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29 de octubre de 2025

Fábrica tomada en provincia de Buenos Aires

Permanencia en Acería Berisso

El jueves 23/10 los trabajadores de Acería Berisso (Villa Argüello) tomaron la fábrica en reclamo por salarios adeudados y la amenaza de alrededor de 20 despidos.

Al cierre de esta edición sigue la negociación entre la empresa, el gremio, el Ministerio de Trabajo de provincia y el municipio. Familiares, vecinos y compañeros/as de la JCR y el PCR en Berisso hacen el aguante en la puerta para bancar la permanencia pacífica y apoyar a hermanos, padres, hijos y amigos en Villa Argüello, Berisso. En medio de esto, entrevistamos a uno de los jóvenes trabajadores.

Sobre el origen de la toma, nuestro entrevistado nos decía que hace dos años la empresa cambió de firma y comenzó una etapa de vaciamiento y maltrato laboral. “Hubo una asociación de la que nunca nos informaron y cambiaron el nombre de la empresa. Con la nueva gestión vinieron nuevas formas de producir, de mala calidad, que no son correctas para una fundición. Así se empezó a perder trabajo y clientes”, relató.

Los nuevos dueños -denunció- no invirtieron en instrumentos de medición ni en control de materiales, lo que deterioró la calidad del producto y la situación de la fábrica. “Nos echaron la culpa a nosotros, pero la responsabilidad es de ellos por imponer métodos erróneos. Además, dejaron de pagar sueldos y aguinaldos, y se negaban a abonar los aumentos homologados por la UOM”, explicó.

Tras meses de conflicto en el Ministerio de Trabajo, recién en octubre los obreros cobraron el retroactivo de abril. “Tardamos seis meses para cobrar dos quincenas y el aguinaldo. Cuando parecía que se normalizaba, trabajamos una quincena más y volvieron a no pagar. Después directamente nos cerraron la puerta en la cara”, denunció.

La empresa reabrió luego con solo doce trabajadores -“los más allegados a la patronal”-, dejando afuera a la mayoría. “Nunca nos notificaron si estábamos despedidos. Dijeron que era licencia con goce de sueldo, pero no pagaron nada. Deben aportes al sindicato, a la obra social y a la Anses. Es una situación que se fue yendo de las manos. Ahora la empresa entró en crisis, porque ellos la terminaron de fundir y le echan la culpa a los trabajadores. La culpa es de ellos por imponer nuevas formas que ya estaban preestablecidas y que funcionaban correctamente.

“Tuvimos que tomar la empresa porque no teníamos respuesta alguna, ni con el ministerio de nuestro lado. Cierran las puertas sin avisar nada”.

Hoy los trabajadores mantienen una permanencia dentro de la fábrica, reclamando una solución. “No tengo un peso. Estoy en relación de dependencia, pero sin cobrar. Algunos compañeros con más años no pueden salir a buscar otro trabajo. Así no se puede vivir”, expresó el compañero.

Mientras los obreros denuncian falta de pago, la patronal adquirió nuevas máquinas valuadas en millones de dólares. “No garantizan sueldos ni trabajo, pero se compran dos montacargas nuevos. Mienten a los bancos, a la UOM y al Ministerio. No saben producir, no saben nada de fundición, no nos garantizaron un sueldo ni laburo nunca. Aguantamos dos años y la verdad ya no damos abasto”, afirmó el entrevistado.

Frente a esta situación, los trabajadores consideran que la única salida es que la empresa pase a manos de sus operarios y convertirla en cooperativa. “Cuando no había supervisión, llegamos a producir 40 o 45 toneladas. Si el Ministerio de Producción nos apoya, podríamos ponerla en marcha como cooperativa. Acá hay gente que sabe de fundición, no como ellos”, concluyó.

 

Corresponsal

hoy N° 2083 29/10/2025