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02 de octubre de 2010

Reproducimos completo el discurso que el secretario del PCR pronunciara en el acto de cierre de campaña electoral del Partido en Capital Federal, el pasado 25 de junio.

«Que las luchas obreras empalmen con la rebelión agraria»

Hoy 1273 / Otto Vargas, secretario general del Partido Comunista Revolucionario

Amigas, amigos, camaradas: es evidente que estamos ante elecciones tramposas. Dignas de la “institucionalidad” que dicen querer defender oficialistas y opositores. Porque no nos olvidemos que esta “institucionalidad” se basa en la Constitución aprobada en 1994 (que tampoco la respetan). Constitución acordada entre Menem y Alfonsín, bajo la dirección de dos grandes “constitucionalistas”: Luisito Barrionuevo y el Coti Nosiglia. Y ésa es la Constitución que rige las instituciones que quieren defender.
Vamos a tener elecciones en junio, y los electos van a asumir en diciembre. Quiere decir que entre junio y diciembre viene un flor de plan de ajuste para afrontar la crisis. Y todo lo que acá se dijo sobre la Capital y en el orden nacional, va a ser tratado por un Congreso que está dominado por peleles, títeres del gobierno nacional, manejados a dedo por el gobierno nacional, a veces por la SIDE directamente. Y eso suponiendo que en estas elecciones se pueda derrotar a Kirchner.
Un Congreso que, de acuerdo a esta Constitución, está dominado, en su mayoría por “infames traidores a la Patria”, porque la Constitución califica así a quienes otorgan poderes extraordinarios al Poder Ejecutivo. Este Congreso es el que le ha otorgado desde 2002 poderes extraordinarios al Poder Ejecutivo para manejar miles de millones de pesos, mucho más que lo que está en el Presupuesto.
Y que maneja la Justicia por teléfono. Porque, por ejemplo, el Consejo de la Magistratura se reúne para tratar el nombramiento de un juez, y resulta que la señora presidenta, Cristina Kirchner –que está haciendo pilates–, agarra el teléfono y le dice a Kunkel o a Diana Conti: “Che, no tienen que nombrarlo a Fulano”. “Pero lo acabamos de nombrar”. “Bueno, reúnan de nuevo al Consejo y anulen el voto”. Y se reúne de nuevo el Consejo y anula el voto. Entonces no es raro que exista un juez Faggionato Márquez que haya hecho ese llamado para recordar que De Narváez tuvo tratos con los “amigos de la efedrina”, que aparte son los que pagaron la última campaña de los Kirchner. ¿O acaso Forza, el que fue asesinado, no contribuyó con $ 200.000 a la campaña de Cristina? Esta es la “institucionalidad” que dicen que tenemos que defender.
Tenemos que estar claros, compañeros, que entre las distintas fuerzas de las clases dominantes hay un acuerdo para ir postergando la lucha. Eso para llegar al 28; y el 29 poder descargar el plan de crisis que están preparando, y que no se rompa esta “institucionalidad”. Por eso se enoja De Angeli, que perdió por 15 votos a 3 en la reunión de seccionales de la Federación Agraria de Entre Ríos que le prohibió ser candidato. Se enojó en el acto de Cañuelas con Juan Carlos Alderete, que había dicho que hay que luchar. Y De Angeli dijo que “no hay que precipitarse”, que hay que esperar a diciembre; ya no al 29 de junio, sino a diciembre.
Yo he estado con algunos dirigentes agrarios (los de la izquierda de ese movimiento). En noviembre del año pasado me decían que había que esperar a diciembre (del año pasado). En diciembre los volví a ver, y me dijeron: “no, ahora en enero y febrero está el turismo, no podemos cortar las rutas e impedir el turismo”. Y en marzo dijeron que había que esperar a las elecciones. Y ahora dicen que hay que esperar a diciembre.
Ese es un acuerdo de las clases dominantes –porque al fin y al cabo De Angeli responde directamente a ellas, no es un hombre de la izquierda–. Y entonces, ahora quieren postergar la lucha a diciembre.
No, compañeros: aquí lo que se viene es un tremendo ajuste, hay que estar claro de eso. Pero para estar claro de eso, hay que hablar de la crisis.

