Nosotros sabemos que la lucha del proletariado contra el capitalismo se desenvuelve en tres frentes: el económico, el político y el ideológico. La lucha económica no puede separarse de la lucha política, y ni la una ni la otra pueden ser separadas de la lucha ideológica. (…) El elemento “espontaneidad” no es suficiente para la lucha revolucionaria, pues nunca lleva a la clase obrera más allá de los límites de la democracia burguesa existente. Es necesario que el elemento conciencia, el elemento “ideológico”, es decir, la comprensión de las condiciones en que se lucha, de las relaciones sociales en que vive el obrero, de las tendencias fundamentales que operan en el sistema de estas relaciones, del proceso de desarrollo que sufre la sociedad por la existencia en su seno de antagonismos irreductibles, etc. (…). No se puede proponer antes de la conquista del Estado, modificar completamente la conciencia de la clase obrera, sería utópico (…). Pero el Partido puede y debe en su conjunto representar esta conciencia superior; de otro modo aquel no estaría a la cabeza, sino a la cola de las masas (…). Por ello el Partido debe asimilar el marxismo y debe asimilarlo en su forma actual, como leninismo. Antonio Gramsci. Necesidad de una preparación ideológica de la masa (Extracto). Cuad. hoy Nº 150.
16 de noviembre de 2016