Cuando el sábado 10 los trabajadores del pescado resolvieron retirarse del Concejo Deliberante, luego de mantenerlo ocupado casi 30 horas, con cerco policial y apoyados por centenares de trabajadores y compañeros de distintas organizaciones sociales, no suponían que serían objeto de una nueva burla.
Durante la ocupación, todos los bloques y el intendente Katz, se habían comprometido por escrito a gestionar una entrevista para el 14 con los funcionarios nacionales Tomada y Nieto, para resolver el blanqueo de miles de obreros, exigido desde el 14 de julio, hace ya más de 4 meses.
Esa entrevista ya había sido acordada, pero ya el 13 se informó que esos funcionarios vendrían recién el 16. Pero tampoco vinieron ese día. En cambio, a las 9 se presentó en el SOIP el intendente Katz, que con aire de inocencia informó que la reunión se había cancelado.
Rodeado por decenas de obreros indignados, no pudo responder a los reclamos ni tampoco explicar su propia responsabilidad, ya que hace 12 años que está en la función pública, los últimos 6 como intendente. Apenas pudo salir del gremio, duramente increpado y con su camioneta 4×4 apedreada.
Nuevo paro y movilización
La Asamblea que funciona en el SOIP había declarado un paro y movilización. Luego de la huida de Katz, los obreros se encolumnaron y recorrieron las calles del Puerto, asegurando el paro en las últimas fábricas que aún trabajaban. Finalmente, más de 400 obreros comenzaron, en forma vibrante, la marcha al centro, seguidos, una vez más, por una imponente columna de vehículos policiales.
En forma simultánea, 15 obreros ocuparon la Delegación del Ministerio de Trabajo de la Nación, ubicada en pleno centro. El delegado Ratto se fue presuroso. La llegada de la marcha fortaleció la ocupación: cánticos y bombos permanentes, olla popular y carpas se fueron instalando. Ya a lo largo de la marcha la solidaridad en veredas y negocios fue muy grande.
En la peatonal, decenas de personas hacen cola para firmar el petitorio solidario. En el edificio frente al Ministerio de Trabajo, a pesar de las molestias de horas y horas de bombos y redoblantes, aparecieron carteles en las ventanas apoyando la lucha. Los comerciantes acercan comida. Todo el balcón del primer piso, donde están los ocupantes, está “decorado” con los reclamos de los trabajadores, denunciando “cooperativa” por “cooperativa” a los negreros y sus cómplices.
Volvió a aparecer la “Boleta Negra”, la 161/75 utilizada el 28 de octubre para golpear la trampa electoral, que fue pegada por una obrera en la vidriera del Ministerio. Y muchas banderas argentinas, ratificando que el reclamo es justo, es obrero y es patriótico, en defensa de nuestras familias y de nuestro recurso. Un árbol sostiene un cartel que dice: “Si los funcionarios no hacen cumplir la registración, que se vayan todos”.
El documento del PCR y el último hoy, recorrieron las manos de decenas de obreros. El día sábado a la tarde, la custodia policial del Ministerio pasó a manos de la Prefectura Naval: o sea que la fuerza que debería custodiar nuestras costas, mares y recursos marítimos, es utilizada por el Ministerio del Interior para custodiar a funcionarios corruptos e intimidar a los trabajadores.
Al momento de escribir estas líneas, se cumplen 3 días completos de ocupación y de aguante obrero y popular. En medio de un paro y con más de 300 obreros concentrados al frente, se aguarda la llegada de los funcionarios con soluciones. ¿O la única solución que traen será la represión, cosa a la que nos viene acostumbrando el matrimonio gobernante como en el Casino, en Salta y en Mar del Plata?
02 de octubre de 2010