Entre sus fundamentaciones se plantea: “El aumento de los casos de violencia y femicidio registrados en los últimos años expresa una gravísima situación de violación de los derechos humanos de las mujeres, quienes somos víctimas de una inusitada violencia de género que se está cobrando en la actualidad la vida de una mujer por día en el país…
Entre sus fundamentaciones se plantea: “El aumento de los casos de violencia y femicidio registrados en los últimos años expresa una gravísima situación de violación de los derechos humanos de las mujeres, quienes somos víctimas de una inusitada violencia de género que se está cobrando en la actualidad la vida de una mujer por día en el país…
En la provincia de Salta hasta la fecha son 14 femicidios y es considerada en las estadísticas nacionales la segunda provincia en el país con el mayor número de víctimas.
Esta situación deja en evidencia la ausencia del Estado frente a este flagelo, aunque fue acertada la decisión de la creación del Observatorio en violencia de género. La violencia contra las mujeres es un problema político, social, de derechos humanos, de salud pública y de seguridad ciudadana.
El crecimiento de las luchas en la Argentina en los últimos años tiene como una de sus características, la gran participación de las mujeres de diversos sectores, esto nos ha permitido lograr conquistas importantes y un gran salto en el desarrollo del movimiento de mujeres; como así también se ha visibilizado mucho más la violencia de género…
En esta situación es que se ha ido desarrollando el debate por los problemas específicos que tenemos como mujeres, desde los más inmediatos como la salud, la anticoncepción, la violencia, los hijos e hijas, el aborto, hasta los más profundamente arraigados como el lugar “subordinado” que tenemos en la familia, la sexualidad, nuestro cuerpo, miles hemos empezado a descubrir que ese lugar que creíamos era “natural”, que era “nuestro destino”, tanto en la familia como en la sociedad no lo es tanto. Que tiene causas sociales e históricas, que existe una doble opresión, la de clase y la de género que están estrechamente ligadas y se manifiestan en cada una de nosotras… Por eso, frente a estos sufrimientos, exigimos que se declare la Ley de emergencia en violencia sexual y doméstica (como parte de una de las formas que asume la violencia de género), que dé respuestas a esta grave situación, y la incorporación de la figura de femicidio al Código Penal (…)”
