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01 de febrero de 2022

Hora Política Hoy N° 1899

Plata para resolver las emergencias. No al acuerdo con el FMI

Seguimos a la cabeza de la lucha por las necesidades populares. Peleamos por ampliar la unidad en la lucha para resolver las emergencias e impulsamos una gran campaña para suspender el pago al FMI, investigar la estafa de la deuda y castigar a los responsables.

1. Sigue la pelea contra la pandemia

Desde que se detectó en África la variante Ómicron, en solo 9 semanas se expandió en 171 países. La pandemia dejó en evidencia las lacras de este sistema capitalista/imperialista que deja sin vacunas a los países dependientes. Esta es la base de los contagios masivos que provocan las mutaciones del virus que terminan afectando a toda la humanidad. Es un hecho positivo la donación del gobierno argentino de 5.000.000 de dosis, a Egipto, Bolivia, Kenia, Angola, Barbados, Mozambique, Vietnam y a la Organización de Estados del Caribe Oriental.

En nuestro país, el 31 de enero, hubo 43.472 casos y 285 muertos sumando un total de 121.273 fallecidos. Creció la ocupación de camas con 2.909 contagios graves, con una ocupación de 52,1%.

Las vacunas han salvado muchas vidas. Con una sola dosis hay 39.663.948 (87 de cada 100 personas). Con dos dosis son 35.044.729 (77 de cada 100). Con la dosis de refuerzo 12.868.208 (27 de cada 100).

La situación sigue siendo muy grave en asentamientos, villas y barrios populares, con muchos contagios. Es de destacar el incesante trabajo en la primera línea del personal sanitario, las y los promotores de salud, los voluntarios, las organizaciones sociales y las iglesias.

El número de vacunas que garantizó el gobierno es clave para avanzar, y sobre todo llegar al inicio de clases con todos los menores en edad escolar vacunados.

Las presiones de las patronales en muchos lugares de trabajo para no respetar los días de aislamiento y los cuidados sanitarios han sido enfrentadas. Los trabajadores de Mondelez Planta Pacheco, con su Comisión Interna a la cabeza, siguen siendo un ejemplo que se va tomando en distintas fábricas.

Siguen avanzando los trabajos para una vacuna nacional, de las investigaciones en curso dos están listas para comenzar los ensayos en humanos. Uno de los proyectos es desarrollado por la Universidad de San Martín y otro por el Instituto Leloir, ambos con investigadores del Conicet y la UBA. Hay expectativas de tener a fines de este año una vacuna nacional que nos libere del chantaje imperialista.

 

2. No al acuerdo con el FMI, la deuda es con el pueblo

En momentos en que es necesario avanzar en resolver las emergencias, el gobierno anunció haber llegado a un acuerdo para pagar al FMI la deuda que contrajo el gobierno de Macri.

Desde hace meses, distintos sectores de las clases dominantes, presionan al pueblo argentino con el latiguillo de que “no arreglar con el fondo sería una catástrofe”, “que nos aislaría del mundo”, “que nos llevaría al desastre.”

Todos los sectores imperialistas que disputan su porción de poder en Argentina están de acuerdo en que había que pagar, tanto los vinculados a yanquis e ingleses, como los vinculados a chinos, rusos o europeos.

Algunos defendiendo la estafa del macrismo. Otros criticando al macrismo, reconociendo que fue una estafa, pero diciendo que igual había que hacer un acuerdo y pagar.

Esta deuda es una gran estafa del gobierno de Macri, en combinación con las autoridades del FMI que le otorgó el préstamo más grande de su historia, para que el macrismo gane las elecciones de 2019. El macrismo no ganó y lo fugó del país a través de sus bancos amigos. Ni un dólar fue usado para beneficiar al pueblo. El propio Macri lo reconoció cuando dijo: “La plata del FMI la usamos para pagar a los bancos que se querían ir”.

El 1° de marzo de 2021, en su discurso ante el Congreso, el presidente Fernández dijo que esta deuda era “la mayor administración fraudulenta y la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”.

Esto es cierto y así se lo recordó en la reunión con los gobernadores realizada este 5 de enero el gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá.

Ahora el gobierno presentó este acuerdo como “imprescindible” para seguir creciendo y salir de la grave situación que vive la Argentina. Nosotros sostenemos que hay que suspender el pago e investigar. Nos contestan que no hacer un acuerdo sería peor.

Si hacemos historia, lo que precipitó la crisis del 2001 fue el acuerdo con el FMI (al que llamaron “Blindaje”), instrumentado por el gobierno que presidía De la Rúa, con ministros como Cavallo y muchos de los que hoy “dan cátedra” desde Juntos por el Cambio, como Patricia Bullrich y López Murphy. Contra esta política el 20 de diciembre del 2001 fue la primera vez en la Argentina que un gobierno caía, no producto de un golpe de Estado, sino por una gran pueblada nacional: “El Argentinazo”.

