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02 de octubre de 2010

En las elecciones de Centro votaron 2.520 estudiantes. El MLI obtuvo 953 votos, El Gradiente: 566, el Frente x Ingeniería: 513,

Perdió el Frente x Ingeniería, ganó el MLI

Centro de Estudiantes de Ingeniería de la UBA

Después de 12 años de conducción, La Corriente –con el Frente x Ingeniería– fue derrotada y desplazada de la conducción del CEI. Finalizado el escrutinio, el presidente saliente, Leonardo Perna, hizo entrega al presidente electo, Marcelo Montes, ante la presencia de militantes de las distintas agrupaciones, del cuadro de Daniel Winer, secretario gremial del CEI secuestrado y asesinado por las bandas golpistas en 1974.
Triunfó, en estas elecciones, una lista de oposición a la política del decano Rosito, aunque de características moderadas, de centroizquierda.
Luego del resultado adverso en las elecciones de Consejo Directivo y aún en medio de la infame campaña, La Corriente y el FxI, encararon las elecciones del CEI con ofensiva, con una política unitaria y con un gran despliegue de propaganda, con el respaldo de compañeros de todas las facultades. La combatividad de esta fuerza quedó en evidencia incluso finalizada la elección, cantando durante toda la noche del viernes mientras se realizaba el escrutinio y se conocían los resultados, marcando el blanco en el kirchnerismo, en Rosito y en el Gradiente (que integra su bloque de gobierno). “Diez años esperando y no podés ganar el Centro”, “Uno, dos, tres… once, doce: vamos a volver”. En la cara de Rosito, que en una actitud de clara provocación y forzado exitismo se paseaba entre los bombos y la barra de la CEPA, los cantos señalaban que la Corriente es una fuerza preparada para seguir organizando a los estudiantes contra su política, y que aún perdiendo el Frente, el resultado de la elección no le fue favorable al decanato, ya que la lista que respaldaba, El Gradiente, se derrumbó del primer lugar obtenido 15 días antes en la elección de Consejo Directivo.

Una contraofensiva reaccionaria
La elección transcurrió en el marco de la continuidad de la política de ahogo presupuestario que impone el gobierno de Kirchner y el avance con las reformas de planes de estudio de acuerdo a los criterios de la Coneau y la Ley de Educación Superior. Las elecciones fueron terreno de una contraofensiva del gobierno y del Rectorado de la Universidad, luego de cerrar una crisis política de más de 5 años y de que la UBA estuviera sin rector durante todo el 2006, en medio de la lucha de estudiantes y docentes por más presupuesto y cogobierno.
Son las elecciones posteriores al 18/12/06, cuando designaron a Hallú como rector en la escandalosa Asamblea realizada violando el Estatuto en el Congreso con represión a estudiantes y docentes y un operativo con 800 efectivos de la policía, que expresó el acuerdo entre los decanos y sectores del radicalismo y la Franja, que habían controlado el Rectorado en el último período de Shuberoff, con Filmus y Alberto Fernández.
A partir de allí, desataron una contraofensiva sobre las fuerzas estudiantiles y docentes que impulsaron la lucha por la democratización del cogobierno. Esta ofensiva incluyó la persecución política con sumarios y causas judiciales a los principales dirigentes estudiantiles, docentes y no docentes de la FUBA, de Ingeniería y del Colegio Carlos Pellegrini, donde además se allanó el Centro de Estudiantes. Buscan con esta contraofensiva garantizar una política que avance con la Coneau; que mantenga la UBA funcionando con un bajo presupuesto, autofinanciamiento, privatizaciones y ajustes; que consolide el CBC y la división de las carreras en ciclos y que mantenga el actual sistema de gobierno.

