La huelga de hambre de los presos palestinos, parte de los 6.500 que se encuentran encarcelados por el Estado ocupante, Israel, es para demandar la ampliación del régimen de visitas, el acceso a tratamientos sanitarios, el fin del aislamiento y de la detención administrativa, que permite a Israel encarcelar sin cargos ni juicios.
La huelga de hambre de los presos palestinos, parte de los 6.500 que se encuentran encarcelados por el Estado ocupante, Israel, es para demandar la ampliación del régimen de visitas, el acceso a tratamientos sanitarios, el fin del aislamiento y de la detención administrativa, que permite a Israel encarcelar sin cargos ni juicios.
En una carta publicada por el New York Times, el líder de Al Fatah Maruan Barguti, encarcelado a perpetuidad desde el 2002 cuando encabezó la que se conoce como la Segunda Intifada, explicó que la huelga de hambre tiene como objetivo “poner fin a los abusos en los centros penitenciarios”. “Israel ha establecido un apartheid judicial que garantiza la impunidad para los israelíes que han cometido delitos contra los palestinos y que criminaliza la presencia de la resistencia palestina”, asevera Barguti y agrega: “Los prisioneros sufren torturas, tratos degradantes e inhumanos y falta de asistencia médica, algunos han muerto durante su detención”.
Desde las organizaciones palestinas y de derechos humanos de distintos países se viene denunciando que en el territorio del Estado de Israel y en la Cisjordania ocupada militarmente, hay en la actualidad unos 6.500 presos palestinos, en los que se incluyen 300 menores de edad, 62 mujeres y 13 diputados del Consejo Legislativo. Entre los detenidos hay 23 enfermos en estado terminal, según organizaciones de apoyo a los internos. Hay 500 presos sometidos al llamado régimen de detención administrativa –sin acusación formal– de forma indefinida.
La respuesta de los funcionarios del gobierno de Benjamín Netanyahu ha sido la advertencia de sanciones a los presos, y la suspensión de las visitas de los familiares. El ministro de Seguridad Interior, Gilad Erdan, ha ordenado que las fuerzas antidisturbios se sitúen en estado de alerta ante los recintos de las prisiones.
Barguti recuerda en la carta que desde 1967 murieron 200 presos producto de torturas, tratos inhumanos y degradantes y negligencia médica. Y agrega el líder palestino que se encuentra encarcelado desde hace 15 años que “Según el grupo de derechos humanos Addameer, en las últimas cinco décadas, Israel ha encarcelado o detenido a más de 800.000 palestinos, el equivalente a 40 por ciento de la población masculina de los territorios de Palestina”.
A la vez, denuncia el “apartheid judicial que otorga impunidad virtual a los israelíes que cometen crímenes en contra de palestinos, mientras que criminaliza la presencia y resistencia palestina”, y advierte que desde las cárceles ha crecido la lucha por la libertad y la dignidad del pueblo palestino, lucha que todos los clasistas y revolucionarios debemos apoyar sin reservas.