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18 de abril de 2013

El viernes 12 de abril, en Pacheco, se hizo una importante mesa debate contra la criminalización de la protesta, con dirigentes obreros y de derechos humanos.
 

Por la absolución de los luchadores procesados

Charla en Zona Norte del Gran Buenos Aires

El compañero Ramón Bogado, dirigente de la histórica lucha de Kraft y miembro de la Mesa Federal de la CCC, presentó a los integrantes del panel, en un salón colmado de compañeras y compañeros, con una importante presencia de representantes de distintos sectores políticos de la zona norte.

El compañero Ramón Bogado, dirigente de la histórica lucha de Kraft y miembro de la Mesa Federal de la CCC, presentó a los integrantes del panel, en un salón colmado de compañeras y compañeros, con una importante presencia de representantes de distintos sectores políticos de la zona norte.
Los panelistas, que abordaron la situación de las luchas obreras y la persecución que ejerce el gobierno nacional, los provinciales y la justicia, fueron los compañeros Carlos Serrizuela, dirigente del Frigorífico Rioplatense, Rubén “Pollo” Sobrero, secretario de la Seccional Haedo de la Unión Ferroviaria, Liliana Ruiz, coordinadora de los desocupados de la CCC de la Zona Norte, y los abogados de Liberpueblo Verónica Quinteros y Nicolás Tauber.
Se encontraban presentes la diputada (mc) Liliana Piani (ARI-CC), el concejal Luis Cancelo, Javier Quiroga de Barrios de Pie, Mario Segovia (del Comité Central del PCR), Eduardo Giancaterino, secretario de Soessit, Horacio Quiroz, de la Unidad Popular de Malvinas, Braian González (presidente del Centro de Estudiantes de la Técnica Nº2 de Garín); y mandaron su adhesión la CTA de San Martín y 3 de Febrero, el Sindicato de Camioneros de la Zona Norte, Horacio Alcuaz (GEN), Vilma Ripoll (MST), Guillermo Soria (Juventud del Partido FE), y Miguel Gamboa (PS en el FAP).
El primer expositor fue Carlos Serrizuela, quien contó el proceso de los trabajadores del Frigorífico Rioplatense, que los llevó a adoptar los “métodos piqueteros” en la lucha, y recuperar la Comisión Interna, así como conocer en la práctica que el Ministerio de Trabajo jugaba para la patronal. Destacó la importancia de la mesa “un paso más para forjar la unidad”, y de la presencia de distintos sectores políticos “porque frente al poder se borran nuestras diferencias”, mostró su orgullo en haber participado en la lucha de Kraft del 2009, cuando el Rioplatense llegó a parar una hora en solidaridad, y enmarcó los juicios a los luchadores “procesándonos como delincuentes” en una política de “este Estado de los patrones”.
Luego, Liliana Ruiz contó que la causa por la que está pronta a ir a juicio oral se inicia en un reclamo de bolsas navideñas en diciembre de 2010, frente al Tortuguitas Open Mall. Se refirió también la coordinadora de los desocupados de la CCC zonal a la represión en la Panamericana junto a compañeros de Barrios de Pie, “con el secretario de Seguridad Berni en persona dirigiendo el operativo”, en el cuál fueron detenidos, llevados a Campo de Mayo y encausados 60 compañeros, incluyendo varios menores. Destacó que “esto lo hacen para amedrentarnos”, más “ahora que recrudece el hambre”, y que “no nos vamos a correr un centímetro de la calle”, agradeciendo la participación de todos los compañeros y fuerzas políticas.

