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02 de octubre de 2010

Hugo Lammers, responsable de empresas recuperadas de la CCC, nos habla de los problemas más candentes de este sector, y la necesidad de unificar los reclamos que tienen las empresas recuperadas por sus trabajadores.

Por un gran movimiento de recuperadas

El 9 de Diciembre encuentro nacional en Zanon

Viene un momento de definiciones para las empresas recuperadas. Donde se logró que el Estado expropie y este no pagó; se vienen los juicios inversos. Y donde las legislaturas o los gobiernos locales se opusieron, como en Bauen o Zanon, el desalojo.
Por ejemplo en Zanon, apeló la empresa italiana Sacmi, acreedora en la quiebra y ligada a Luigi Zanon –anterior dueño– el juez de la quiebra, por pedido del fiscal, accedió acortarle el permiso de trabajo a la cooperativa Fasinpat en un año. Los italianos y el Banco Mundial (también acreedor) piden el desalojo de la empresa. El juez puso el 20 de octubre de 2008 como fecha límite de la concesión.
Los compañeros de Zanon presentaron una iniciativa por la expropiación en la legislatura de Neuquén, con 50.000 firmas, que se cayó en mayo, por falta de tratamiento. Ahora van a presentar otra el 10 de diciembre. Ellos plantean la expropiación con estatización y control obrero, pero más allá de esta posición, la expropiación es la única salida para que los 500 trabajadores puedan mantener esa fuente de trabajo.

K y las recuperadas
Alrededor de la estatización con control obrero, se dio una discusión, porque detrás está el debate del carácter de este Estado. Nosotros acordamos en un principio con esta posición. Es mas, también quisiéramos otro Estado, popular revolucionario, patriótico y democrático, que entre otras cosas proteja a los trabajadores y a las empresas nacionales. Porque en definitiva, la causa que llevó al quiebre de tantas empresas en la Argentina tiene que ver la política de entrega con que las clases dominantes manejan este Estado en su beneficio y de los intereses extranjeros asociados.
Los trabajadores que al calor del Argentinazo tomaron los medios de producción en sus manos, desafiaron esa política de entrega, y fueron forzados por una necesidad de subsistencia a un cooperativismo atados de pies y manos, donde las deudas y quebrantos de las quiebras que maneja la Justicia, pende sobre sus cabezas, como la espada de Damocles.
Los trabajadores de la ex Aurora, de Tierra del Fuego, organizados en la Cooperativa Renacer mostraron en este sentido otro camino posible, y tienen condiciones para lograr con su lucha la expropiación a título gratuito y a nombre de la cooperativa, donde las deudas de la quiebra, por ley son absorbidas por el Estado provincial.
El gobierno de Kirchner no resolvió ni un solo problema real de las recuperadas. Entregó miles de millones de pesos a los amigos del poder y monopolios, en subsidios y ni que hablar de la corrupción. Para las recuperadas se dio una política desde Trabajo, Desarrollo Social y el Inaes con un subsidio aquí y otro allá con control milimétrico, para mantenerlas divididas y mansas dentro de un corral, lejos de la lucha que les dio origen.
Muchos trabajadores caminaron por las oficinas de los ministerios y oficinas públicas, creyendo que se abría un espacio para una economía social y solidaria, y terminaron trabajando a fason, en manos de empresarios sin escrúpulos, que intermedian y que se quedan con el fruto de su esfuerzo. Sin jubilación, sin ART, sin obra social, sin ningún tipo de futuro, porque las empresas no les pertenecen, son los jueces los que las tienen en sus manos, incluso muchas como Zanon, le pagan al juzgado de la quiebra, por el alquiler de la planta.
En el caso del Bauen, Iurcovich construyó el hotel con 50 millones de dólares que le prestó la dictadura (ex-Banade), nunca los pagó y nadie lo condenó por ello. Durante el concurso sacó el edificio de la quiebra, y ahora lo quiere recuperar, pidiendo el desalojo de los trabajadores que pusieron el hotel en funcionamiento.
En el frigorífico Yaguané, no sólo se cae la expropiación el 16 de abril. Tienen la cooperativa Cotrafriya concursada por su abogado Luis Caro para legalizar toda la administración fraudulenta anterior, a pesar de que la asamblea le rechazó los balances. Si no se consigue una prórroga de la provincia o una nueva ley provincial o nacional, va a remate, y el síndico de la quiebra dijo en el Inaes que “ya tienen comprador para el frigorífico”.
El gobierno analiza que con el triunfo de Cristina, ya estamos “saliendo del infierno”, en lo que coincide con algunos sectores de izquierda que plantean que el 28 de octubre “se cerró el período abierto con el Argentinazo”.
Esa es la lectura que hacen ellos de las elecciones, no la que hacemos nosotros, que contamos millones de votos opositores con el llamado “voto bronca”. Creen que estarían dadas las condiciones, para decir: “Bueno muchachos, a ustedes se les fue la mano con la crisis del 2001, es hora que vayan devolviendo las empresas, o que se asocien con los bancos o monopolios y sean de nuevo obreros con patrón: la idea que ustedes tienen de hacerse dueños de las empresas no va”.