Una crisis horrorosa
A nosotros nos llamaban “catastrofistas”. Y frente a algunos “teóricos” que todos los días dicen que la crisis “ya va a pasar”, anteayer el Banco Mundial dijo que este año el Producto Bruto mundial va a caer un 3%. Y hay algunos trotskistas, muy sabihondos, que dicen que es “una típica crisis de superproducción” capitalista: ¡Descubrieron la espumadera!
Pero ésta es una crisis horrorosa. El otro día, Schmidt-Hebbel, el economista presidente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico Mundial (OCDE), dijo que “la economía mundial está en medio de la recesión (ellos llaman “recesión” a la crisis) más profunda y sincronizada en nuestras vidas, causada por una crisis financiera mundial, agravada por un colapso del comercio mundial”. Es como un tsunami, como se dice: viene una oleada tras otra.
Y aquí apresuraron las elecciones para, con la platita de los jubilados y otros, tapar los agujeros hasta el 28. Qué va a pasar el 29; nadie sabe. La situación es muy grave.
Esta crisis –lo hemos dicho y lo repetimos– es el producto del más grande y extraordinario crecimiento mundial de toda la historia del capitalismo. Jamás el capitalismo tuvo un desarrollo industrial como el que precedió a esta crisis. Crecimiento que es producto de la derrota del proletariado, del fin del mundo socialista, e incluso de la liquidación de los países capitalistas de Estado que se agrupaban en el Pacto de Varsovia. Centenares de millones de personas pudieron ser explotados. Como en China, donde 250 millones de campesinos salieron del campo para entrar a la producción industrial, explotados con salarios de 2 dólares por día, cuando en Norteamérica pagan 50, 60 o 70 dólares por día; y en la India, 150 o 200 millones de proletarios. De relativamente elevado nivel cultural…
Junto con esto, hemos presenciado una de las más grandes renovaciones tecnológicas de la historia: pueden contarlo los compañeros obreros que están acá y trabajan en grandes empresas. El otro día, contaban Pino Solanas y Alcira Argumedo el caso de Ford en la crisis del ’30. La fábrica Ford construyó un automóvil, el Ford-T, que podía ser comprado por los obreros de su fábrica. Pero el gerente de la Ford en la Argentina dijo ahora: “Estamos produciendo con 2.500 obreros lo que antes producíamos con 12.000 obreros”. Y en la Renault de Córdoba están produciendo con 1.500 obreros lo que antes, en la época de Salamanca, producían con 8 o 9.000 obreros. Porque han robotizado la producción. Han modernizado la producción; y así han podido imponer una explotación impresionante. Pero el problema es que los robots no compran autos…
Y ahí viene esta burbuja especulativa, que viene desde los inicios del capitalismo. Porque la primera crisis de la que se habla tuvo como centro a la Argentina, cuando Rivadavia engrupió a los ingleses con la explotación minera en Famatina; y los ingleses crearon sociedad tras sociedad, y al final no había nada, y ni se podía llegar porque eran zonas dominadas por los originarios…
Ahora se creó una burbuja especulativa, porque ¿qué iban a hacer con esas ganancias enormes? No podían invertirlas en la producción. Porque hace dos meses, las Naciones Unidas dijeron que en el mundo hay 963 millones de personas que pasan hambre. Y no cuentan a la población agraria. Hace 3 o 4 días, la FAO dijo que hay 100 millones más. ¡Hay más de mil millones de personas en el mundo –sin contar el campo– que pasan hambre!
Como pintan a la Argentina, parecería que aquí no tenemos hambrientos; cuando acaba de saberse que en la Capital y el Gran Buenos Aires hay más de 4 millones de personas bajo el nivel de pobreza, y un millón doscientos mil indigentes, que no llegan a la canasta de indigencia.
Todo eso son mentiras: hay hambre en la Argentina. Y lo que viene con esta crisis es terrible. Antes, en la década del ’70, de cada dólar que iba a la industria, 70 centavos iban a la especulación. En la década del ’90, le dedicaron 3 a la especulación por cada uno que iba a la industria. Ahora, fueron 20 a la especulación por cada dólar a la producción. Y esas burbujas van explotando una tras otra.
Cuando decimos que van a hacer el ajuste queremos decir que la cosa viene mal, que va a haber mucha hambre, que va a haber muchos más niños durmiendo en la calle, que va a haber una gran miseria. No ocultemos la realidad.
