quedando de lado. La gente va volviendo a la organización. Muchos del sector nuestro votaron al gobierno con la esperanza de un cambio. Muchos compraron que nuestra producción se iba a vender en dólares, porque se compran los insumos a valor dólar.

“No fue así, y cuando empezó a ajustar la inflación en el bolsillo, en la vida cotidiana de la familia, la opinión con respecto al gobierno fue cambiando. Incluso muchos de los que lo votaron tienen bronca”.

Cuenta la compañera, que producto de la política de este gobierno “hoy no tenemos ninguna ventanilla para reclamar asistencia, ni los campesinos pobres ni las economías regionales. Cerraron el Instituto de Agricultura Familiar Campesino Indígena, el programa del Pro Huerta del INTA, y otros programas”.

 

Hoy nos toca pelear la unidad por arriba y por abajo

“Por eso decimos que se va a situaciones dramáticas, en lo inmediato en diciembre. Muchos pueden dejar la producción en los cordones frutihortícolas. Tomemos sólo los aumentos de la luz. Si en invierno, que casi no se prende la bomba para regar, se pagaron boletas de 700 mil pesos ¿cuánto va a llegar en verano? Y encima hablan de que va a haber cortes de luz programados. En esa temporada, el tomate, el morrón, si no se riega se quema y se pudre. Son producciones con costos muy altos”.

Albina dice además que preocupa el aumento de los robos de verdura en las quintas, y que eso “nos lleva a pelearnos con uno que está peor que nosotros”.

Por eso nosotros planteamos que hay que pelear la organización, porque nadie se salva solo.  Tenemos que unir la fuerza, incluso con los que tenemos enormes diferencias. Muchas veces eso pasa con los dirigentes, porque con las y los compañeros de las diferentes organizaciones estamos en las mismas quintas, y compartimos muchas cosas. Hoy nos toca pelear la unidad por arriba y por abajo. La gente está viendo dónde se suma y qué organización lucha para salir a pelear por lo por lo menos una respuesta que le permita seguir produciendo.

 

16 de octubre: Jornada de lucha

Albina cuenta que vienen con distintas iniciativas de lucha, como la que se desarrolló en la zona del cordón hortícola del Gran La Plata, de una procesión en acuerdo con sectores religiosos.

“Esto es algo que nunca habíamos hecho, y está muy profundo en muchas y muchos compañeros, que además somos de nacionalidad boliviana. Apelamos a esa religiosidad, y en conjunto con otras organizaciones agrarias y con el obispo de La Plata motorizamos esta actividad. Desde la Iglesia también se está empujando la lucha.

“Fue una buena actividad, que nos fortaleció. Se engancharon, porque era contra el hambre, en protección del cinturón hortícola, por la tierra para producir, que es lo que nosotros tanto anhelamos algún día, poder tener un pedacito de tierra”.

Finalmente, la dirigente campesina nos dice que el 16 de octubre, Día de la Soberanía Alimentaria, “acordamos en la Mesa Nacional de la FNC realizar una jornada nacional de lucha, con la modalidad que se vea en cada lugar. Habrá verdurazos y ferias, para mostrar nuestra producción, y alertar sobre el riesgo de desaparición de nuestro sector.

Porque el peligro es la desaparición de los productores familiares, y la concentración de la producción en pocas manos. Mientras muchos tienen la preocupación principal en las elecciones, a nosotros nos preocupa el hambre de hoy, y así estamos logrando unidad con sectores que antes no nos aceptaban”.

 

hoy N° 2030 08/10/2024