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03 de junio de 2014

El gobierno K firmó un acuerdo entreguista con el Club de París, y negocia con los monopolios imperialistas. Para abajo, profundiza el ajuste descargando la inflación y la crisis.

Plata a los usureros, hambre al pueblo

Hora Política - Hoy 1521

1. Confesiones de un modelo de dependencia
 

1. Confesiones de un modelo de dependencia
 
El acuerdo del gobierno argentino con el Club de París (pág. 3) para el pago de una deuda ilegítima, usuraria y odiosa (por ser generada por la dictadura), tiene como trasfondo la búsqueda de dólares por el gobierno K, y la oferta de negocios para los monopolios imperialistas que, según el diario Página 12 (1/6), vocero K, constituye “la trama oculta del acuerdo”.
 Señala Página 12 que “el acuerdo entre la Argentina y el Club de París tiene actores principales que han permanecido al margen de la escena pública. Se trata de grandes empresas de los países acreedores que vienen haciendo buenos negocios en el país”. Menciona el diario K a empresas alemanas (Volkswagen, Mercedes Benz, Bayer y Adidas), yanquis (Ford, General Motors y Monsanto), japonesas (Toyota, Honda y Sony), francesas (Peugeot, Citröen y L’Oreal), italianas (Fiat y Pirelli), la anglo-holandesa Shell, y otras. “Estas empresas —sigue Página 12— dominan porciones importantes del mercado local y serán beneficiarias directas de la resolución del default con el Club de París”. Está claro: “dominan” y son “beneficiarias” del acuerdo.
Entre 2005 y 2013, el déficit del comercio exterior argentino de productos de origen industrial (exportaciones menos importaciones), con 15 de los 19 miembros del Club de París, llegó a 104.485 millones de dólares, dice Página 12. Los beneficiados fueron Estados Unidos, seguido de Alemania, Francia, Japón, Italia, Reino Unido, Rusia, Suecia, España, Bélgica, etc.
Página 12 dice que “Volkswagen fue la empresa que mayor cantidad de importaciones generó entre 2005 y 2013, con 17.366 millones de dólares”. El saldo entre sus importaciones y sus exportaciones “arrojó un déficit de divisas para el Estado argentino de 5.108 millones”. Volkswagen es un ejemplo del “modelo K”: mientras más produce, más importa, y drena más dólares hacia su casa central, pero esto no le preocupa al vocero K.
Agrega Página 12 que “el gobierno nacional, en los últimos tres meses mantuvo reuniones con altos ejecutivos de esas firmas, según revelaron a Página 12 altas fuentes oficiales”. Entre los proyectos que se estaría negociando con esos monopolios que Página 12 menciona y elogia, está la megaminería saqueadora y contaminante. El reparto de Vaca Muerta, con los patrones de Galuccio, el presidente de YPF, las yanquis Schlumberger y Haliburton y la anglo-holandesa Shell. El saqueo del litio en Jujuy por Toyota Tsusho, y el del potasio en Mendoza, con la japonesa Marubeni en el lugar que dejó la brasileña Vale.
 
2. Roban a los de abajo, entregan a los de arriba
 
El gobierno K paga a los usureros y le abre más puertas a los monopolios imperialistas. Para abajo, recorta subsidios, pone tope a los salarios, niega el 82% móvil a los jubilados, congela los planes a los desocupados, y le corta el agua y los alimentos a originarios del Chaco.
Con el empleo, el consumo, la producción industrial y la construcción, en caída, el gobierno K salió desesperadamente a buscar financiamiento en la usura mundial. Va cumpliendo con los deberes que le exigen los usureros: pagó los juicios con el tribunal del Banco Mundial, hizo un contrato clandestino con Chevron, pagó lo que Repsol le reclamaba, y ahora el acuerdo con los imperialistas del Club de París. Cristina K dijo que no iba a pagar esas deudas. Ahora las pagan, endeudando el país, y abriendo más las puertas a monopolios imperialistas. 
En esa cadena de la dependencia sigue ahora el juicio de los fondos buitres, en Estados Unidos: a partir del 16 de este mes, la Corte yanqui debe decidir sobre el fallo de la justicia de Nueva York contra la Argentina.
 