Los grandes países capitalistas, para salir de esto, están creando deuda pública. Se funde un banco, le ponen millones. Doscientos mil millones al Citibank: ¡meta dar vuelta la maquinita de hacer billetes! Miles de millones para salvar a la Chrysler, a la General Motors, a las compañías de seguros Fannie Mae y Freddie Mac. ¿Y quién va a pagar eso? Los bisnietos de los actuales habitantes de esos países. Y lo vamos a tener que pagar nosotros, que somos un país oprimido por el imperialismo.
Algunos ejemplos: La principal exportación de Cuba es el níquel. La tonelada de níquel valía 50.000 dólares. Hoy vale 8.000 dólares. De 50.000 a 8.000. Se lo venden a los chinos. Y los chinos pagan eso, por más que digan que son “socialistas”… ¡Flor de explotadores, los imperialistas chinos! Entonces, el pueblo cubano va a pagar la crisis.
Estuvo la crisis de las hipotecarias, de las hipotecas basura. Eso arrastró a la crisis de las inmobiliarias, y eso a la de la construcción en Estados Unidos. Cristina se burlaba de los que hablábamos de la crisis (incluso se burló de los yanquis allá en Norteamérica: “nosotros vamos a escapar de la crisis”, dijo… ¡Pobre mujer, qué papelón!).
Las provincias de Misiones y Corrientes ya no viven más del mercado interno argentino produciendo yerba mate: Hoy día producen madera para la construcción. Cerraron en cadena los aserraderos en Misiones y en Corrientes. Y en un pueblito que se llama Tapebicuá, en Corrientes, existe la fábrica de paneles de madera más grande del mundo, que trabajaba para los norteamericanos. 700 obreros a la calle. ¿Salió publicado en algún lugar? No salió en ninguno. Hoy Barrionuevo dijo que hay 10 mil bares y restaurantes que cerraron por la crisis. Son miles y miles ya los que están en la calle.
La industria automotriz logró un cierto equilibrio, en la Ford, en Córdoba, etc. Pero los que estaban contratados fueron todos a la calle. Y los que quedan en la calle –todos ustedes lo deben saber, porque deben tener un familiar, un amigo, o ustedes mismos–, no consiguen trabajo.

Quién la paga
Esta es la realidad de la crisis, de la que nadie habla en las elecciones. ¿Quién va a pagar la crisis? Este es el gran tema. ¿La va a pagar el pueblo? Para el gobierno, la paga el pueblo, porque el gobierno paga la deuda externa.
65.000 millones de pesos este año. 66.000 millones el año que viene. 69.000 millones en el 2011. Y Kirchner ha dicho que va a pagar. Y Cristina dijo en Estados Unidos, que va a pagar también la deuda del Club de París. Es una “deuda odiosa”. Cuando los yanquis ocuparon Irak, Sadam Hussein debía 50.000 millones de dólares, y los yanquis no la pagaron, porque era una “deuda odiosa”. ¿Y nosotros vamos a pagar la deuda del Club de París, que en lo fundamental es una deuda que contrajo la dictadura militar para construir –con gruesas “cometas”– los barcos de guerra para la guerra con Chile?
En segundo lugar, paga la renta petrolera, la renta minera, la de las finanzas, la del juego. Pino dice que la renta petrolera son 15.000 millones de dólares al año. Se privatizó el petróleo… Digo yo: ¿por qué no dicen –incluso Pino–, con claridad, “vamos a expropiar todos los pozos petroleros, que violando la Constitución se privatizaron”, como en el caso de Neuquén, violando la Constitución neuquina?
Pero resulta que cuando la situación se pone tensa, sale Lilita y dice: “nosotros vamos a cumplir con el Fondo Monetario Internacional”. O sea, lo mismo que Kirchner. ¿Qué oposición es esa?
Está el tema de la renta minera, que son centenares de millones de dólares. Pagan un impuesto del 3%, sobre la base de lo que ellos mismos declaran. Sacan las rocas, que aparte del oro tienen otros minerales, y pagan el 3% de lo que ellos dicen. Pero si están en la Patagonia, como Cerro Vanguardia, en la provincia de Kirchner, reciben un beneficio de 2% por exportar por puertos patagónicos. Es decir que pagan sólo un 1%.
