Las campañas de odio y desinformación abundan por estos días y encuentran su terreno fértil en las redes sociales y en boca de periodistas o ex funcionarios afines a las ideas que empuja la derecha en nuestro país, en particular los sectores afines al macrismo que pugnan por recuperar el poder perdido. Pensábamos que con el “se embarazan para cobrar un plan” habían llegado al límite del desprecio de clase…pero no, ahora se sumó el “van a financiar a los faloperos”, “más fácil falopearte que buscar laburo”. Esas son algunas de las expresiones de odio -agitadas por los sectores reaccionarios de las clases dominantes- ante el anuncio del programa “Potenciar Acompañamiento” un acuerdo entre la SEDRONAR y el Ministerio de Desarrollo Social para ayudar económicamente a quienes se encuentran transitando su última etapa de recuperación.
La ofensiva contra la juventud es grande: se expresa por un lado en el incremento de la violencia policial y el gatillo fácil -como el asesinato de Blas en Córdoba o la desaparición de Facundo en Provincia de Buenos Aires-, pero también en intentar que estas ideas reaccionarias permeen a una parte de las y los jóvenes, sobre todo de las capas medias. Tienen como terreno fértil la división social, política y cultural que vive la sociedad argentina.
Pero en concreto ¿Qué plantea el potenciar acompañamiento? Es una ayuda económica de $8.500 (equivalente a medio Salario Mínimo Vital y Móvil) para las personas que transitan la última etapa de su tratamiento por consumos de sustancias y adicciones. Desde el Sedronar, calculan que existen bajo su órbita unas 44 mil personas realizando tratamientos de manera ambulatoria o con residencia, pero no todos están en la recta final. Una parte de esas personas, sobre todo pibes y pibas, asisten a las Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC) que llevan adelante organizaciones sociales como la Juventud de la CCC y el Movimiento Ni Un Pibe Menos por la Droga.
Precisamente, las juventudes de los movimientos populares celebraron en un comunicado de prensa el lanzamiento del programa “Potenciar Acompañamiento”, afirmando que se trata de “un reconocimiento por parte del Estado Nacional a la lucha de las organizaciones sociales que durante muchos años vienen abordando esta problemática, y también a la situación que viven los pibes y las pibas que transitan un proceso de recuperación de adicciones y del consumo problemático de sustancias en nuestras casas comunitarias y centros barriales. Es un reconocimiento a los pibes y las pibas que realizan un proceso de transformación en nuestros espacios y que hoy son parte de los que organizan las ollas comunitarias en nuestros barrios para hacerle frente a la pandemia y al hambre”.
Eso es algo de lo que poco dicen los voceros del odio de clase, que muchos de los pibes que se encuentran en recuperación de adicciones hoy participan de las ollas populares que se realizan en sus Caacs para paliar el hambre que sufre una parte grande del pueblo.
Gabriel Aranda, coordinador del CAAC de Ni Un Pibe Menos de La Matanza, indicó en un comunicado: “Los que estamos en el tema sabemos lo que sufren los pibes sobrellevando el tratamiento y el después. Muchos salen, no consiguen trabajo, se frustran y vuelven a caer. La sociedad de hoy en día los condena con el dedo y para muchos es difícil conseguir un trabajo contando que son rehabilitados. Vemos positivo el plan lanzado ya que va a ayudar a cada uno de ellos a incorporarse al mundo laboral, es una gran ayuda para reconstruir su vida nuevamente (…) Hace mucho que queremos que el Estado se ponga presente y actúe por los pibes y pibas que se quieren salvar la vida”.
Las expresiones de odio, estigmatización, racismo y desprecio son impulsadas por los mismos que durante 4 años desfinanciaron la SEDRONAR y todas las políticas sociales destinadas a contener a los pibes. Ese mismo odio, racismo y estigmatización llevaron a que la violencia institucional y el gatillo fácil se transformen en política de Estado durante los cuatro años que gobernó el Macrismo.
Entendemos que el Potenciar Acompañamiento es un paso importante para que quienes se recuperan de las adicciones vean un horizonte de futuro que los ayude a reinsertarse laboralmente o al sistema educativo. Muchas veces, cuando terminan el tratamiento se encuentran ante ellos un vacío y vuelven a recaer. El Programa plantea también que durante ese último año además de continuar con el tratamiento, participarán en la red de trabajo diario del dispositivo, que va desde la preparación de alimentos, compras, limpieza y mantenimiento del lugar, hasta acompañar a los compañeros al médico y ayudarlos a gestionar un trámite, entre otras tareas de cuidados. Asumiendo, en este proceso, compromisos personales y con los demás dentro del espacio, y retomando sus lazos familiares y afectivos.
Este proyecto emerge como un primer paso que posibilite a miles de pibas/es sostenerse y poder recuperar un proyecto vida. Sabemos que no será de un día para el otro y que en eso las organizaciones sociales y política tenemos un rol fundamental que jugar.
En un mundo convulsionado por la crisis desatada a raíz de la Pandemia del Covid-19, en una América Latina en la que avanzan gobiernos reaccionarios afines al imperialismo yanqui -en particular de Brasil y Bolivia- en el medio de una disputa interperialista brutal, no es momento de bajar la guardia. Ponemos el cuerpo en la primera línea de batalla contra el Covid, al mismo tiempo que debatimos y enfrentamos con fuerzas las ideas reaccionarias que tienen en la mira a la juventud.
Hoy N° 1828 19/08/2020