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09 de octubre de 2013

Preencuentro de mujeres

Mar del Plata: Camino a San Juan

El sábado 5 de octubre, nos juntamos unas 82 mujeres para debatir e intercambiar experiencias sobre el tema de violencia de género. Muchas que participaron por primera vez y otras encuentreras de años, fuimos contando lo que nos pasa, nuestros sufrimientos, nuestras penurias, nuestro valor por salir de esa situación tan terrible, la fuerza que aparece en cada una de nosotras cuando nos organizamos, cuando nos ayudamos y cuando rompemos el silencio como dijo el papa Francisco “haciendo lío” para que nos escuchen.

El sábado 5 de octubre, nos juntamos unas 82 mujeres para debatir e intercambiar experiencias sobre el tema de violencia de género. Muchas que participaron por primera vez y otras encuentreras de años, fuimos contando lo que nos pasa, nuestros sufrimientos, nuestras penurias, nuestro valor por salir de esa situación tan terrible, la fuerza que aparece en cada una de nosotras cuando nos organizamos, cuando nos ayudamos y cuando rompemos el silencio como dijo el papa Francisco “haciendo lío” para que nos escuchen.
La bronca con los últimos gobiernos, pero especialmente con el de Cristina, creció como nunca. Su política no resuelve los problemas de las mujeres; habla mucho pero hace poco o casi nada para terminar con la trata, el abuso, la violencia y las muertes de mujeres por abortos clandestinos. En cambio, en forma absolutamente morbosa y perversa, días  y meses, pasan lo de María de los Angeles -como fue lo de Candela- por todos los medios televisivos que tampoco resuelven, desviando las luchas que protagonizamos en el país contra la de- socupación y la droga. Son un millón de jóvenes que no estudian ni trabajan, por lo tanto no tienen objetivos por el cual vivir, los ritmos de trabajo son terribles, las maestras sufren agresiones por parte de los padres y tienen que trabajar doble turno para llegar a fin de mes. Las obreras que sufren acoso sexual por parte del jefe o patrón. La mujer llega a la casa después de 8, 12 y hasta 16 hs de trabajo y encima sigue su jornada con las compras para la comida, los deberes de los chicos, lavar la ropa, y si te toca la mala, con un marido que te maltrata.
Pero también se contó lo maravilloso que es participar con otras miles, dejar la casa cinco días y que al volver algo en nosotras cambió, y tenemos otra mirada y otra actitud ante los mismos problemas que dejamos cuando nos fuimos para poder transformar la realidad. La posibilidad de conocer nuestra patria con los Encuentros, que de otra manera sería imposible, si apenas llegamos a fin de mes.
El grupo que venimos trabajando desde marzo juntando pesito por pesito, con rifas, bingos, bonos contribución, vendiendo empanadas, hace que todas juntas nos sintamos mujeres aguerridas, que a pesar de todos los problemas, que son muchos, dejamos nuestra casa organizada, y nos vamos al Encuentro.
Terminamos con mucha alegría y distensión con Analía y su grupo de mujeres bailando zambas y chacareras; Ana Geniso y Graciela Tonnier que tocaron el violín y el piano junto a Pinocha con su guitarra nos hicieron emocionar hasta el alma. Hasta San Juan, no paramos.