El primer día de protesta, los caficultores fueron ferozmente reprimidos por las fuerzas represivas, como denunció un comunicado del Polo Democrático Alternativo: “A esta hora hay más de 30 personas heridas, algunos con mutilaciones de sus extremidades y otros de diagnóstico reservado por el uso de granadas de aturdimiento, gases lacrimógenos, entre otros, por parte de la Policía Nacional. También se tiene conocimiento de la detención de varios manifestantes”. Luego se conoció que en Garzón Huila la represión dejó un muerto y decenas de heridos.
Según el senador Jorge Robledo, del Polo… el problema principal es el endeudamiento: “Hoy los cafeteros no son capaces de pagar sus deudas. La fórmula que les da el gobierno es una refinanciación que lo único que hace es alargar la agonía y el momento de perder las tierras porque no son capaces de pagarlas. El segundo reclamo es un precio interno remunerativo. En este momento la diferencia que hay entre el costo de producción y el precio de venta es demasiado alta. Mientras más café producen, más plata pierden. Reclaman que el gobierno les transfiera recursos”. “Hoy producir una arroba de café le cuesta al cafetero $70 mil, se la pagan a $49 mil, ¿necesita calculadora?”, decía una de las pancartas de los manifestantes. Los caficultores tienen un programa de cinco puntos: 1. Precio remunerativo del café; 2. No a la minería en zona cafetera; 3. Control de precios de fertilizantes y abonos; 4. Soluciones de deuda y embargos en los bancos; y 5. No a la importación de café.
El Movimiento por la Defensa y Dignidad Cafetera, convocante de la protesta, estimó entre 70 y 80 mil los manifestantes, en distintas rutas del país, y denunció que en la represión del 25/2 quedaron al menos 75 heridos. Afirman que son “cerca de 560 mil las familias cafeteras que no tienen qué comer”, siendo el café el primer empleador rural en Colombia. Los últimos días de la semana pasada se sumaron a los bloqueos los camioneros y el movimiento indígena.
El trasfondo de esta protesta es que el precio del grano (unos 285 dólares), es inferior a los costes de producción (unos 388 dólares). Para Robledo esto es parte de la política del gobierno de Santos, que privilegia la actividad minera por sobre la agricultura y la industria, y un Tratado de Libre Comercio que ha perjudicado a los productores.
Según la Organización Internacional del Café (OIC), con sede en Londres, Colombia se ubicó en 2012 como el cuarto país productor de este grano, por detrás de Brasil, Vietnam e Indonesia, aunque sigue siendo líder en exportación de café suave arábigo lavado.
