1. La pelea por las vacunas
En nuestro país la segunda ola del Covid-19 avanza. Los contagios llegaron a 29.472 el 16/4. Las muertes desde el inicio de la pandemia ya son casi 60.000. Muchos hospitales y clínicas están colapsados. Crecen las cepas más peligrosas. En La Plata, según el diario El Día (18/4) se comprobó que 3 de cada 4 nuevos contagios son de la cepa de Manaos (Brasil), lo que explica la velocidad de los contagios y la complicación de pacientes cada vez más jóvenes. Se sospecha que esta cepa ya prevalece en todo el AMBA.
El gobierno, buscando evitar el colapso sanitario, tomó medidas para limitar la circulación, por 15 días. También para ganar tiempo en la llegada de vacunas y recuperar camas de terapia intensiva.
Se dio un paso con las vacunas. Llegaron a la Argentina 8.130.500 dosis, se aplicaron 6.288.812 al 19/4.
Un puñado de países imperialistas dueños de las vacunas muestran la lacra del imperialismo chantajeándonos con dosis a cuentagotas. Es un doble delito de Estados Unidos adueñarse de vacunas compradas y pagadas por la Argentina. Hugo Sigman, en nuestro país, sigue produciendo y exportando lo esencial de millones de vacunas. Peleamos para que se incaute lo producido, se complete lo que le falta y se avance en la vacunación.
Hay condiciones para producir una vacuna nacional. Peleamos para que el gobierno tome todas las medidas y se destinen los fondos necesarios para producirla. Y avance en una política para hacer acuerdos con otros países hermanos. Es el único camino para que no sigamos sufriendo el chantaje del goteo de los países imperialistas a cambio de nuestras riquezas.
2. Factores de guerra y disputa interimperialista
Crece la disputa imperialista y aumentan los peligros de guerra en el mundo.
Rusia envió 15 buques al Mar Negro y 25.000 soldados a la frontera con Ucrania, con tanques, artillería de cohetes y misiles balísticos. Acusa a Estados Unidos de crear “un polvorín en Ucrania”. Estados Unidos envió 500 soldados a Alemania y dos barcos a la zona. Inglaterra movilizó aviones. La OTAN advirtió a Rusia por las tensiones en Ucrania, y que seguirán sin reconocer la anexión de Crimea a Rusia. La Unión Europea denuncia el despliegue de fuerzas rusas en la frontera con Ucrania.
China amenaza con su flota de guerra a Vietnam y Filipinas llevándola como respaldo de su flota pesquera y estaciona también sus barcos frente a Taiwán.
Inglaterra anunció un aumento de armas atómicas de sus submarinos que recorren el Atlántico Sur. Una violación del tratado de zona libre de armas atómicas, que amenaza a la Argentina, a Sudamérica y el Caribe.
Este crecimiento de los factores de guerra y el control de los mares tiñe la disputa por Argentina y el Atlántico Sur.
El jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas yanquis, que acaba de visitarnos, afirmó que: “China es la amenaza número uno del siglo 21”. Y mostró su preocupación por la flota pesquera china que depreda nuestros mares, la participación china en la construcción de un puerto logístico en Ushuaia para atender la Antártida y el posible avance chino sobre el control de la hidrovía.
Esta semana vino a nuestro país el director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional yanqui, Juan González, y la subsecretaria del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental. Se reunieron con el presidente Alberto Fernández y le entregaron una carta del presidente Biden. Los enviados yanquis habrían manifestado su preocupación por el acuerdo de la Argentina de una usina atómica china y la expansión de la red 5G (a la que los yanquis consideran una red de espionaje chino).
La preocupación del imperialismo yanqui se expresa en el documento “Evaluación Anual de Amenazas” que acaba de sacar la CIA (Agencia Central de Inteligencia), donde advierte sobre “la avanzada de China por el poder global, acciones desestabilizadoras de Rusia, Irán y Corea del Norte, ciberataques y el impacto económico, social y político de la pandemia Covid-19”. Plantea que Latinoamérica “verá puntos calientes durante el próximo año, en un clima político polarizado, elecciones impugnadas y protestas violentas”.
No es fácil la defensa de la soberanía en un país dependiente como Argentina. La presencia de los distintos imperialismos nos ubica en el foco de su disputa no solo desde el punto de vista económico y político sino también militar.
3. Que paguen los que se siguen enriqueciendo
En este marco una vez más Macri-Bullrich-Pichetto y otros con el apoyo de medios de comunicación como Clarín y La Nación lanzaron su campaña contra las medidas sanitarias del gobierno. Ante el crecimiento brutal de los contagios minimizan la pandemia y no plantean ninguna otra alternativa más que las que ya se le escucharon a Bolsonaro y llevaron al desastre al pueblo hermano de Brasil.
Trabajan para desgastar al gobierno creando las condiciones para un golpe institucional, como ya hicieron estos sectores en Bolivia.
La receta es la misma: agitar en las calles, crear clima con los multimedios y las redes sociales, organizar grupos de choque como los que colgaron las bolsas mortuorias el 27/2 en Plaza de Mayo, y acciones que ya ensayó, como el conflicto de la Bonaerense y operaciones con fuerzas organizadas durante su gobierno en la Justicia y las Fuerzas Armadas.
Buscan provocar el colapso sanitario, sin importarles las consecuencias, para avanzar en sus planes, metiendo la idea de que hay desgobierno y es necesario un recambio.
