El objetivo de los capitalistas, al invertir su dinero, es obtener un mayor valor o plusvalía. Pero esa plusvalía no puede surgir del aumento del precio de las mercancías entre su compra y su venta. Si todos pretendieran ganar aumentando sus precios, lo que uno recibe de más al vender lo perdería al comprar, y para el conjunto de los capitalistas no habría ganancia; solo una elevación general de los precios. Sin embargo, observamos cotidianamente que los capitalistas se enriquecen apropiándose de un excedente de valor. ¿De dónde sale esa plusvalía?
La solución para el capitalista está en comprar una mercancía cuyo uso tenga la particularidad de crear valor. Esa mercancía es la capacidad o fuerza de trabajo que disponen los obreros, pero que no pueden realizarla si no la venden a los capitalistas, que son los que disponen de los medios de producción (materias primas y equipos y herramientas de trabajo).
Los obreros venden al capitalista su fuerza de trabajo por un salario. El salario es el precio, la expresión en dinero, del valor de la mercancía fuerza de trabajo. Este valor también se determina por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla: los bienes que necesita el obrero, dentro de las condiciones socio-históricas en que vive y se reproduce, para estar en condiciones de trabajar.
El capitalista compra el derecho a usar la capacidad de trabajo durante el tiempo que pague al obrero. Compra también materias primas y maquinarias. Usa todas estas mercancías para obtener un mayor valor. Pero este mayor valor no proviene de las materias primas, cuyo valor se incorpora directamente al producto; ni de las maquinarias, que transfieren solo una parte del valor que significa su desgaste en el proceso de elaboración del producto; sólo puede surgir de esa mercancía tan especial que es la fuerza de trabajo.
Si el obrero produce –digamos en dos horas– un valor equivalente a lo que recibe como salario, los valores creados en las 6 horas restantes constituyen el plusvalor, mayor valor o plusvalía.
Las 2 horas de trabajo necesarias para cubrir el valor de la fuerza de trabajo, que el capitalista paga con el salario, es el tiempo de trabajo necesario.
Las 6 horas posteriores, que ya no le cuestan nada al capitalista, es el tiempo de trabajo excedente. Este plustrabajo produce la plusvalía, es la fuente de la ganancia y de la acumulación del capitalista.
Cómo calcular la plusvalía
Desde sus orígenes, los fundadores del marxismo se preocuparon porque los obreros pudieran averiguar cuál es la tasa de plusvalía en los lugares en que trabajan, o sea cuál es el grado de explotación del trabajo en las condiciones concretas en que producen. Lo que también fue una preocupación de nuestros primeros marxistas, como se reflejó en las páginas de El Obrero, que editó la primera Federación Obrera Argentina, bajo la dirección de Germán Ave Lallemant, entre 1891 y 1892.
Del número 54 de dicho periódico, del 30 de enero de 1892, reproducimos un ejemplo para determinar la tasa de plusvalía para trabajos de carpintería (tomado de Víctor O. García Costa. El Obrero: selección de textos. Centro Editor de A. Latina. 1985)
El modo de proceder es el siguiente:
Ante todo averigua cuánto cuesta una obra al patrón.
En trabajos sencillos el patrón gasta en materia prima, por ejemplo, la madera en la carpintería, el hierro en la herrería, etc., en desgaste de herramientas o sea en los instrumentos de trabajo, y al fin en los salarios que paga a los obreros.
La suma total de estos gastos representa el capital invertido en la obra. Hecho esto búsquese de averiguar en qué precio vende el patrón la obra.
La diferencia entre capital invertido y precio de venta es el beneficio, o la supervalía [plusvalía].
El tipo [tasa] de supervalía, o el grado de explotación del trabajo, es la supervalía dividida por el valor de los salarios.
Por ejemplo:
Gastos de producción del patrón para producir un armario
En madera……………. $ 50
En el espejo……………. $ 45
Desgaste de
herramientas………….. $ 5
Total de capital
constante ……………… $100
En salarios (que
forman el capital
variable) gasta……. $ 70
Total de capital
invertido……………… $170
El precio que se hace pagar el patrón por esta obra es de $ 450.
La supervalía es pues 450 – 170 = $ 280
El tipo de supervalía es 280 / 70 = 4. O sea 400 %
Esto quiere decir que el obrero trabaja 4 horas gratis para producir el importe que el patrón se echa al bolsillo en forma de beneficio.
Esto hacen 5 horas de trabajo.
Se dice pues que en este caso el grado de explotación del trabajo del obrero importa el 400%. Comparando estos gastos de explotación en los diferentes países se forma una clara idea, en dónde esté peor situado el obrero.
Los compañeros comprenderán de cómo los capitalistas patrones se empeñan en ocultar y falsear el grado de explotación del trabajo.
No hay que confundir el tipo de supervalía con el tipo [tasa] de beneficio. En el ejemplo citado el tipo de beneficio sería 280 / 170 = 1,65, o sea el 165 %, el que nada le interesa al obrero pero sí el tipo de supervalía, que expresa el grado de explotación que hace el patrón de su fuerza de trabajo.