El Partido del Trabajo y del Pueblo tiene su origen a fines de 1982, cuando tras la guerra de Malvinas y el gran movimiento patriótico que ganó las calles, se desarrolló un imparable proceso de reorganización sindical y política de las masas, y un gran crecimiento de las luchas populares, que venían golpeando a la dictadura desde sus inicios.
El Partido del Trabajo y del Pueblo tiene su origen a fines de 1982, cuando tras la guerra de Malvinas y el gran movimiento patriótico que ganó las calles, se desarrolló un imparable proceso de reorganización sindical y política de las masas, y un gran crecimiento de las luchas populares, que venían golpeando a la dictadura desde sus inicios.
En esos momentos el Partido Comunista Revolucionario -proscripto junto a otras organizaciones por un decreto de la dictadura, de marzo de 1976-, planteó que, con eje en el derrocamiento revolucionario de la dictadura, había que prepararse para la posibilidad de una salida condicionada. Por eso el Comité Central del PCR, en su reunión del 2 y 3 de octubre de 1982 resolvió: “continuaremos trabajando para lograr la unidad de las fuerzas tercermundistas, antiimperialistas, democráticas y populares; y en tanto seguimos luchando contra el estatuto proscriptivo y por la plena legalidad para el PCR, contribuimos junto a fuerzas antiimperialistas, antiterratenientes, populares y tercermundistas, a organizar el Partido del Trabajo y del Pueblo, para no ser sorprendidos por los acontecimientos, y aprovechar mejor, en lo inmediato, los resquicios legales que ha conquistado la lucha popular” (Documentos aprobados por el PCR, Tomo 4, segunda parte, pág. 235).
Así nació el PTP, y la campaña por su personería y por su actuación legal se transformó en una batalla política contra la dictadura. Decenas de jóvenes y mayores que salían a pintar propagandizando el primer acto del PTP, fueron demorados e incluso detenidos por la policía.
El PTP realizó su primer acto el 19 de noviembre de 1982 en la Federación de Box de la Ciudad de Buenos Aires. Allí fueron oradores Oscar Zamora Medinacelli (en ese entonces vicepresidente del senado boliviano), Oscar Marioni, Miguel Rubinich, y Rosa Nassif. El acto lo cerró Otto Vargas, secretario general del PCR a quien por esto la dictadura de Bignone -a través el juez Nicasio Dibur- le inició un juicio, que se prolongó incluso luego del fin de la dictadura, ya en tiempos de Alfonsín. La acusación, la presunta violación de la “ley” 21.325, que no era otra que el decreto de proscripción dictatorial del que hablamos arriba.
En el Cuarto Congreso del PCR, en marzo de 1984, se ratificó la línea hacia el PTP: “Contribuimos a organizar y a fortalecer el PTP entendiéndolo como un instrumento de lucha para enfrentar y derrocar a la dictadura”.
Ya durante el gobierno de Alfonsín, en el año 1986 el Comité Central del PCR resolvió encarar una campaña nacional para lograr la personería nacional del PTP, y la personería provincial en la mayoría de los distritos, dando pelea a los distintos Estatutos de los partidos políticos acordados por las clases dominantes.
Hacia mayo de 1987 se habían obtenido 30.000 avales, la personería en varias provincias, y se estaba peleando la personería nacional, como analizó el 5º Congreso del PCR, donde, dando debate tanto a posiciones parlamentaristas burguesas como izquierdistas, se ratificó la campaña para “contar con un instrumento de gran importancia para el desarrollo de nuestra política revolucionaria, de la línea de masas y para el avance orgánico y numérico del Partido” (5º Congreso, Resoluciones, pág. 194).
En 1989 el PTP contaba con personería nacional y en 16 provincias. En esos años el PTP se presentó a elecciones, sólo y en distintas alianzas, como el Frejupo en 1989. Con la asunción de Menem y su traición al programa del Frejupo, desde el PTP se impulsaron alianzas opositoras: en el plebiscito de la provincia de Buenos Aires en 1990; en varias provincias en 1991 (Tucumán contra Bussi, Frevopo en Provincia de Buenos Aires), en Capital Federal con el Frente del Sur en 1992.
El desarrollo del PTP en este período y la batalla contra las concepciones socialdemócratas y revisionistas como el pacifismo y el electoralismo reformista, fueron señalados y debatidos en el 7º Congreso del PCR, en noviembre de 1993: “¿PTP contrapuesto al PCR o interrelación política de ambos con el PCR como instrumento principal?” (Documentos… Tomo 7, pag. 186).
En 1995 participamos del Frente del Sur. En 1996, el camarada Otto Vargas, secretario general del PCR, planteó que no habría salida para la Argentina sin una gran pueblada nacional, un Argentinazo. En su Informe Político a la Conferencia Nacional de nuestro Partido del 11 y 12 diciembre de 2010, decía Otto Vargas: “Y trabajamos duramente por el Argentinazo y el Argentinazo se dio… Algunos dicen ¿y porqué se perdió la personería del PTP? Por las condiciones que impone la ley electoral. Nosotros estuvimos desde el año ‘96 trabajando por el Argentinazo y después, hasta el 2009, cuando hubo elecciones participamos con la modalidad del “voto bronca” por las condiciones que seguían posibilitando una gran pueblada”.
Luego de analizar los cambios en la situación política nacional en el último período, y de reafirmar el rumbo estratégico, revolucionario, de nuestro Partido, el camarada Otto Vargas planteó que “si no ayudamos a recuperar la personería del PTP, tendríamos que ir totalmente con las manos atadas a cualquier frente o posición electoral”. La Conferencia resolvió en este sentido que la campaña por la personería del PTP “pasa a ser la tarea central de todos los comités zonales”, lo que fue ratificado por el Comité Central del 26 y 27 de marzo.
A este PTP, que contribuimos a crear a fines de la dictadura militar más sangrienta de la historia, y que en estos años demostró ser muy útil para el PCR, es al que estamos peleando afiliar a miles, para tener un instrumento político-legal tanto en lo nacional como en las provincias, que contribuya al reagrupamiento de fuerzas en un frente popular, patriótico, democrático y antiimperialista.