Justamente, la recuperación después de esa crisis, estuvo basada en una devaluación brutal y el no pago de la deuda con el FMI, con un default que duró hasta el año 2005.

Ahora este acuerdo con el FMI legitima una deuda que es una estafa y profundizará los sufrimientos para nuestro pueblo. Y al no hacerle pagar a los que se la fugaron, se terminará descargando sobre las espaldas del pueblo, durante más de una década.

Como dijo el patriota investigador de la deuda externa, Alejandro Olmos, nos condenan a vivir pagando, para morir debiendo.

El acuerdo establece que cada tres meses, durante dos años y medio, vendrán a la Argentina funcionarios del FMI a controlar las finanzas nacionales.

También nos imponen reducir el déficit fiscal hasta llegar a cero en 2025, lo que ha sido y sigue siendo más ajuste sobre el pueblo. La mesa directiva de Juntos por el Cambio aplaudió el acuerdo con el FMI.

Este acuerdo, del que se anunciaron sus lineamientos principales, tiene todavía que redactarse, luego ser aprobado por el directorio ejecutivo del FMI, y luego por el Congreso nacional.

El punto de partida de nuestra política sigue siendo encabezar las luchas obreras, campesinas, y populares de las masas por sus necesidades y en defensa de la soberanía nacional, que incluye rechazar el acuerdo con el FMI.

Están en curso rupturas y reagrupamientos entre distintos sectores de las clases dominantes, también dentro del Frente de Todos, del que somos parte. Como último hecho, Máximo Kirchner renunció a la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos. Entendemos que son cambios en la situación política que tendremos que ver como siguen.

Nosotros desde el PCR/PTP peleamos por su unidad y defendemos nuestra independencia política y orgánica dentro del Frente.

Manteniendo el golpe principal en el sector más recalcitrante de las clases dominantes que expresa el macrismo en todas sus variantes, discutimos desde nuestras posiciones, para unir a las fuerzas populares y patrióticas, para que el pueblo protagonice en las calles la lucha por las emergencias, defender la soberanía nacional y rechazar el acuerdo con el FMI.

Al calor de la lucha por las necesidades populares, llevamos esa posición a cada barrio, sección de fábrica, zona rural, a cada curso o lugar de trabajo, y peleamos que se pronuncien sus organismos de masa. Para que no sea una discusión de pocos, sino que sea patrimonio de las amplias masas que vienen protagonizando las luchas en la Argentina.

 

3. Los imperialismos operan fuera y dentro de la Argentina

La disputa interimperialista se agrava semana a semana. Los diarios del mundo se preguntan en sus titulares que día invadirá Rusia a Ucrania, y hacen conjeturas de las consecuencias impredecibles que esto traerá en todo el planeta.

Estados Unidos y sus aliados europeos han expandido su brazo militar, la OTAN, en los países del este de Europa, y esa disputa incluye al gobierno de Ucrania que pretende ingresar a la OTAN.

Rusia sigue siendo una superpotencia en el plano militar y busca recuperar las posiciones perdidas. Putin ha trabajado incesantemente por recuperar lo que considera su patio trasero. Ya le arrancó a Ucrania la península de Crimea, la que anexó a Rusia en 2014. Ahora desplegó una enorme fuerza en la frontera con Ucrania, y en Bielorrusia y Crimea amenazando con la invasión. Quiere fortalecer su frontera y recuperar posiciones en un país que es rico en petróleo, uranio y en productos agrícolas. A su vez intenta bloquear el ingreso de Ucrania a la OTAN, lo que pondría las armas de este bloque a las puertas de Rusia.

Estados Unidos considera que en febrero Rusia estará en condiciones de invadir Ucrania, le entrega armas y entrenan fuerzas para defender sus posiciones.

China aprovecha la situación para avanzar sobre Taiwán, a la que considera parte de su territorio. Aviones chinos sobrevuelan esa isla. Amenaza con poner a la OTAN enfrentando a dos enemigos a la vez. En respuesta, Estados Unidos e Inglaterra proveen de armas, incluso atómicas, a Australia.

Dentro de la propia OTAN hay contradicciones, principalmente con Alemania que depende del suministro de gas que le llega desde Rusia.

Otro despliegue militar: el de Inglaterra en el Atlántico Sur, con el apoyo yanqui. Aprovisionan armas de tierra, mar y aire en las Islas Malvinas, y amenazan a la Argentina. Acaban de hacer un homenaje a la invasión de 1833. Preparan el homenaje a los 40 años de su invasión colonialista en Malvinas.