Y Lilita dijo ayer: “no podemos anular los contratos, porque las sanciones que recibiríamos (de las empresas como la Barrick y todas esas), no nos permitirían después cumplir con el programa de subsidios a los niños”. Es decir, que no se atreven a tocar los intereses de esos monopolios que saquean a la Argentina, el petróleo y la minería, el juego…
Este descarado de Kirchner, antes de dejar el gobierno, firmó un decreto y le extendió a Cristóbal López por diez años más la explotación del juego. Eso sí, con una condición: tenía que introducir 1.300 tragamonedas más. Con esto, Cristóbal López se garantiza –sólo con Buenos Aires– un millón de dólares por día de beneficios del juego.
Resulta que esos no pagan. Las transacciones financieras no pagan. Entonces ¿quién paga, compañeros? ¡Paga el pueblo! Aluar, esa empresa que sabemos de quién es… Que la maneja el mismo, porque si bien está Javier Madanes Quintanilla, la maneja Friedenthal, el primo, que ya la manejaba antes. Esa empresa que le dieron a la Unión Soviética, cuando aún existía como Unión Soviética… Que se adelantó el golpe en un día (aquí tenemos compañeros que ese día estaban en la Cámara de Diputados), porque la Cámara, por un pedido del gobierno de Isabel, iba a tratar la anulación de la concesión de Aluar. Aluar recibe el 53% de los recursos impositivos promocionales. Esos son los que se benefician. Incluso no rindieron cuenta de los obreros que murieron en el accidente de hace un tiempo…
Y han sacado de la caja de jubilaciones, para darle 70 millones de dólares a la General Motors. Porque ellos se “preocupan por el trabajo de los obreros”. Quiere decir que el dinero del salario diferido de los trabajadores que está en la Anses, fue usado para eso. Hay 5 millones y medio de jubilados, de los cuales, 4 millones 700 mil reciben el mínimo, y algunos ahora menos del mínimo, por esas jubilaciones que se “fabricaron”. Reciben $ 740 por mes: la mitad del salario de pobreza. ¿No estimularía mucho más la producción y el comercio que se le aumentara a los jubilados, y no que se les diera como una limosna los $ 11 que les dieron de “aumento”?
De eso se trata, compañeros: ¿Quién paga la crisis? Y de esto yo no he escuchado hablar a nadie en la campaña.

La política agraria de los K
Y después está el desastre agrario, producto de la política del gobierno. Algunos nos dicen: “Ustedes, ¿cómo se juntaron con la Sociedad Rural?”. Pero, ¿qué culpa tenemos nosotros? Fue el gobierno el que dividió así, cuando subió las retenciones.
¿Por qué se llenaron los piquetes del campo de obreros rurales? Porque, hemos descubierto a través de la lucha agraria, que los que producen la soja, los obreros rurales de la soja, cobran a comisión: Si el contratista cobra el 10% (algunos el 9%), el obrero cobra la décima parte, el 1%. A él también lo afectó el aumento de las retenciones que hizo el gobierno.
El gobierno cortó grueso porque necesitaba plata. Incluso afectó a algunos amigos de ellos. Y se produjo la lucha. Y ahí descubrimos a los 120 o 140 mil –algunos dicen 160 mil– obreros rurales, que son los que hoy producen la soja.
Nosotros no sólo tenemos la crisis mundial: Tenemos la crisis que produjo la mala política de este gobierno. Esos obreros rurales, el año pasado cobraron entre 40 y 60 mil pesos por 3 o 4 meses de siembra, cosecha, etc. Y este año van a cobrar entre 4 y 6 mil pesos…
Cierran tres tambos por día. La ganadería está acorralada.
En el Chaco, el 80% de los productores ganaderos sacan un ingreso inferior a un salario de hambre, que hoy andará en los mil quinientos pesos. Este gobierno ha producido la ruina del tambo y de la ganadería.
Y ahora, con la seca, vamos a tener un desastre agrario, porque este año la Argentina va a producir la mitad de los granos que produjo el año pasado.

