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07 de febrero de 2018

Entrevistamos a Fanny, Bárbara y Daniela compañeras de la CCC de Quilmes y Ludmila y Yesica de Capital Federal, sobre su trabajo como promotoras en prevención de la violencia contra las mujeres.

Prevención de la violencia contra las mujeres

Promotoras cuentan sus experiencias

Las tres primeras fueron parte de la consulta popular “Vivas nos queremos” impulsada por compañeras de la CCC, Frente de Mujeres Evita, Mumala y Seamos Libres en la provincia de Buenos Aires y también integran la Comisión de Mujeres de Quilmes-Berazategui y Varela.

Las tres primeras fueron parte de la consulta popular “Vivas nos queremos” impulsada por compañeras de la CCC, Frente de Mujeres Evita, Mumala y Seamos Libres en la provincia de Buenos Aires y también integran la Comisión de Mujeres de Quilmes-Berazategui y Varela.
Las promotoras son mujeres que conocen la realidad de su barrio, en sus comedores, sus copas de leche y cooperativas y las que a diario luchan contra el hambre y por trabajo digno. Son compañeras que se capacitan y se fortalecen para una tarea que ya vienen desarrollando vinculada principalmente a la prevención de la violencia, y acompañando a las mujeres víctimas de violencia. Toman en sus manos herramientas que conquistamos con la lucha (como la Ley 26.485 de prevención de violencia) y exigen al gobierno que su trabajo sea reconocido y remunerado.
En este camino nos fortalecemos para dar una pelea justa y necesaria, que nos permite hacer valer nuestros derechos y conquistar lo que nos falta en un recorrido colectivo y sostenido en el tiempo. Ponemos en la voz de las protagonistas la experiencia que viene llevando a cabo en sus lugares.
 
–¿Qué es ser una promotora para ustedes?
Yesica: Para mí ser promotora es mostrar a la gente lo que sabemos, para qué nos capacitamos, qué es lo que queremos transmitirle a ellos para que sepan de qué se trata nuestro trabajo.
Ludmila: Para mí ser promotora ayuda a tener conocimiento de lo que se trata la violencia de género, y a medida que nos asesoran nosotras vamos adquiriendo experiencia a través de las encuestas porque éstas nos llevan a conocer vivencias directas e indirectas de cada persona. Y ser promotora es aprender más allá de lo que sabemos porque cada persona pasa por diferentes situaciones y experiencias. Eso es lo que siento que es ser promotora.
Bárbara: Ser una promotora en violencia es dar a conocer que la violencia es un problema social que se ha agravado y muchas veces se naturaliza. Nosotras damos la información, que es lo más importante, para buscar una solución, que sepan que no están solas, tratando de evitar que la situación empeore, o que se llegue al femicidio. Buscamos prevenir la violencia y reclamar nuestros derechos.
Fanny: Creo que es hablar con las compañeras, escuchar las problemáticas de las mujeres, manifestar que hay una Ley, la 26.485.
Daniela: Es asesorar a las mujeres y dar la información que tenemos las promotoras después de habernos capacitado. La experiencia que tuvimos las que hoy somos promotoras nos sirvió mucho, porque muchas pensábamos que la violencia es cuando te golpean y tuvimos mucha información desde la ley que nos debe amparar ante los distintos tipos de violencia.
 
–¿Qué expectativas tienen con el trabajo que están realizando?
Yesica: Primero que nada, a nosotras nos enseñó mucho el realizar estas encuestas y estar con la gente, ayudando a crear conciencia en las mujeres que nos cuentan sus problemas. Las expectativas serían esas: ayudar y acompañar.
Ludmila: La expectativa que tenemos con nuestro proyecto es aportar. Aportar una ayuda, una palabra de aliento, de entrar en las vivencias de cada una de ellas. Es aspirar a que cada mujer no se quede en silencio y que pueda ser oída para poder ser ayudada. Otra expectativa podría ser sumar más promotoras y volver más fuerte esta organización para poder aprender y así ayudar a más mujeres. Encontrar soluciones para ellas. Cada mujer es un ser humano importante y nosotras queremos tener más conocimientos para poder llegar a más necesidades.
Bárbara: Queremos que haya muchas más promotoras, en la provincia de Buenos Aires pedimos 30 mil. Que se reconozcan y se pague por la tarea realizada. Hay mucha violencia y se necesitan más para que se conozca y se haga prevención.
Fanny: También queremos que se siga hablando, que más mujeres se atrevan a denunciar.
 
–¿Qué medidas piensan que se pueden tomar para poder terminar con la violencia contra las mujeres?
Yesica: Sumar más gente. También llegar a más barrios que no son escuchados, seguir concientizando a los hombres para que sean más respetuosos con sus hijas, sus esposas y otras mujeres. Llegar a más gente, que sepan cómo se siente la mujer que pasa situaciones violentas. Que se pongan en nuestro lugar.
Ludmila: De mi lugar lo que he aprendido, viendo que hay tanta necesidad, es que el gobierno es ajeno a todo lo que está pasando, no toma interés en las necesidades de las mujeres. El gobierno debería dar herramientas, dar lugar, casas o soluciones para que la mujer sea protegida. Hay mujeres que por miedo se quedan en sus casas soportando golpes y maltratos y terminan con la muerte por no tener a dónde ir. Entonces lo que buscamos con esta organización es que el gobierno tome una medida contundente y rápida para poder evitar la violencia. En el caso contrario, la violencia va aumentando. Si el gobierno hiciera esas casas de ayuda o protección, o brindarles trabajo, sería una gran contención. Para que no se sientan solas.
Bárbara: Los gobiernos deberían más que nada garantizar que haya presupuesto, que es por lo que venimos luchando siempre, también por la declaración de la Emergencia en violencia. Que se pueda hacer más, el gobierno es el que debe poder hacerlo. Y que se tomen las denuncias, que seamos más escuchadas y ayudadas.
Daniela: Sería bueno también que los gobiernos hagan hogares para las mujeres que los necesitan, y poner más plata para tratar lo de violencia, eso falta.
Fanny: Se necesita también cambiar a los jueces que tienen esas ideas tan viejas, tan machistas. Y lo que se necesita es que haya realmente contención, psicológica y sobre todo ayuda económica por parte del gobierno.