Debates en el movimiento
Respecto a la crisis del 2001, el Estado cumple el papel de reordenar. Cavallo en su momento modificó la ley de quiebras para facilitarle a los empresarios licuar sus deudas y que el sector financiero y los bancos, sean los acreedores privilegiados en las quiebras.
Hay un sector dentro del movimiento de las recuperadas que cree que el sólo hecho de modificar la ley de quiebras, para que los créditos laborales (las deudas que contrajeron con los trabajadores durante el proceso de quiebra) puedan ser tomados como capital, para comprar en los remates, es la solución.
Este sector miente y es funcional a la política implementada desde el gobierno, ya que les oculta a los obreros la situación legal de sus fabricas para correrlos de la batalla política, legal y económica que deben llevar adelante para solucionar su propia situación.
Esto es complejo, porque no es que van por todas las recuperadas al mismo tiempo. Por un lado el gobierno ha dicho que va a respetar “los tiempos de la justicia”; tiempos que también se manejan desde el Ejecutivo. Por el otro, hay distintos intereses en juego. Hay que tener en cuenta, que donde salieron leyes de expropiación que están por caer, fue por provincia, y aquí entra a tallar la situación concreta en cada lugar.
Zanon junto con el Bauen plantean una ley nacional de expropiación, pero solos no tienen la fuerza necesaria para sacarla. No estamos en contra de una ley nacional de expropiación, siempre que abarque la problemática de todas las recuperadas, pero para eso tienen que haber un gran movimiento que las unifique a todas.
Por eso es muy importante la convocatoria lanzada por Zanón –una empresa que es ejemplo de producción y de solidaridad con la comunidad– de realizar un encuentro de recuperadas para el 9 de diciembre en Neuquén, y una movilización el 10 a la Legislatura de Neuquén. Es muy importante que todas las recuperadas, más allá de las diferencias políticas, vayan a este encuentro que convoca Zanon junto al Bauen, Renacer, entre otras.

Elaborar un programa conjunto
Nosotros esperamos que se pueda elaborar un programa conjunto, que a nuestro entender tiene varios puntos.
En primer lugar el tema de las expropiaciones. En segundo lugar, el marco legal para poder comercializar con independencia. Subsidios y crédito para producir. Ley de “compre nacional” o que las privilegie el Estado en sus compras. Otro tema es la tecnificación y facilidades para adquirir maquinaria mas o menos moderna, que es imprescindible para poder producir en condiciones competitivas.
Ha llovido mucha “capacitación intelectual” para los obreros de las recuperadas, pero plata para maquinaria “con gotero”. No hay ART que quiera cubrirlos en accidentes de trabajo.
Otro problema a resolver son los años de aportes jubilatorios que en los concursos y a posteriori les fueron robados y el Estado debe reconocérselos. Encima los tienen atados con el monotributo. Apenas subsisten, por lo tanto no se hacen los aportes y ya son “morosos” para la AFIP. Abandonados por sus gremios, en su inmensa mayoría, no tienen ni obra social para ellos y sus familias.
Por eso entendemos que sin un gran movimiento de trabajadores de empresas recuperadas, que ponga estos temas en debate, no será posible resolverlos.