Durante el mes de octubre de este año, un compañero lanusense, histórico de la Azul y Blanca, como director de escuela, fue separado del cargo por las autoridades educativas locales.
Utilizaron como excusa un emergente escolar de los tantos que tienen que atravesar los trabajadores docentes, en una escuela pública desfinanciada y carente de recursos humanos y materiales.
Durante el mes de octubre de este año, un compañero lanusense, histórico de la Azul y Blanca, como director de escuela, fue separado del cargo por las autoridades educativas locales.
Utilizaron como excusa un emergente escolar de los tantos que tienen que atravesar los trabajadores docentes, en una escuela pública desfinanciada y carente de recursos humanos y materiales.
No obstante, el causal de fondo fue el enfrentamiento contra la política educativa, que el compañero fue encabezando durante este año, tanto frente a iniciativas del gobierno nacional de Mauricio Macri y del provincial, tales como el Operativo Aprender, como en los reclamos de infraestructura, entre otros.
En un trabajo coordinado con la Comunidad y el Frente Gremial Docente de Lanús (FEB, Suteba), se había logrado que el jefe Distrital de Educación, Fernando Bóveda, hombre del intendente Grindetti y cabeza de la agrupación docente de Cambiemos en Lanús “bajara” a la escuela para hacer el relevamiento que se requería como paso previo, a los efectos de la construcción de aulas necesarias para que en 2018 se pueda abrir el quinto año.
A partir de entonces se inició un proceso de persecución laboral dirigido por Bóveda, pero instrumentado por el inspector Areal, quien manifiesta ser K.
Desde el 20 de octubre el compañero fue relevado del cargo directivo, pudiendo reincorporarse el 2 de noviembre con el argumento sustentado por la tutela sindical, pero esencialmente, por el gran apoyo recibido por parte de alumnos, docentes y padres de su escuela y por haber sido rodeado por la solidaridad de compañeros de diferentes agrupaciones docentes del Suteba y la Multisectorial de Lanús, proceso que desembocó en una presentación escrita de 132 folios en manos del jefe Distrital, acompañado por más de 25 personas que se movilizaron para dar testimonio del hecho, el lunes 30 de octubre.
Luego de ello, las autoridades locales iniciaron una campaña sucia por redes sociales, e intentaron fomentar una juntada de firmas para que los compañeros de la escuela firmaran por el desafuero como delegado. Ante el fracaso de estas iniciativas, el jueves 2 de noviembre el compañero docente fue restituido en su cargo, aunque continúa la investigación sumarial que le armaron.
Si bien el proceso no está terminado, ahora la defensa se puede encarar en nuevas condiciones.