Inglaterra opera adentro de la Argentina. “Joe” Lewis, agente inglés, es uno de los dueños de la Patagonia, y Macri “descansaba” en sus estancias. Estos personajes, como se vio en el reciente acto en El Bolsón, quieren cambiar el eje del aniversario de los 40 años de la gloriosa recuperación de las Islas Malvinas, el 2/4/1982. La operación de Lewis, Macri, Pichetto y otros macristas, es lo que está detrás de la campaña de demonización a mapuches y otras naciones y pueblos originarios, ocultando que más de 50 de ellos lucharon y murieron en Malvinas.

La unidad de todos los sectores populares que habitan nuestro suelo, tanto los criollos, las naciones y los pueblos originarios y los migrantes, es imprescindible para defender las fronteras nacionales enfrentando la dependencia y el latifundio terrateniente.

 

4. Ni amo viejo, ni amo nuevo, ningún amo

Esta semana parte una comitiva encabezada por el presidente Fernández que visitará Rusia y China.

Se entrevistará con Putin, donde discutirán sobre las inversiones rusas en Argentina. El imperialismo ruso, que fuera muy fuerte en la Argentina, ha retrocedido en sus posiciones, mientras que han avanzado otros imperialismos, principalmente el chino que penetró profundamente a partir de 2003. Ahora Putin pretende recuperar posiciones en nuestro país.

En China el presidente Alberto Fernández participará de la inauguración de los juegos olímpicos de invierno (boicoteados por el gobierno yanqui, junto a Inglaterra, Australia y Canadá). Allí acompañará al primer ministro chino, Xi Jinping. Al margen de las distintas “inversiones” que se negociarán se especula que se podría firmar el ingreso argentino a la “Ruta de la Seda”, nombre con el que llaman al proyecto chino de extensión mundial de su saqueo imperialista.

La firma del acuerdo con el FMI fue también una exigencia para la relación con los chinos, como lo reconoció el propio embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja (ver hoy anterior).

Argentina es un país disputado por distintas potencias imperialistas. Sectores de las clases dominantes nos proponen apostar a China, o a Rusia para sacarnos de encima a los yanquis. Pero “No se trata de cambiar de collar sino dejar de ser perro” como decía don Arturo Jauretche (intelectual radical que se sumó al peronismo en 1945).

Es un camino muy peligroso para nuestro pueblo apostar a la “diversificación de la dependencia”. En un mundo donde crecen cada vez más los factores de guerra nos pone a merced de cualquier enfrentamiento imperialista.

Seguimos diciendo como los patriotas de Mayo: Ni amo viejo ni amo nuevo. Ningún amo.

 

5. Encabezar las luchas y la organización de las masas

El pueblo argentino sigue sufriendo el peso de pagar la crisis. Lucha y se rebela. El descontento que expresaron amplios sectores populares en las PASO se va extendiendo.

Luchas como la pueblada de Chubut expresan el hartazgo que produce la impunidad con la que se mueven las empresas imperialistas, como Panamerican Silver en este caso.

Hechos como la muerte por desnutrición de los niños del pueblo wichi, en Salta, indignan al pueblo y ponen al desnudo la criminalidad del latifundio terrateniente.

El macrismo en sus distintas variantes trata de instrumentar ese descontento, ahondando a su favor la división social, política y cultural que existe en la sociedad argentina. Tratan de dividir a las fuerzas populares, impedir que confluyan y se preparan para recuperar el gobierno.

El sector de las clases dominantes que enfrenta al macrismo también reniega del protagonismo popular y del desarrollo de fuerzas que permitan unir en la lucha por resolver las emergencias y defender la soberanía nacional. Prefieren una confrontación entre ellos donde las masas sean solo un instrumento de su política.

Nosotros seguiremos a la cabeza de la lucha por las necesidades de obreros desocupados y precarizados, de los ocupados y jubilados, de los campesinos pobres y medios, de los estudiantes, del movimiento de las mujeres, de los trabajadores de la cultura y los intelectuales comprometidos con el pueblo, con los patriotas malvineros, etc. Lo hacemos peleando por unirnos con todos los sectores nacionales y populares para lograr la confluencia de las luchas y avanzar en resolver las emergencias y defender nuestra soberanía.

Los comunistas revolucionarios peleamos porque las masas avancen en su protagonismo y no deleguen. Nos proponemos ayudar a las masas a organizarse en sus luchas, a recuperar, democratizar y construir, donde no los haya, los organismos de democracia directa que son los cuerpos de delegados, para profundizar el protagonismo popular, y que sean también instrumentos de acción de esas masas.

Seguiremos en las calles, sin equivocar el blanco, contra los verdaderos enemigos de los intereses de nuestra patria y del pueblo argentino. Y pelearemos por acumular fuerzas para que tanta lucha del pueblo argentino avance en un camino revolucionario que termine con la dependencia y el latifundio terrateniente en nuestro país.

 

Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro

Foto: El 20 de diciembre decenas de miles se manifestaron contra el pago de la deuda al FMI