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02 de octubre de 2010

Los institutos dependientes del Gobierno de la Ciudad, vienen sufriendo desde hace mucho tiempo el mal estado edilicio, falta de materiales, falta de gas, etc.

Profesorados de Capital Federal exigen más presupuesto

Hoy 1220 / Joaquin V. Gonzalez y Alicia Moreau de Justo

A partir de la asunción de Macri en el gobierno de la Ciudad, y en el marco del ajuste llevado adelante por éste, los establecimientos educativos fueron víctimas del recorte de subsidios, implementado desde noviembre del año pasado, con el argumento de que el gobierno se va a encargar directamente de los arreglos edilicios y que para gastos menores se les otorgará a los rectores una caja chica de $ 6.000 anuales.
Estos subsidios que llegaban a las cooperadoras constituían el único ingreso (además de los sueldos de los docentes y el personal administrativo que son pagados directamente por el Gobierno de la Ciudad).
Ante esta situación los establecimientos se encuentran convulsionados y en muchos de ellos se empiezan a desatar luchas para que den marcha atrás con estas medidas y para exigir presupuesto acorde a sus necesidades, como también para pedir que se soluciones el problema de la falta de gas y el deterioro y la falta de edificio propio, como en el caso del Joaquín V. Gonzalez.
En este sentido el Profesorado Alicia Moreau de Justo (Córdoba y Ayacucho), realizó el 4/6 un corte de calle con clases públicas donde participaron más de 100 estudiantes, docentes y representantes de las cooperadoras; confluyendo en la lucha con los colegios y otros profesorados que vienen discutiendo este tema. En el Joaquín V. González, a la falta de presupuesto y recorte, se le suma que el edificio en el que están funcionando no solo está en pésimo estado, sino que lo comparten con el Mariano Moreno.
En el 2001 se consiguió un nuevo edificio, sin embargo no cuenta con las normas de seguridad requeridas y además no tiene la capacidad suficiente para los estudiantes del profesorado.
Es por eso que desde el Centro de Estudiantes se desarrollaron tres jornadas de corte y clases públicas frente al Joaquín, al Gobierno de la Ciudad y al Ministerio de Educación con alrededor de 400 personas cada una. Se han conseguido entrevistas con funcionarios pero hasta ahora no han dado una respuesta satisfactoria, ni resuelto ninguno de los problemas.
En las últimas semanas se viene formando un cuerpo de delegados que discute el problema del edificio, profundizando el debate, y donde empiezan a aparecer las inquietudes de sectores de estudiantes que no venían expresándose antes en las asambleas. Es posible debatir con ellos las condiciones reales en las que se los quiere mudar y las medidas que deben tomarse en conjunto. Así avanza en masificación interna el conflicto y se dan mejores condiciones para arrancarle al gobierno las garantías que se reclaman: que el espacio que se le otorgue al Joaquín sea propio, seguro y para todos.