En los primeros días de junio de 1871, la burguesía francesa descargaba todo su odio contra los obreros, que se habían atrevido a tomar “el cielo por asalto”, como dijo Carlos Marx, cuando instauraron la Comuna de París, esa “revolución con ropa de obrero”, que duró 72 días, y cuyos principios serán eternos.
En los primeros días de junio de 1871, la burguesía francesa descargaba todo su odio contra los obreros, que se habían atrevido a tomar “el cielo por asalto”, como dijo Carlos Marx, cuando instauraron la Comuna de París, esa “revolución con ropa de obrero”, que duró 72 días, y cuyos principios serán eternos.
Escondido y en la clandestinidad, un gran poeta, que había participado del gobierno de la Comuna, y que era miembro de la Asociación Internacional de Trabajadores, escribió los versos de La Internacional, el himno de los trabajadores del mundo entero.
Su nombre era Eugène Pottier, y ya para entonces era un poeta renombrado, y activo sindicalista, que había fundado años antes la Cámara Sindical de Talleres de Dibujantes. Pottier, derrotada la Comuna, tuvo que marchar al exilio, a Inglaterra y a Estados Unidos.
Los versos de La Internacional fueron escritos “con la sangre de los obreros aún corriendo por los muros de los fusilamientos”, y fueron publicados luego de su muerte, ocurrida en noviembre de 1887. Miles de parisinos acompañaron los restos de Pottier, y enfrentaron a la policía, que quiso arrebatar los símbolos de la Comuna, que estaban en el cortejo.
Un ejemplar de las poesías de Pottier fue a dar a las manos del director del coro obrero “La lira de los trabajadores” de la ciudad francesa de Lila, quien le encomendó a uno de sus integrantes, que además era compositor, “una música vibrante” para el poema de Pottier. Este músico proletario era Pierre Degeyter, obrero e integrante de la Lira de los Trabajadores La Lyre des Travailleurs desde la que puso música poniendo música a huelgas, y campañas electorales.
La Internacional, que en su versión original constaba de seis estrofas, se cantó por primera vez en Lila en 1888, y durante algunos años sólo era conocida por algunos obreros franceses. Desde sus comienzos fue perseguida con saña por las clases dominantes. Sólo por editar la letra y la música en un folleto popular, el maestro de escuela Armand Goselin fue perseguido y sufrió un año de cárcel a fines del siglo XIX. En 1896, en ocasión de un congreso que se celebraba en la ciudad de Lila, el Partido Obrero Francés convocó a los trabajadores a recibir a las delegaciones extranjeras. Sectores nacionalistas quisieron impedir el acto, e irrumpieron cantando La Marsellesa. Los socialistas los enfrentaron, unificándose cantando La Internacional. En las calles, combatiendo, los trabajadores franceses la hicieron suya.
Los comunistas y La Internacional
Luego de la traición de los partidos socialistas de la Segunda Internacional, y tras el triunfo de la Revolución Rusa en 1917, Lenin propuso a la Internacional como himno de los trabajadores en el Primer Congreso de la Tercera Internacional. Pierre Degeyter, autor de la música, dirigió la interpretación en el cierre del Congreso. Hasta 1943 fue el himno de la Unión Soviética.
Con el correr de los años, la lucha de líneas entre los distintos sectores del movimiento obrero, se fue expresando en variaciones de la letra de La Internacional. Así se conocieron las versiones anarquista, socialista y comunista, la más fiel a la original.
Los revolucionarios, en nuestro país y en todo el mundo, cantamos La Internacional, porque es la canción que mejor expresa la necesidad de la clase obrera de ponerse de pie y terminar con la opresión. Millones de trabajadores, en todos los idiomas, unimos nuestras voces para que se alcen los pueblos en la lucha por la revolución. La Internacional es la canción que identifica ese inmenso ejército proletario, porque como decía Lenin: “Sea cual fuere el país en que recale un obrero consciente, fuese cual fuere el lugar a que lo empuje el destino, sea cual fuere su sentimiento de ser un extranjero, privado de idioma y de amigos, lejos de su patria, puede encontrar camaradas y amigos gracias a la canción familiar de La Internacional”.