Tres derechas
Así han llegado al 28 de junio. Pero como dice el refrán: No hay tiento que no se corte. Y esto se corta, compañeros, esto se acaba. Porque la plata no les da para seguir afrontando lo que viene, el drama que viene. Porque tenemos miles de obreros, metalmecánicos y otros, recibiendo los $ 600 que da el gobierno. A la mayoría le han dicho hasta el 30 de junio. ¿Y después?
Por lo tanto, vienen grandes luchas. Algunos dicen: “Que la crisis la paguen los capitalistas”. ¿En qué país vivirá esta gente? Nosotros vivimos en un país muy complicado. El kiosquero de la esquina, almacenero de barrio, son “capitalistas”. ¿Cómo van a pagar la crisis “los capitalistas”? Eso es una pavada, es para no decir nada.
La crisis la tienen que pagar los poderosos. La tiene que pagar el imperialismo, a través de no pagarle la deuda externa. Es una deuda odiosa, fraudulenta, ilegítima; lo demostró el juez Ballesteros. ¿Por qué la vamos a pagar? Ese es el punto uno de nuestras 10 Medidas. Y también tienen que pagar los grandes monopolios, los grandes pooles de siembra…
Hay que decir que algunos de ellos, como Urquía, son grandes amigos del gobierno. Nuestra presidenta se derrite cuando está con alguno de ellos, como el mexicano Slim o el cordobés Urquía, que en General Deheza tiene hasta aduana propia… Y Grobocopatel, que lo llevó Kirchner de modelo a Venezuela. Estos tienen que pagar la crisis, compañeros.
Como se ha visto en la campaña, el bloque de las clases dominantes se fracturó. Fundamentalmente por la lucha agraria, y por la crisis.
Hay una parte que está con Kirchner: Los petroleros, los mineros, los de las finanzas (no es casualidad que el banquero Carlos Heller –que salió por televisión a apoyar la confiscación de fondos que hizo el gobierno de De la Rúa, el “corralito”– sea el candidato que lleva Kirchner en la Capital). Los amigos que están en el negocio del juego… Esquenazi, viejo testaferro; Eurnekian, otro testaferro, dueño del aeropuerto de Erevan en Armenia. Cristóbal López; Lázaro Báez… Ahora Kirchner ha comprado a través de testaferros como 180.000 hectáreas en Santa Cruz. Y tienen el Banco de San Juan, el de Santa Cruz, el de Santa Fe, el de Entre Ríos, y algún otro que no sabemos (porque sus arreglos con Britos no se conocen bien).
Pero, por el otro lado, se abrió Techint. La Unión Industrial Argentina también está enfrentada a Kirchner. Los terratenientes ganaderos de la Sociedad Rural. La Unión Industrial Argentina; Clarín y una parte de los medios que están en contra.
No se sabe cómo va a terminar hoy lo del programa de Tinelli: da la impresión de que hay un tironeo. Clarín le reclama a Kirchner que le dé el “triple play”; pero Kirchner le dice que a cambio le tiene que dar un canal de televisión. Y en eso va a pesar cómo se defina lo de Tinelli, que trabaja en el canal de Clarín, el 13. Están esos dos polos enfrentados.
En las elecciones disputan tres grandes grupos de derecha. Son millones y millones de pesos los que se necesitan para competir en campañas que se hacen por la televisión: sólo pueden enfrentarse los poderosos.
¿Kirchner es un hombre de izquierda, como dice el PC y algunos amigos de izquierda que dicen que enfrente está la derecha? Si lo que quieren decir es que Kirchner no es proyanqui, tienen razón. Kirchner no es proyanqui. Tuvo discrepancias serias con los yanquis. Como se vio en Mar del Plata; o ahora cuando la Garré se negó a participar en el operativo Unitas, y echó del piso 13 del Ministerio de Defensa a la oficina que el Pentágono tenía allí desde hace años. No es proyanqui, porque es de otros imperialismos, sirve a otros intereses imperialistas. Esto ya lo conocimos en la Argentina, porque el nuestro es un país en disputa. Pero eso sí: Kirchner es cauteloso con los yanquis. Lo de Mar del Plata ya no lo vuelve a hacer. No es Chávez.