 
3. Acuerdos y disputas
 
El juez Lijo citó a indagatoria al vicepresidente Boudou, señalando en los fundamentos que tiene elementos suficientes para el futuro procesamiento del vicepresidente: 1) que Boudou es dueño de Ciccone; y 2) que para beneficiar a su empresa anuló una licitación para la compra de maquinarias con las que la Casa de la Moneda podía imprimir todos los billetes necesarios.
Cristina K fue quien puso a Boudou, y lo sostiene porque puede hablar, incriminando a 10 reparticiones de su gobierno y 20 altos funcionarios, y puede incriminarla a ella y a Néstor K. La primera parte del negociado fue con Néstor, la segunda fue de Cristina K: ella ordenó la expropiación de la imprenta para encubrir el negociado de Boudou. La investigación del juez fue mencionada en un documento oficial del gobierno yanqui. Por otra parte, el juez Lijo visitó al papa Francisco y conversaron una hora.
Lo de Boudou se suma al documento de la justicia de Suiza por el lavado de 24 millones de dólares del testaferro K, Lázaro Báez, con una ruta de lavado que incluyó los paraísos fiscales de Panamá y las islas Seicheles, lugar en el que Cristina K hizo una sorpresiva parada al regreso de su viaje a Vietnam. 
En la pulseada por arriba, los acuerdos entreguistas con los usureros le van abriendo paso a la presidenta para llegar al 2015. Y los casos Boudou y Lázaro Báez muestran que hay fuerzas que buscan marcarle la cancha a Cristina K en camino al 2015, y en su futuro político.
 
 
4. Fogonear el paro nacional
 
La oleada de suspensiones y despidos sigue creciendo. Son 12.000 los suspendidos en el automotor. En la construcción, entre octubre del 2013 y abril del 2014, alrededor de 10.000 obreros quedaron sin trabajo. Hay cientos de despedidos en autopartistas, metalúrgicas, etc.
La bronca crece por abajo contra la política de ajuste del gobierno K, que carga la inflación y la crisis sobre los trabajadores y el pueblo, con el aval de todo el bloque dominante. Esa bronca busca el camino de la lucha, para torcerle y brazo y derrotar esa política.
El secretario de los mecánicos, Pignanelli, atacó los paros. El de los metalúrgicos, Caló, propuso bajar los sueldos de los suspendidos al 60%. Pero la oleada de suspensiones y despidos es enfrentada por los metalúrgicos cordobeses, la lucha en Gestamp y otras autopartistas, etc. 
Los metalúrgicos de Aluar, los transportistas y camioneros, muestran que los trabajadores siguen enfrentando los topes que intentan imponer gobierno, patronales y jerarcas pro K. Sigue la lucha de los desocupados y jubilados de la CCC, como en Misiones, y del MIJP.
La amplia participación, y el gran triunfo de la Lista 1 Germán Abdala en las elecciones de la CTA, es un hecho importante que fortalece a las fuerzas combativas y clasistas hacia el paro nacional activo, multisectorial.
La Marcha Multisectorial del Chaco, y el Encuentro Nacional de Originarios a su llegada a Resistencia, muestra que los más oprimidos se rebelan contra al hambre, y el robo de sus tierras. La movilización de docentes y estudiantes secundarios a La Plata avanza en la lucha en defensa de la educación pública.
 
5. Unir el paro y el frente nacional
 
A 17 meses de las elecciones, los candidatos publicitados del sistema han desplegado sus campañas electorales en los grandes multimedios. Todos los candidatos del sistema: Scioli, Massa, Macri, De la Sota, Cobos, Carrió, Binner, apoyaron el acuerdo antinacional con el Club de París. Al ajuste y la entrega del gobierno K, avalados por esa oposición publicitada del sistema, no hay que dejarles la escena política libre. Los trabajadores y el pueblo tienen la bronca y la necesidad de un gran frente nacional, y en cada provincia y localidad, que exprese sus urgencias, sus sufrimientos y sus necesidades.
El avance en la personería del PTP, y el acuerdo de UP con el PTP y el PCR, crean condiciones muy favorables para trabajar para ese gran frente nacional, antioligárquico y antiimperialista. Para derrotar el ajuste K, es necesario encabezar las luchas, y unir el trabajo hacia el paro, con asambleas y cuerpos de delegados, sobre todo en las grandes empresas, con el trabajo para llegar con la personería del PTP en todas las provincias, y para un gran frente nacional en las elecciones. Sin desguarnecerse frente a la posibilidad de cambios bruscos de escenario, por la grave situación económica y la inestabilidad política.