Noticias

21 de septiembre de 2016

Protestas y represión en Wukan

Lucha democrática en China

 El gobierno fascista de China, que dirige Xi Jinping, reprimió ferozmente hace pocos días a los habitantes de la localidad de Wukan, una ciudad pesquera del sur de China, cercana a Hong Kong.

 El gobierno fascista de China, que dirige Xi Jinping, reprimió ferozmente hace pocos días a los habitantes de la localidad de Wukan, una ciudad pesquera del sur de China, cercana a Hong Kong.
El pueblo de Wukan trascendió las fronteras en 2011, cuando protagonizó una larga lucha resistiendo la política de “redistribución de tierras” que despojaba de las suyas a los aldeanos, y la inmensa corrupción de los funcionarios. En las zonas rurales chinas, el corrupto régimen que derrocó al socialismo en 1978 erigiendo una potencia imperialista, ha llevado a cabo una inmensa confiscación de tierras para negociados inmobiliarios bajo el pretexto de la urbanización, revirtiendo la reforma agraria llevada a cabo en los años de la Revolución China. Esta política es una de las principales causas de miles de protestas en el campo chino.
En su proceso de lucha, los habitantes de Wukan lograron la destitución del intendente en ese momento, y un proceso de elecciones que les permitió elegir su propio intendente. Esta lucha llegó a un punto culminante tras la muerte bajo arresto de Xue Jinbo, un carnicero que había sido elegido como representante para negociar con las autoridades.
En junio de este año el intendente Lin Zuluan fue detenido acusado de corrupción, cargo que convenientemente “confesó” en televisión, en un caso que la esposa de Lin denunció como una farsa.
A comienzos de mes se sucedieron manifestaciones reclamando la liberación de Lin Zuluan, violentamente reprimidas. Se vieron videos de la policía reprimiendo con balas de goma y gases lacrimógenos las manifestaciones, lo que los manifestantes contestaron con pedradas. 
Ha trascendido que luego de esto la represión se ha extendido a las casas de los pobladores. Denuncian más de 80 detenidos y varios heridos.
Hay un estado de sitio no declarado en Wukan, y la policía acusa a los detenidos de “perturbar el orden social”. Los agentes corren también a algunos periodistas que intentan acercarse al pueblo. 
Los medios burgueses de Occidente tratan de mostrar a la lucha del pueblo de Wukan como una pelea por ir a una “democracia” de las que gustan jactarse. Pero como ha explicado Zhang, uno de los habitantes: “No hemos hecho nada ilegal, sólo queremos que Lin salga y que nos devuelvan nuestra tierra”.