“Somos escuchados si
salimos a la calle”
El “Pollo” Sobrero comenzó afirmando que “vengo en agradecimiento a una organización que nos viene acompañando desde hace mucho tiempo”, y que se sentía “entre amigos”. Analizó el dirigente de los trabajadores ferroviarios del Sarmiento que “este proyecto viene por nosotros”, en referencia a la política del gobierno nacional, y en eso enmarcó las persecuciones de las que fue objeto él y otros compañeros, “porque los trabajadores somos escuchados sólo si salimos a la calle”. Afirmó que nos quieren vender el cuento de Cristina en el país de las maravillas mientras aumenta la inflación, y hay gran cantidad de desocupados. Se refirió a las escuchas recientemente conocidas entre Pedraza y el ministro Tomada “Todo el sistema atrás de Pedraza defiende la tercerización”.
Sobre la criminalización aseguró que hubo un “salto de calidad” con la detención de los compañeros en Campo de Mayo, y relató aspectos de la gran movilización popular en momentos de su detención. Reafirmó que “nosotros veníamos denunciando la masacre de Once desde hace muchos años. Sabíamos que algún tren se iba a estrellar con la estación, Como Cristina no viaja en tren, no le importó”. Saludó la iniciativa de la charla, como un paso de unidad, porque “en la pelea de una clase social contra la otra no tenemos que ser mezquinos”, y “si los trabajadores nos ponemos espalda con espalda conseguimos grandes cosas”.
Verónica Quinteros, una de las abogadas de Liberpueblo, relató la absolución en el juicio a los compañeros de la Comisión Interna del Hospital Garrahan, que se había producido ese mismo día, remarcando que es una política estatal la de llevar trabajadores a juicio, y mantenerlos amenazados por años, como en este caso, ya que las causas son del 2005, y el juicio fue recién en 2013. Informó del relevamiento hecho por Memoria Verdad y Justicia, del que surge la cifra de 5000 procesados en el país, porque “de cada lucha se sale con al menos una causa penal”. Destacó la importancia de la “herramienta política” que significa el proyecto de ley de amnistía presentado en el Congreso, además de las defensas que hacen de cada caso, porque “queremos poner lo que sabemos al servicio de que las luchas triunfen”.
Nicolás Tauber comenzó afirmando que el gobierno tiene un plan de ajuste que implica “que la crisis la paguemos nosotros”, y que el gobierno “quiere hacer pasar ese plan con represión y criminalización. Detalló que en la investigación de la cantidad de procesados, primero los organismos de derechos humanos registraron 2.298 procesados, y luego sólo en Neuquén la Justicia informó de 1.000 más, sin que el Estado dé los datos del resto del país.
Luego Tauber se refirió a la causa por la que están procesados los compañeros que dirigieron la lucha de Kraft, “que está basada en informes de inteligencia de la gendarmería”; planteó que en el terreno de las libertades democráticas es donde se pueden lograr niveles de amplitud más amplios, como lo viene mostrando el Encuentro Memoria Verdad y Justicia.

Nos persiguen por   la lucha de Kraft
Para finalizar, Ramón Bogado agradeció especialmente la presencia de compañeros de Kraft, y de los despedidos “que siguen luchando por su reincorporación”. Planteó que la mesa es “un inicio”, que tiene que ayudar a que nos juntemos en la acción, porque estamos procesados, seamos de la organización que seamos. Luego abordó la discusión que hay “en millones” sobre la caracterización del gobierno de Kirchner, que son gerentes de un Estado de las clases dominantes. Detalló cómo avanzó esta política en la minería, el petróleo, la soja, el juego y la droga, con una gran corrupción. “Nos procesan a nosotros, y los que roban al país y provocan masacres como la de Once andan sueltos ¿qué gobierno popular es este?”, dijo Bogado.
Bogado planteó cómo este gobierno “anda de la mano de China”, planteando sus negocios en distintos rubros, y saludó la iniciativa de la mesa como paso para “ampliar la unidad, porque tenemos enemigos muy poderosos… Me gusta eso que dice el Pollo Sobrero, dejémonos de mezquindades”. Tenemos que empujar de abajo para que se concrete el paro, porque la presidenta ya dijo que el aumento va a ser de un 22%. Luego planteó la situación de los obreros de Ford, a los que les descuentan entre mil y 2 mil pesos por el impuesto a las ganancias, y la bronca que hay en los compañeros, ahí, en Kraft y en otras fábricas. Planteó que no hay que subestimar los planes del kirchnerismo, pero tampoco sobreestimarlo, porque hay grandes luchas.
Bogado finalizó planteando que “estamos orgullosos de la lucha que dimos en el 2009, porque le paramos a la Kraft el plan de cerrar el turno noche. Por eso nos persiguen”, reafirmando la necesidad de recuperar la interna para el verdadero clasismo. Abordó el debate sobre lo electoral, terreno donde el movimiento obrero tiene que pelear un programa.