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18 de julio de 2012

Este fin de semana se realizó una reunión de Mesa Federal de la CCC. Amancay Ardura, su coordinar nacional, relató los temas abordados, en la pelea por un paro nacional activo para la primera quincena de agosto.

Por más unidad para la lucha

Hoy 1428 / Reunión de Mesa Federal de la CCC

Ha sido una mesa muy rica, con ocupados de distintos gremios y lugares del país, en un número que superó a la anterior. Estuvieron presentes jubilados y pensionados, y desocupados que se incorporaron después de la reunión de su mesa. Discutimos sobre la base del guión que se había llevado a la Mesa de Desocupados, más el balance de la actividad de los últimos tres meses.

Ha sido una mesa muy rica, con ocupados de distintos gremios y lugares del país, en un número que superó a la anterior. Estuvieron presentes jubilados y pensionados, y desocupados que se incorporaron después de la reunión de su mesa. Discutimos sobre la base del guión que se había llevado a la Mesa de Desocupados, más el balance de la actividad de los últimos tres meses.

Este debate ha sido de una riqueza impresionante, sobre todo la preparación del paro del 8 de junio, el apoyo a la lucha de camioneros el 20 -en su paritaria-, a partir de ahí la preparación y los debates que hubo en relación a la movilización a Plaza de Mayo y cómo articular con el paro nacional de ATE, y las movilizaciones en todo el país. Hemos visto cómo la articulación de distintas fuerzas lleva sus pasos. Este proceso ha sido rico en todo el país.

 

La crisis
Evaluamos la crisis a fondo. En la Mesa Federal anterior hubo debate acerca de si en el segundo semestre podía remontar o no; hemos concluido que es muy difícil que se pueda remontar, porque va quedando claro que la crisis internacional y la crisis propia de caja –en todos los terrenos, desde el gobierno nacional a los provinciales- hace que la descarga sobre las espaldas del pueblo, y de la clase obrera en particular, sea brutal. Hemos analizado en detalle la situación de la provincia de Buenos Aires, donde luchamos por el no comienzo de clases después de vacaciones y seguir a fondo la unidad para enfrentar el ajuste de Scioli y Cristina.


Hemos acordado cómo actuar en la contradicción provincia-nación, recordando la lucha histórica de Jujuy que volteó cuatro gobernadores, experiencias históricas de cómo se exige a fondo la coparticipación federal; y cómo se pelea a los gobernadores que los impuestos los paguen los terratenientes, los monopolios imperialistas y las clases dominantes de las provincias. A la vez que hay que  exigir al gobierno nacional el cambio de todo el sistema impositivo, porque son los pobres los que están pagando con el IVA al 21%, y los trabajadores con el impuesto a las ganancias. Ahora se le mete mano a los salarios diferidos, porque eso es apropiarse de los fondos de la Anses.


Con la propuesta de apropiarse de los fondos de las obras sociales -no sólo la porción que iba a APE de 13.500 millones- el gobierno busca hacer que los trabajadores sean el banco que necesitan las clases dominantes argentinas para enfrentar la crisis. Por lo tanto, es natural que la CGT se haya partido. Inclusive, esta situación de las obras sociales puede hacer que se den próximos pasos de lucha donde la CGT Azul y Blanca y “los Gordos” tengan que confluir en una medida, porque es un tema concreto que los golpeará.


Por lo tanto, lo que ha triunfado es la posición de la CCC sobre la base de la valoración que hizo de las elecciones en las que ganó Cristina Kirchner: que se venía el ajuste, que se venía la crisis, y que tendría su desarrollo. Ese posicionamiento hizo que el 29 de diciembre junto a la CTA saliéramos contra la ley antiterrorista, sintiéramos como positivo el discurso de Moyano en Huracán, lo calibráramos en política correctamente y también que surgiera la sucesión de hechos: movilizarnos por un verano caliente, empujar un otoño caliente que remató en el paro del 8 de junio, y empezar un invierno caliente en el medio de las paritarias y de los reclamos de docentes y estatales, con el achique en las provincias –no sólo en Buenos Aires, donde repercute más porque es la más grande del país- y aprovechar todas las grietas que se abrieron en el frente del 54% de Cristina.


