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24 de abril de 2013

Perspectivas de la economía mundial

CON REVISIONES A LA BAJA EN CASI TODOS LOS PAÍSES

La economía capitalista mundial sigue empantanada en el fondo de la crisis, sin que haya perspectivas de una pronta salida de este valle de sufrimiento a que se condena a la mayoría de los trabajadores y pueblos, sobre los que las políticas de los gobiernos de los países imperialistas y las de sus lacayos en los países dependientes, descargan el peso de la crisis. Sea con medidas de ajuste fiscal (ortodoxas, las llaman) o de ajuste inflacionario (de flexibilización monetaria o keynesianas, según quien haga el relato).

La economía capitalista mundial sigue empantanada en el fondo de la crisis, sin que haya perspectivas de una pronta salida de este valle de sufrimiento a que se condena a la mayoría de los trabajadores y pueblos, sobre los que las políticas de los gobiernos de los países imperialistas y las de sus lacayos en los países dependientes, descargan el peso de la crisis. Sea con medidas de ajuste fiscal (ortodoxas, las llaman) o de ajuste inflacionario (de flexibilización monetaria o keynesianas, según quien haga el relato).
Lo cierto es que este año 2013, como viene sucediendo desde 2010, nuevamente todas las proyecciones optimistas con las que los economistas burgueses tratan de consolarnos para el año siguiente, están siendo reescritas a la baja. No solo en los llamados países desarrollados, de Europa y Norteamérica, sino también en los llamados emergentes, entre los que están potencias imperialistas como Rusia y China y potencias económicas menores como India, Brasil, Sudáfrica o Indonesia, sobre las cuales han venido depositando esperanzas los apologistas del sistema.
Por ejemplo, el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia revisó a la baja su previsión de varios indicadores macroeconómicos para 2013. Así, el viceministro Andréi Klepach, dijo ahora que el producto interno bruto (PIB) de Rusia crecerá este año un 2,4%, un punto y dos décimas por debajo del pronóstico anterior, que era de 3,6%. Para 2014, la revisión del crecimiento económico es de 4,3% a 3,7%. La revisión a la baja de todos los indicadores económicos también fue anunciada por los demás integrantes del llamado grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica). El primer ministro ruso Mendelev sostuvo “subsiste la tendencia a la ralentización del crecimiento económico a juzgar por los primeros meses de este año”. “Es un riesgo muy serio”, alertó (Argenpress.info, 17/4/2013).

El informe del FMI
También el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha tenido que revisar a la baja sus previsiones de crecimiento prácticamente a todos los países del mundo. Aunque para no desalentar los esfuerzos que se piden a los trabajadores, el FMI trata de ser menos drástico en las rebajas para 2013 y mantener el optimismo para 2014. Así, en el ejemplo que mencionamos de Rusia, todavía lo reduce a solo 3,4% para 2013 y a 3,8% para 2014.
En el caso de Brasil, después de haber rebajado la perspectiva de crecimiento de 4% en octubre pasado, a 3,50% en enero, ahora vuelve al rebajarla a 3,00 por ciento, siempre para 2013, aunque la sube levemente para 2014 de 3,90 a 4,00 por ciento. No obstante señala que “la desaceleración económica de Brasil añade el país a la larga lista de sus socios comerciales en la región con problemas, como son Argentina, Paraguay y Uruguay”.
En el caso de Argentina, el FMI reduce la perspectiva de crecimiento a 2,8% para 2013 (del 4% anterior), lo que significa prácticamente estancamiento en el deprimido nivel de 2012, si tenemos en cuenta el crecimiento vegetativo de la población económicamente activa. Un 2,8% que también ubicaría a la Argentina por debajo del promedio para toda América Latina y el Caribe, que el FMI proyecta en el 3,4% para 2013, 0,2 puntos porcentuales por debajo de la proyección de enero, bajo la influencia principalmente de las mayores rebajas estimadas para Brasil y la propia Argentina (Tiempo argentino, 17/4/2013).
En su afán consolador, el FMI eleva para Argentina su estimación a 3,5% para 2014 y, dice que, aunque “las regiones productoras de Argentina podrían rendir menos de lo que espera el mercado (…) mientras no haya más certeza en torno a las perspectivas de producción de Estados Unidos –el productor más grande de ambos cultivos–, es poco probable que los precios se moderen significativamente”, según el texto de su informe de perspectivas económicas internacionales publicado el martes 16, donde vuelve a cuestionar las cifras del Indec y también advierte sobre las consecuencias negativas del cepo cambiario en la economía argentina (Clarín, 16/4/2013).

Más promesas que realidades
“Las perspectivas globales han mejorado”, dice el informe del FMI, sin por eso dejar de cubrirse: “pero el camino hacia la recuperación seguirá teniendo baches” (The Wall Street Journal Americas, 18/4/2013). El problema, para todos los trabajadores y pueblos del mundo (de los países imperialistas y de los dependientes y oprimidos), es que esa “recuperación” dentro del sistema capitalista imperialista, solo puede basarse en la creciente superexplotación de los trabajadores en todo el mundo y la expoliación de los países dependientes y oprimidos.
La mentada recuperación para las burguesías imperialistas y sus lacayos en todo el mundo es la recuperación de sus ganancias, aumentando la producción con menos trabajadores, “flexibilizando” a unos y echando a la calle a los que “le sobran”. Con “recetas” monetaristas o inflacionistas, según el caso, pero siempre buscando recuperar sus ganancias aumentando la explotación de los trabajadores, precarizando sus condiciones de trabajo y de vida, lo mismo que la de grandes masas del pueblo.
Así, los trabajadores y pueblos del mundo poco pueden esperar de las reiteradas promesas de reactivación económica. Sus perspectivas inmediatas y futuras dependen de redoblar su resistencia contra la explotación y la opresión, profundizar su rebelión contra las políticas de descargar la crisis sobre sus espaldas (sean monetaristas o inflacionistas), e inscribir sus luchas en la lucha para acabar para siempre con el sistema capitalista imperialista, por la liberación nacional y social y el socialismo.