¿Es de izquierda? ¿Quién maneja la plata del Anses? Amado Boudou, un chico de la UPAU, la fuerza que Alsogaray tenía en la Universidad. ¿Y el ministro coordinador? Es Sergio Massa, otro chico que viene de la UPAU. Y Martín Redrado y Scioli. Scioli y Macri son amigos íntimos. Cuando se reunían en sus quintas sus padres (que eran los jefes de la mafia ítalo-rusa en la Argentina que compraron el Canal 9: Franco Macri, el padre de Scioli, Héctor Peres Pícaro y Zanón) los chicos jugaban en el patio mientras sus padres hacían los negocios. ¿Ahora resulta que todos ellos, que son los que gobiernan, son de izquierda?
Y por el otro lado, De Narváez, Macri y Solá. De Macri ya se habló en este acto: Un niñito “bien”, reaccionario hasta la médula. Y De Narváez, un muchacho que tuvo suerte e hizo unos pesos… Un muchacho “como nosotros” –dice él–, que gracias a eso hace propaganda por la televisión.
Y Solá… ¿Quién metió en la Argentina la soja transgénica, con el grupo yanqui Monsanto? Fue Solá. ¡Qué coima que le habrán dado! Todavía la Unión Europea no acepta los productos transgénicos, y aquí ya tenemos 16 millones de hectáreas de soja transgénica. ¿Y quién arregló con los pesqueros que depredan la pesca en la Argentina, y que algunos dicen que tiran un millón de toneladas por día al mar, porque pescan la merluza y después tiran todo lo demás? Solá. Dejemos de lado su origen, porque él tampoco viene de una familia pobre: Tiene estaciones que llevan su nombre…
Y los otros… Nosotros tenemos gente amiga, como Margarita Stolbizer, que tiene posiciones interesantes, Horacio Alcuaz, etc. Pero en esa lista que armó Lilita en la Capital. ¿Por qué insistió en que la encabece este zoquete de Prat Gay? Es un hombre del JP Morgan, un hombre del Fondo Monetario Internacional, ligado a las altas finanzas.
¿Y tenemos que elegir entre un Kirchner –que expresa esa derecha petrolera, minera, financiera, cocalera, etc. –, y la derecha de De Narváez o la de Prat Gay?
Esa es la elección. ¿Y qué se puede hacer para enfrentar eso? Un amigo trotskista diría: Se puede poner un candidato testimonial, que esté en la Cámara y “dé batalla”. Como me decía un alto dirigente de izquierda: “¿Vos sabés lo emocionante que era? Cuando estábamos en el Concejo Deliberante y tratábamos el Código de Convivencia? La gente estaba apasionada, en los palcos…”. Pero ¿y quién se enteró de eso? Nadie. Nadie se entera de qué discuten ahí. ¿Qué “testimonial”? No es la época de Alfredo Palacios, cuando los diarios publicaban íntegros los discursos en el Senado o en Diputados. Entonces ¿qué hago con un “testimonial”…?

Sólo con la revolución
Claro: hay una palabra que es algo pecaminosa para esta gente: Revolución. Difícil que la pronuncien…
Y aquí viene lo nuestro. Porque nosotros, con este voto bronca, queremos empalmar con una corriente.
Somos parte de una corriente. En las últimas elecciones los votos se dividieron en tres: Un tercio para el gobierno, un tercio para la oposición y un tercio para el voto bronca. Pero el voto bronca tuvo 500.000 votos más que la oposición y que el gobierno. Es una corriente enorme, que está llena de odio y de bronca, porque está sufriendo el hambre, porque está en la lucha. Porque vislumbró un camino con el Argentinazo y con la rebelión agraria. Y porque quiere resolver su situación. ¿Ustedes creen que vamos a poder dejar de pagarle al Fondo, nacionalizar las petroleras, hacer todo eso con una banca en la Cámara de Diputados? ¿Y con esta Cámara de Diputados? Sólo con la revolución, compañeros, con un nuevo poder que permita acabar con esto.