Esto nos colocó como protagonistas de todos los reagrupamientos y de todas las luchas, lo que hace que tengamos una enorme responsabilidad para profundizar en este camino, por abajo, viendo los reagrupamientos en la base sindical peronista, para conquistar una unidad más amplia en cada fábrica, que cambie la correlación de fuerzas a favor del clasismo, en los centros de concentración decisivos en el campo y en la ciudad.

 

La unidad la hacemos desde una perspectiva propia
A la vez, esa unidad la hacemos desde una perspectiva propia: por un lado vamos a fondo en los reclamos juntos, y abrimos la discusión sobre cómo resolver una propuesta más global. Frente a la devaluación hemos discutido una propuesta integral donde está la nacionalización del comercio exterior y el IAPI de Perón. Frente a Moyano, que una vez fue el gran devaluador, empujamos medidas que tomó Perón, y un programa integral para que la crisis no la paguen los trabajadores y el pueblo, de cinco puntos. Es decir, vamos buscando no sólo la unidad en puntos concretos, sino que vamos discutiendo -abajo y arriba- un programa integral de la clase obrera para enfrentar la crisis, como propuesta para unir al pueblo todo.


Además, para esta salida impulsamos la unidad del pueblo junto a los campesinos pobres, y los expresados en Federación Agraria. Impulsando a fondo la lucha por la tierra para vivir y trabajar, en el camino de terminar con el latifundio y la renta terrateniente a través de una reforma agraria profunda que devuelva la tierra a las naciones y pueblos originarios y genere un millón de nuevas chacras.

 

El 27 de julio, jornada nacional
Hemos abordado el tema del Congreso de Delegados de la CTA para el 8 de septiembre. También, la jornada que se realizará en Ledesma el 28, recodando la gran lucha por la tierra, en la que se triunfó con el costo de cuatro compañeros muertos. Llevamos el reclamo para que terminen con el goteo, porque a los compañeros les han dado 35 arreglos de casas y 8 casas para construir, cuando necesitamos 600 viviendas ya, en El Triángulo. La señora presidenta ha largado un programa de construcción de viviendas; le decimos: los jujeños de Libertador tienen la tierra, están las personas, tienen cuatro muertos y usted sólo da 35 planes “mejor vivir” y 8 casas para construir, cuando hay 700 familias o más esperando.


Hemos puesto el centro en el 27 de julio, en todo el país, donde los desocupados de la CCC lleven los reclamos específicos a los ministerios, y cierren con actos recordando la lucha en Ledesma, exigiendo justicia para los compañeros asesinados y llevando a fondo el reclamo de la CCC de Libertador. También abordamos la preparación de un paro nacional para la primera quincena de agosto. Hemos largado la consigna y la preparación por abajo en asambleas, en reuniones, porque queremos que supere el del 27 de junio. Buscaremos que sea total, pero aunque sea parcial, que logre parar fábricas y lugares de trabajo en todo el país, superando cualitativamente el del 27 de junio.

 

Por más unidad, por más confluencia
La otra cosa que hemos analizado muy en detalle es el estado de ánimo de las masas. Cómo ha habido un cambio veloz de la situación política que tiene como base ese cambio, y el ajuste. En esto vemos cómo van sumándose muy rápidamente sectores muy amplios que estaban dentro del 54% que votó a Cristina, y también muchos que no la votaron, que pasan a esta oposición porque están viendo que les mintieron: que no se va por más sino por menos, que viene el ajuste, que las cosas no estaban tan bien; que la “profesora” de cómo enfrentar la crisis está tomando medidas ortodoxas de descargar sobre los de abajo una crisis que es internacional, que “el mundo se cayó encima”, pero ella quiere que se caiga encima de los pobres y los trabajadores y los pequeños y medianos productores. Porque ha fracasado su modelo de más dependencia y superganancias para los monopolios imperialistas y más renta para los grandes terratenientes.


Hemos hecho muy bien las cosas en esta etapa, pretendemos y hemos decidido ir para adelante en la que sigue: por más unidad, más confluencia y reafirmando tener una propuesta propia que debata, no que vaya a la cola, en esta unidad, sino que nos permita acumular fuerza propia a saltos en los lugares decisivos, fortaleciendo el camino de una salida revolucionaria a la situación, y preparando todo los instrumentos para esa acumulación política.