Pedro Castillo, presidente del Perú, logro superar el inicio de un juicio para su destitución en el Parlamento. Castillo esperó casi dos meses después del ballotage de principios de julio para que se confirmara su victoria. Su rival, Keiko Fujimori, sostuvo todo lo que pudo las denuncias de fraude.
Ahora, a solo cuatro meses de asumir, la congresista Patricia Chirinos, de Avanza País, hizo la propuesta de expulsarlo por «incapacidad moral», apoyada inmediatamente por Keiko. Esta figura, creada para casos de desequilibrio mental, pero convertida en un equivalente del juicio político, ha sido usada contra los jefes de estado peruanos en los últimos años.
La propuesta no obtuvo los 52 votos necesarios para iniciar el juicio y el resultado fue recibido con gritos de «el pueblo unido jamás será vencido», adentro y afuera del parlamento.
A todo esto, si bien el primero en responder a los destituyentes fue Waldemar Cerron, vocero de Perú Libre, el partido que llevó a Castillo al poder, se ha producido una división.
Castillo comenzó a formar su propio partido, Partido Magisterial y Popular, y está por terminar la recolección de 25.000 firmas necesarias para su legalización. Si bien formalmente la creación de este partido fue saludada por Wadimir Cerron y Edgar Tello, el 14 de octubre, en Asamblea Nacional Extraordinaria, Perú Libre inicia su distanciamiento de Castillo.
En esa Asamblea denuncian un «inocultable giro político del gobierno y su gabinete hacia el centro derechismo». También decide «no aceptar prefecturas, subprefecturas o direcciones centralizadas, pese a que los militantes legítimamente lo merezcan».
También mantendrán buenas relaciones con el partido del magisterio, pero no dará voto de confianza al Gabinete.
Hoy N° 1894 15/12/2021