Miremos el Argentinazo y la rebelión agraria. Ahora sí se ve el diseño de la revolución en la Argentina. ¿Cómo se imaginan ustedes la revolución en la Argentina? ¿La imaginan como un gran “porteñazo” que ocupe el Cabildo, toque las campanas a rebato, y toda la Argentina venga atrás? Me parece que no. Porque si dijo Marx en sus tiempos que en Alemania, para triunfar la revolución tenía que unir la insurrección obrera con una reedición de las Guerras Campesinas; y si por falta de unidad con el campo fue derrotada la Comuna; y fracasó la revolución húngara en el ’18 y otras revoluciones; esos que dicen “que la crisis la paguen los capitalistas” –con lo que dicen que también la tienen que pagar algunos quinteros que contratan mano de obra para levantar la cosecha–, están diciendo pavadas. ¡Muy complicada va a ser la revolución en la Argentina!, como lo mostró la rebelión agraria. Porque éste es un país en disputa. Y ¿cómo triunfó la Revolución Rusa? ¿Cuál fue siempre la disputa entre Lenin y Trotsky? El problema del campesinado. ¿Acaso Lenin no tomó el programa de los “eseristas”, que eran rivales, para poder atraer a la masa campesina y triunfar en la revolución? ¿Y cómo triunfó la revolución en China? Otro camino, desde ya…
¿Y en Cuba? En la Sierra se hizo la Reforma Agraria. Cuando el Che Guevara estaba en el Escambray, dieron la tierra a los campesinos y un fusil para defenderla. Visitamos con el Che y su mujer Aleida, a Santa Lucía, donde estaba el centro de los campesinos que habían tomado la tierra. Le decían: “Queremos los títulos de propiedad”. El Che les dijo: “Si tienen la tierra y tienen los fusiles, ¿para qué quieren los títulos de propiedad?”. Pero los campesinos querían los títulos. Y hubo que hacer la Reforma Agraria y dárselos. Pero la revolución era contra Batista. Ni se hablaba del imperialismo yanqui, porque el primer ministro era Miró Cardona, un proyanqui; y el presidente del gobierno de Fidel era Urrutia. Cuando fuimos con el Che a Santa Clara, antes de ir a la montaña, almorzamos en la casa de un terrateniente que apoyaba la revolución.
Y aquí en la Argentina, la revolución va a ser más complicada que en Cuba. Si nosotros nos contamos con una rebelión agraria, mejorada… Porque en esta rebelión agraria, donde hubo PCR y campesinos pobres, dirigieron los campesinos pobres; donde no había PCR, como en gran parte de la provincia de Buenos Aires, dirigieron los ricos o los terratenientes.
Y precisamos Partido para dirigir ese campo. Sin eso, no vamos a poder triunfar. Precisamos que estas luchas obreras empalmen con la rebelión agraria, como pasó en la manifestación de Paraná Metal, que es un ejemplo a tener en cuenta. La lucha obrera junto con la lucha campesina. Y así como fue con nuestra ayuda que se constituyó la Federación Nacional Campesina con los campesinos pobres, hay que tratar de que los rurales y los campesinos pobres hegemonicen ese movimiento.
Pero si no vemos que esto va a ser complicado y difícil, que va a costar mucha sangre… Cuando nosotros decimos que si no se toma el poder, si los obreros, los campesinos pobres y medios y los sectores patrióticos, incluso de las Fuerzas Armadas, y otros sectores patrióticos, si no toman el poder, la crisis la va a pagar el pueblo.
No decimos que no tengan importancia las luchas parciales. ¿Cómo se pudo resolver el problema de la papelera Quilmes, de Massuh? ¿Cómo se pudo conseguir una transición en Paraná Metal, y resolver transitoriamente lo de la General Motors? Se pudo con la lucha. Pero esto no basta, compañeros, porque el tsunami de la crisis todavía no llegó a la Argentina. El tsunami de la crisis viene ahora, y nos la van a querer hacer pagar después de 29 de junio.
Por eso el voto bronca. Porque es para mostrar un camino. No hay una situación revolucionaria en la Argentina. Están ardiendo las brasas del Argentinazo y de la rebelión agraria, pero no estamos en una situación revolucionaria.
Y esa consigna significa que nosotros, comunistas revolucionarios, vamos a luchar por tratar de crear una situación revolucionaria en la Argentina. Vamos a trabajar para que esa situación revolucionaria se transforme en una situación revolucionaria directa; y vamos a tratar de estar preparados para, en ese caso, ayudar a las masas empobrecidas del campo y la ciudad a conquistar el poder.
Por eso, a todos los amigos que comparten estos ideales, los invitamos al voto bronca. Y les decimos: Las puertas del Partido Comunista Revolucionario, para los que quieran luchar por la revolución, están abiertas, compañeros. Nada más.