El resultado
 Un dato a tener en cuenta de las elecciones del CEI es el hecho de que El Gradiente pasó de ganar las elecciones de Consejo Directivo 15 días antes, a perder las de Centro de Estudiantes. Incluso salió en último lugar en la sede central de Paseo Colón, donde vota el 80% de los estudiantes, los primeros años y la mayoría de las carreras. Tras el resultado de Consejo Directivo, la ofensiva de la Corriente ayudó a dejar más claro la responsabilidad de la política del gobierno implementada por Rosito y su fuerza estudiantil El Gradiente, en la situación de crisis y caos que atraviesa la Facultad de Ingeniería. En el transcurso de la campaña se conoció además, la caída de varios cargos políticos en los que se malgastaba el presupuesto de la Facultad y que detonaron el paro no docente, incluidos los de militantes del Gradiente. Estos cargos habían sido dados de baja previo a la elección de Consejo Directivo, aunque esto se mantuvo oculto para proteger al Gradiente y en contra de la conducción del CEI. Después de la elección de Consejo, La Corriente retoma la ofensiva, caen los cargos políticos y en los últimos días empieza a ganar el paro.
El paro no docente se inició a principios del cuatrimestre. El decano cerró la Facultad durante dos semanas, poniendo en riesgo el propio cuatrimestre. Pasó por 20 días de conciliación obligatoria y se reanudó 24 horas antes de la elección de Consejo, continuando hasta hoy.
Las elecciones del CEI volvieron a reflejar la enorme campaña basura, anti-PCR y “antipiquetera” contra las fuerzas que venían conduciendo el Centro. Campaña que llegó a confundir incluso a gente de izquierda. El paro no docente actuó además como catalizador de una situación más compleja que vive la Facultad, al temerse, en un sector de la masa, la pérdida del cuatrimestre.
La Corriente y el FxI (integrado además por EIA –orientada por el PO- y estudiantes independientes) enfrentaron una campaña desplegada con el aparato del Estado y grandes medios (La Nación, Ambito Financiero). Rosito y El Gradiente utilizaron todas las palancas institucionales en su beneficio, enviando mails y volantes falsos a los alumnos con la base de datos institucional de la Facultad, utilizando la página web oficial para atacar a la conducción del CEI, y contratando directamente desde el decanato a volanteadores para continuar la campaña basura durante las elecciones del Centro.
Por otra parte, la pérdida del control estudiantil de los servicios (comedor, apuntes, fotocopias) dificultó al Frente que conducía el Centro la relación con un sector importante de la masa. Al mismo tiempo, la situación actual de los servicios controlados ahora por Rosito –que eliminó el menú estudiantil y las becas del comedor y que resuelve de manera ineficiente los apuntes y las fotocopias– demuestra la justeza de la lucha por subsidio estatal y control estudiantil. Sin embargo el balance de la lucha por el subsidio y contra el ataque del decano sobre los servicios aún está abierto.
El MLI (Movimiento Linealmente Independiente) se empieza a gestar luego del 2003 y de la toma del decanato que enfrentó el golpe contra el decano Cernuschi con el que finalmente, luego de idas y vueltas quedó como decano Rosito. Su triunfo en las elecciones del CEI expresa una corriente de moderación entre los estudiantes, ante una situación que va teniendo un desenlace y en un contexto muy caótico en la Facultad.
Al mismo tiempo, el resultado muestra una gran mayoría de votos a listas opositoras a la política de Rosito, lo que sumado a la ofensiva con la que La Corriente sale de la elección, plantea buenas condiciones para reagrupar fuerzas y enfrentar la ofensiva reaccionaria de Rosito, el rectorado y el gobierno, en los cursos, con el cuerpo de delegados y en la Comisión Directiva del CEI. Los no docentes están además cerca de torcerle el brazo a las autoridades de la Facultad, y obtener recategorizaciones, nombramientos y menú no docente en el comedor.
El resultado de las elecciones del CEI deja planteado también condiciones para unir fuerzas en la FUBA realizando un Congreso antes de fin de año, y continuar impulsando la lucha contra la política del gobierno de Kirchner y el bloque que controla el rectorado de la UBA.