También se preparan para las elecciones legislativas. El jefe de gobierno porteño Rodríguez Larreta se coloca como oposición institucional en su interna en Juntos por el Cambio. Se montan sobre los sufrimientos del pueblo para impedir medidas necesarias para el difícil momento que exige evitar el colapso.
Se burlan de la pandemia los que eliminaron el Ministerio de Salud, bajaron el presupuesto y dejaban vencer las vacunas contra el sarampión en los depósitos. Se dicen “defensores de la educación” los que pusieron en el blanco a la escuela pública y a los docentes.
En una sociedad dividida en lo social, en lo político y en lo cultural, no hay que subestimarlos. Tienen detrás a poderosos grupos imperialistas, principalmente yanquis e ingleses y un sector de terratenientes y monopolios a los que dirigimos el golpe principal de la lucha popular.
De lo que no habla Macri y su comparsa, es de la timba financiera que armaron en su gobierno, por la que dejaron una deuda de 45.000 millones de dólares, impagable y fraudulenta. Deuda que ha comenzado a ser investigada, por lo que corresponde suspender el pago, ir a fondo en la investigación, recuperar los fondos robados y castigar a los autores del saqueo.
4. La inflación y las luchas
Con la política del gobierno la inflación de marzo fue de 4,8% un nuevo castigo a los bolsillos flacos del pueblo. En el mismo mes, la canasta alimentaria básica fue de $28.000 (datos del Indec), con lo que a un jubilado ni siquiera le alcanza para comer.
La carestía golpea muy duro a grandes masas populares. Nosotros impulsamos la lucha para que no haya ni una sola familia sin alimentos en su mesa. No se puede enfrentar la pandemia sin tomar todas las medidas necesarias para acabar con el hambre, por lo que luchan la CCC y los Cayetanos. Y luchamos también para que el gobierno se haga cargo realmente del control de las cadenas de precios.
YPF aumentó los combustibles otro 6%. Es el quinto aumento en el año. Arranca YPF y después lo siguen las demás petroleras. Suben las tarifas del transporte y el costo de la energía en fábricas y comercios. Todo sube. YPF dice que es para “un plan de inversiones”. Así que el pueblo está subsidiando las inversiones de YPF, que es 51% estatal y 49% privado, por lo que estamos subsidiando al Estado y al capital financiero yanqui-inglés que se ha adueñado del 49% de YPF.
Los trabajadores de la salud de Neuquén llevan 40 días de lucha en defensa de la salud pública, en Mar del Plata se hizo una caravana por la salud pública municipal convocada por la Cicop, y hay luchas en varias provincias.
Las naciones y pueblos originarios durante la semana del 19 de abril van a jornadas reivindicando el día del originario americano y la lucha por sus tierras.
El lunes 19 de abril los trabajadores rurales del limón en Tucumán realizaron 16 cortes de ruta por salarios y condiciones de trabajo.
En la destilería YPF de Ensenada triunfó la lucha salarial empujada desde el cuerpo de delegados.
Un plenario de la Conadu Histórica resolvió un nuevo paro en todas las Universidades, el 21 y 22 de abril. Sigue la lucha de los trabajadores de Mondelez “por su salud y la de sus familias”, entre otros reclamos.
También sigue la lucha de los portuarios de la Capital Federal.
5. Unidad desde abajo para multiplicar las luchas
En un mundo sacudido por la pandemia se profundiza la crisis económica y se agudiza la disputa interimperialista. Crece la rebeldía de las masas. En nuestro país seguimos la pelea para que nuestro pueblo no siga pagando la crisis. Enfrentamos sectores poderosos.
Los sectores que disputan apuntan a que el pueblo sea mero espectador y apoye a uno u otro de los sectores de las clases dominantes.
Por eso es necesario avanzar en la unidad desde abajo para que avancen las luchas y el protagonismo popular.
Desde el PCR y su JCR empujamos en todos los frentes únicos que participamos, como la CCC, la FNC, Naciones y Pueblos originarios, CEPA, MUS, entre los intelectuales, los profesionales, en el movimiento de mujeres, entre otros, la lucha para que la crisis la paguen los que se enriquecieron y no la siga pagando el pueblo.
Nos ponemos a la cabeza de la lucha política de las masas y luchamos por hacer posible lo necesario. Por eso no nos quedamos esperando qué hace el gobierno.
Desde allí hacemos acuerdos con nuestros compañeros del Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie. Y con sectores populares con los que nos unimos en la lucha diaria.
Defendemos el Frente de Todos como instrumento de unidad político electoral de amplios sectores populares para impedir que vuelva la oligarquía hambreadora y entreguista que expresa el macrismo.
Mantenemos nuestra independencia, con nuestras posiciones, porque peleamos para que la lucha de la clase obrera y el pueblo no sea furgón de cola de ningún cambio de dependencia y avance en un sentido revolucionario.
Nos sumergimos en esas luchas con nuestra línea, peleando por acumular fuerzas para que la clase obrera y el pueblo argentino, con una justa política de frente único, pueda avanzar en la conquista del poder político y terminar con las lacras del latifundio y la dependencia.
Somos responsables ante el proletariado y el pueblo argentino por la línea y nuestra práctica, y proponemos la afiliación a nuestro Partido para avanzar en el combate de los explotados y los oprimidos por su liberación.
Escriben Jacinto Roldán y Ricardo Fierro
Foto: Rurales de Tucumán en lucha.