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02 de julio de 2014

Pérez Reverte, tomatelás

Basura intelectual de un escritor de moda

Augusto Pérez Reverte, conocido escritor español, que se vanagloria de ser de los más vendidos en su país, de paso por Buenos Aires presentando su novela El francotirador paciente, afirmó “la humanidad se va a ir al carajo”.

Augusto Pérez Reverte, conocido escritor español, que se vanagloria de ser de los más vendidos en su país, de paso por Buenos Aires presentando su novela El francotirador paciente, afirmó “la humanidad se va a ir al carajo”.
Esto lo dijo en una charla en la Feria del Libro. Reverte, que fue muchos años corresponsal de guerra, es uno de los escritores mimados por ciertos sectores de la intelectualidad porteña, que disfrutan su “nihilismo”, como describió la Agencia oficial Télam esta charla.
Reverte, quien se hizo conocido por su serie del Capitán Alatriste, con su aire arrogante afirmó que “el mundo es un lugar peligroso. Poquito a poquito nos vamos suicidando”. Y que “De cada mil personas hay un malvado y el 99.9% restante son imbéciles, estúpidos”.
Este personaje, que la va de estar de vuelta de las ideologías mientras se vanagloria que Esperanza Aguirre, una de las políticas más conservadoras del Partido Popular y condesa, por añadidura, le haya financiado una exposición, ha denostado en varias oportunidades a la Guerra Civil Española “un tema narrativamente agotado”, y hasta injurió a los brigadistas internacionales que pelearon del lado de la República, diciendo que eran iguales a los fascistas italianos y los nazis que pelearon del lado de Franco. 
Para Pérez Reverte todos eran “hijos de puta que ni siquiera sabían hablar en castellano y vinieron aquí a mojar en la sangre y en la muerte que solo era de nuestra incumbencia, sin que a ellos les hubiera dado nadie maldita vela en nuestro entierro”, y agrega en este artículo de 2011: “No es cierto que nos ayudaran; déjenme de milongas pamperas, de camelos retóricos, de demagogia. El arriba firmante se cisca (se caga) en la solidaridad internacional de las derechas y las izquierdas, en los discursos y en la mandanga”. 
No vale la pena enumerar la larga lista de ejemplos de heroísmo por parte de esos brigadistas venidos de los cinco continentes, muchos de los cuales dejaron sus vidas en suelo español, para contestarle a este reverendo hijo de su madre. Sólo permítannos recordar las estrofas de un poema de Rafael Alberti dedicado a las Brigadas Internacionales, escrito en Madrid en diciembre de 19136, y con él decirle a Pérez Reverte, en buen argentino “Andate al carajo”.