Este 22 de septiembre, en Villa Gobernador Gálvez, en la sede de Amsafe-ATE de esta ciudad, alrededor de 60 mujeres nos convocamos para realizar el Preencuentro. Si bien teníamos preparados varios talleres, porque muchas son las problemáticas que nos tocan, como la lucha contra las adicciones, la lucha por la tierra y la vivienda, la salud, la sexualidad; fue inevitable que todas nos metiéramos con el tema de la violencia de género, dado que nos sentimos profundamente conmovidas por la terrible agresión que sufriera una compañera del grupo de violencia, la noche anterior.
Rosalía Benítez, hace aproximadamente dos meses había llegado al grupo de atención de la violencia de género que funciona en nuestro local de Amas de Casa. Ese día, después de deambular por comisarias y juzgados, con sus ojos morados por los golpes que le efectuara su marido, y, después de soportar años de maltrato de toda índole por parte del mismo; sólo obtuvo la negativa a tomarle la denuncia, con argumentos absurdos que sólo lograban atemorizarla más. Recurrió desesperada a su mejor amiga, que integra el grupo de violencia de la casita de Amas de Casa y ella la acercó a nosotras. Con mucho esfuerzo, como lo es siempre para las mujeres, logramos la exclusión del hogar para Cacho Toledo, el agresor.
Si bien él se retiró del hogar, no respetó la prohibición de acercamiento, y el 21 de septiembre en horas de la tarde ingresó al domicilio de Rosalía, baleándola frente a la hija de ambos de solo 8 años. Cacho Toledo está prófugo y Rosalía se debate entre la vida y la muerte en el hospital.
Esto nos movilizó tanto que no paraban de brotar las historias de las mujeres que estábamos en el taller, todas, todas, teníamos algo para decir, para contar, para opinar. Una mezcla de dolor, indignación, y bronca se respiraba en el aire, pero concluimos que esto debía transformarse en lucha. Y, a pesar de que al otro día teníamos previsto un arroz para juntar fondos para ir a Posadas, definimos salir a la calle a gritar fuerte, a exigir y a reclamar. Es por ello que este lunes, a las 15, llevamos a cabo una concentración en la plaza principal, con volanteada y firma de petitorio por la declaración de emergencia pública en violencia de género en Villa Gobernador Gálvez. Todo esto en el marco de que hace apenas unos diez días el Concejo Deliberante, aprobara en Rosario dicha declaración.
En el arroz, que fue multitudinario, contamos –algunas llorando– lo ocurrido e invitamos a todos a sumarse a la movida. En esos momentos nos informaron que los familiares de Rosalía estarían presentes muy activos y decididos a luchar junto a nosotras. En el evento, pudimos reflejar las diferentes luchas que las mujeres de Gálvez protagonizamos este año: las tomas de tierra, la lucha por los puestos de trabajo, por la quita del IVA a los productos de la canasta básica alimentaria, contra la inflación, la lucha contra la violencia de género, etc., revalorizando al Encuentro como esa gran escuela donde todas aprendemos y enseñamos algo.
Con una mixtura especial de mucho trabajo y emociones compartidas: “¡Posadas: allá vamos!”