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27 de marzo de 2019

Frente a la crisis, el hambre y el ajuste

Pobreza o proyecto nacional de grandeza

Reproducimos una nota del compañero Benito Carlos Aramayo, economista y profesor emérito de la UNJu, aparecida en El Tribuno de Jujuy.

No es tarea grata en el oficio de economista tratar de manera reiterada que en Jujuy se agravan las condiciones de pobreza e indigencia de una parte importante de la población, en mi caso preferiría analizar los adelantos en industrialización, más tierras cultivadas, más ganadería, infraestructura turística, avance en ciencia y técnica, inserción soberana en el mundo contemporáneo, despliegue de talento intelectual en el arte y la literatura, etc. Es la realidad y no los deseos lo que se impone a la hora de escribir. A manera de introducción diremos algo en relación a las causas de fondo que llevaron a nuestra Patria al atraso relativo y a los problemas sociales que padecemos.

La Argentina tuvo la desgracia en su organización nacional que fue dirigida por una clase terrateniente rentística que estaba lejos de Abraham Lincoln, que en los Estados Unidos decidió terminar con la esclavitud y darle la propiedad de la tierra a los inmigrantes con la Ley del Hogar (Homestead), con lo que abrió camino al gran desarrollo capitalista que les posibilitaría ser una potencia moderna en poco tiempo. Así lo entendió Carlos Marx en la carta que le escribió en 1864. Su evolución a la condición de país imperialista es otro tema. En nuestro país fue Irigoyen el que se destacó por iniciar la explotación de petróleo y sancionar la primera ley de arrendamientos rurales otorgando derechos a los inmigrantes y fue el general Juan Perón el único que intento concretar un proyecto nacional integral de país industrial, moderno, científico y técnico, sus limitaciones respecto a la cuestión agraria lo llevaron a la derrota. Desde 1955 se profundiza la dependencia, se fortalece la concentración de la producción en el campo y el predominio absoluto del capital financiero, el intento de retomar la senda nacional en 1973 lo truncó de manera trágica el golpe de 1976.

El método científico y técnico para conocer la realidad de la pobreza e indigencia se respalda básicamente en el entrecruzamiento del dinero que necesita mensualmente una familia para adquirir los alimentos y demás bienes para no pasar necesidades, con el nivel real de ingresos reales que tiene una persona y su familia.

La Canasta Básica Alimentaria (CBA) necesaria para que un trabajador adulto consuma alimentos para reponer su fuerza de trabajo en el mes de diciembre pasado fue de $3.478 y en el núcleo familiar el costo de la CBA fue de $10.900 (Región NOA. Fuente: ATE Capital), en un núcleo familiar de cuatro miembros, suma que resulta de multiplicar la CBA del adulto por las necesidades calóricas del grupo familiar. Con $10.900 la familia cubre sus necesidades de alimentos y supera la línea de indigencia. Para cubrir las necesidades de la Canasta Básica Total (CBT), que incluye ropa, calzado, energía eléctrica, gas, agua, transporte, comunicaciones, educación, salud, esparcimiento, alquiler de vivienda, etc., se aplica un Coeficiente denominado Inversa del Coeficiente de Engel, que es de 3,14, por lo cual este tipo de familia necesita en el núcleo familiar $34.226 para superar la línea de pobreza, monto que resulta de multiplicar la CBA por ese Coeficiente. Si la familia alquila vivienda el monto es más elevado dado el gran encarecimiento de los alquileres de los últimos meses. Estas son cifras relativas ya que si el núcleo familiar fuera menor o mayor, si alquila vivienda o no, el monto de la medición se modifica hacia abajo o arriba. Cabe señalar que la composición del gasto en las familias es de mínima y no de consumo óptimo.

Según un informe del Ministerio de Economía de la Nación a junio de 2018 el gasto bruto por empleado en la Administración Pública en Jujuy fue de $25.128, a lo que deduciendo la contribución patronal y el aporte del trabajador para jubilación y obra social, el salario neto promedio de dichos empleados al mes de junio de 2018 fue de $16.333. Para la actividad privada, según los registros del mismo Ministerio, a junio de 2018 el salario bruto promedio fue de $26.467, menos los aportes del trabajador el sueldo neto promedio era de $21.968.

Teniendo en cuenta esos ingresos netos, podemos estimar que en el caso de que en la familia haya dos ingresos salariales provenientes de la actividad pública aún así no se supera la línea de pobreza. Los trabajadores en la actividad pública serían aproximadamente 92.000 (64.000 en el año 2017 según el Ministerio de Trabajo y 46.969 según la Ley de Presupuesto Provincial 2019), la diferencia se completa con personal precarizado en administración central, municipios y comisiones que perciben ingresos muchos más bajos. Los trabajadores de la actividad privada, según este ministerio, son 66.000 en blanco, a junio del 2018, y existía un 37% de trabajadores en negro, o sea 24.420 trabajadores más. Otro tema en investigación es la verdadera cantidad de personas desocupadas que reciben subsidios del Estado Nacional.

Según Anses en Jujuy son 78.000 los niños que reciben asignación universal por hijo (AUH). Para la Consultora W, que dirige Guillermo Oliveto, a junio del 2018 el 33% de la población argentina percibía en promedio menos de $18.000 por mes y un 17% más sólo $8.400. Con este supuesto podemos inferir que más del 50% de la población de Jujuy, estimada al año 2018 en 750 mil habitantes, o sea 375.000 habitantes, se encuentran bajo la línea de pobreza y entre ellos un porcentaje similar al de Consultora W, o sea 63.750 personas no cubren sus necesidades de alimentación diaria, son indigentes. Es esta dolorosa realidad la que se profundiza a diario con inflación galopante y aumento en servicios, cuestión que no se tapa con discursos y sólo puede ser modificada por otra política y otro gobierno de contenido nacional.

Hoy N° 1760 27/03/2019