"En la madrugada del 6 de septiembre, la aviación enemiga israelí penetró en el espacio aéreo de Siria desde la frontera norte (lindante con Turquía), procedente del mar Mediterráneo y en dirección a la región del noroeste, rompiendo la barrera del sonido", fue la escueta información que tuvo el mundo ese día. Los cables aclaraban que los cazas F-16 israelíes se retiraron luego de descargar "sus municiones", sin que el gobierno de Siria ni el de Israel abrieran la boca sobre tan sorpresivo ataque en una zona desértica.
Tras dos semanas, en los círculos políticos y en medios israelíes comenzaron a "filtrarse" datos y señales que van revelando el "contexto estratégico" en el que se desarrollan las operaciones militares israelíes en Siria, Líbano y Gaza y cuyo objetivo final, parecería ser el envío de una "señal militar disuasiva" hacia Irán, el "enemigo mayor" de los imperialistas anglo-yanquis, en su accionar para asegurarse el control estratégico del Medio Oriente y sus recursos petrolíferos.
Según trascendió, el jefe de la Inteligencia Militar israelí, Amos Yadlin, dijo en una presentación ante la Comisión de Asuntos Exteriores, que Israel restauró su poder de disuasión desde la Segunda Guerra del Líbano, y esto va a producir un "importante efecto en toda la región" incluyendo Siria e Irán.
Un funcionario del entorno Bush –citado por el Times– dijo que Israel estuvo realizando vuelos de reconocimiento sobre posibles instalaciones nucleares que Siria utilizaría para almacenar material comprado a Corea del Norte. Según el diario árabe Assenara, Israel atacó una base militar siria que albergaba misiles y armas procedentes de Rusia. Lo cierto es que Israel produjo este hecho infiltrándose en el sistema de defensa sirio, aunque sigue quedando en el "misterio" el destino de los misiles disparados por sus aviones de combate y el daño que habrían causado.
Desde enero del 2006, la mayoría de los medios, analistas y expertos militares de Estados Unidos y Europa vienen coincidiendo en que los gobiernos imperialistas de Estados Unidos y Gran Bretaña (a los que se ha sumado ahora el gobierno francés de Zarkozy), ya tienen preparado un plan de ataque contra Irán, que se lanzaría luego de agotada la "opción diplomática" en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En este contexto, la "denuncia" de Kirchner contra Irán, con "pruebas" armadas por los servicios israelíes y norteamericanos, se suma a la propaganda imperialista para "justificar" el ataque a ese país.
02 de octubre de 2010