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29 de diciembre de 2011

Declaración de principios*

Primer Plenario Nacional de las Agrupaciones Clasistas Primero de Mayo

Documentos del PCR / tomo 2

Las Agrupaciones Clasistas Primero de Mayo, surgidas al calor de la lucha obrera-popular de mayo de 1969/70:

Las Agrupaciones Clasistas Primero de Mayo, surgidas al calor de la lucha obrera-popular de mayo de 1969/70:

Partiendo de la comprensión acerca de la misión histórica que debe cumplir el proletariado: liberar a la humanidad de la explotación del hombre por el hombre; explotación que se expresa en nuestro país en un sistema capitalista dependiente, representado en los momentos actuales por la dictadura de los monopolios imperialistas y la oligarquía burguesa terrateniente de Levingston-Lanusse, que arrasó y arrasa viejas conquistas del movimiento obrero, congela salarios, impone en las empresas nuevas formas de superexplotación, arroja a la calle a millares de trabajadores, liquida las conquistas democráticas de la escuela pública y la universidad, desaloja a miles de campesinos pobres arrendatarios, expropia a pequeños comerciantes y artesanos, traslada y desaloja barrios obreros de las villas de emergencia intensificando el terror y control policial sobre las mismas, estruja con impuestos agobiantes al campesinado y capas medias; todo ello para cumplir los dictados de sus amos, los monopolios y la oligarquía, reprimiendo todo intento de lucha con asesinatos, encarcelamiento de centenares de luchadores obreros, estudiantiles y populares, particularmente a los combatientes revolucionarios, llegando a institucionalizar la pena de muerte.

 

Consideran que:

Estas han sido y son las causas del descontento popular existente, y las contradicciones que crea el proceso de concentración y centralización monopolista a favor fundamentalmente de los monopolios imperialistas, y la elevada combatividad y el crecimiento de la conciencia de las grandes masas obreras y populares, expresadas en el Cordobazo y el Rosariazo del 69 y últimamente en las luchas obreras y populares de noviembre de este año, especialmente las que tuvieron por escenario Tucumán, Salta y Catamarca.

  Esta elevación de conciencia y combatividad de la clase obrera choca crecientemente con el papel de “bomberos” de la lucha, jugado por los jerarcas sindicales al servicio incondicional del régimen, que han transformado a los sindicatos en cómplices del mismo, al servicio de los monopolios y de las clases dominantes y explotadoras, recibiendo en pago jugosas prebendas.

Que para romper dicha estructura sindical, integrada al régimen a través de la Ley de Asociaciones Profesionales14455 y sus estatutos tramposos, no sirven posturas reformistas, ni electoralistas, ni los pseudo independientes que pretenden colocar a la clase obrera como furgón de cola de la burguesía.

Que el único camino válido para liquidar y reemplazar al aparato sindical de las clases dominantes, tal como lo demuestran las luchas de la clase obrera en 1969 y 1970, es construir desde abajo la organización independiente de los obreros, expresada a través de poderosas agrupaciones clasistas y revolucionarias, capaces de nuclear de acuerdo con las características y nivel de conciencia de cada empresa y gremio a los obreros más combativos y conscientes y educarlos a ellos y a las masas a través, principalmente, de la lucha, en los principios de clase, socialistas, insurreccionales; barriendo al reformismo y al nacionalismo burgués en la lucha por construir una Central Obrera Unica Clasista y Revolucionaria.

Que en el momento actual las Agrupaciones Clasistas Primero de Mayo deben centrar lo fundamental de su accionar en llevar al combate frontal a los obreros contra el enemigo de clase, haciendo que el proletariado juegue el papel dirigente de otras capas y clases aliadas en la revolución de liberación social y nacional en la Argentina.

Que el combate obrero y popular debe romper el espinazo de los planes integracionistas de la dictadura que pretenden enchalecar a la clase obrera tras una farsa electoral que institucionalice y avale los planes de superexplotación y represión; y que para ello debe unir tras la clase obrera a todos los oprimidos capaces de derribar a la dictadura e imponer a través del levantamiento insurreccional armado victorioso del pueblo, un gobierno revolucionario del pueblo dirigido por la clase obrera.

  Que la Tendencia Nacional de Agrupaciones Clasistas Primero de Mayo al adquirir el compromiso ante el proletariado de impulsar a fondo la lucha contra el régimen, señala claramente que en su lucha contra el poder unido de las clases poseedoras, el proletariado no puede actuar como clase, más que constituyéndose él mismo en un partido político, distinto y opuesto a todos los partidos políticos creados por las clases poseedoras; que esta constitución de la clase obrera en partido político es indispensable para asegurar el triunfo de la revolución social y de su fin supremo: la abolición de las clases. De ninguna manera la Tendencia Sindical Clasista pretende sustituir a esa organización.

Que la coalición de las fuerzas de la clase obrera lograda ya por la lucha económica, debe servirle asimismo de palanca en su lucha contra el poder político de sus explotadores, puesto que los señores de la tierra y el capital se sirven siempre de sus privilegios políticos, para defender y perpetuar sus monopolios económicos y para sojuzgar al trabajador. La conquista del poder político se ha convertido en el gran deber del proletariado.